PABLO se encontró con Jesús
Quiero entregarte todo Mi corazón
Saulo estaba ciego cuando llegó a Damasco Saulo estaba ciego cuando llegó a Damasco. Después, ya pudo ver bien con los ojos y con el corazón.
Todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿no es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban el nombre de Jesús?
¿No es este el que sanaba en virtud del Espíritu Santo en el nombre de Jesús?
Así como Cristo convirtió el corazón de Saulo, lo puede hacer con nosotras cuando abrimos el corazón a su llamada
Cada mañana al despertar y por la noche al descansar, te agradezco Señor todo lo que haces en mi vida y lo que me permites disfrutar.
“No te quedes solamente con la lectura de la Palabra, déjate transformar por ella”.
Toma, Señor, mi corazón
Quiero cambiar
Quiero escucharte y seguirte
Quiero entregarte mi corazón
Quiero que tu gracia no sea estéril en mi como no lo fue en Saulo
es encontrarme contigo Mi único anhelo es encontrarme contigo
Lo mejor que me puede suceder es entregarte mi corazón
Toma mi corazón no quiero ser igual
Cambia mi vida y caminaré hacia TI