Las acciones que realices deben ser siempre correctas, especialmente cuando no tienes a alguien que te mire. Tu comportamiento debe ser siempre correcto, no por que te vayan a castigar sino por que sabes en tu interior que eso es lo debes hacer. Tus principios éticos y morales, determinarán el grado de confianza que depositarán en ti y te perfeccionarán cada día más.

Solo debes trabajar mirando hacia el frente Solo debes trabajar mirando hacia el frente. Mira el gran vidrio panorámico que tienes al frente. Coloca tus sueños y metas allá en el fondo del panorámico y ve por ellas. Visualízalas todos los días, siente que ya son tuyas, da gracias a Dios por que ya son tuyas.   Olvida la costumbre de mirar hacia atrás por el espejo retrovisor. Si miras hacia atrás: -te distraerás, -recordarás experiencias negativas y -escucharás a los 10 cocodrilos negativos que roban tus sueños y que se mantienen a tu lado. Si miras hacia atrás te desconcentrarás, perderás tu fe y fracasarás.

Han sido múltiples los casos de Empresarios Múscari que formaron grandes organizaciones, ganaron muchísimo dinero en comisiones y lo gastaron todo mostrando un nivel de vida que realmente no concordaba con sus ingresos. El triste balance final es que después de mucho trabajo y esfuerzo, el dinero recibido se esfumó.

Solo cuando hayas logrado tus metas, y ese dinero invertido comience a dar dividendos, con esos dividendos puedes comenzar a cambiar tu estilo de vida. Nuestra formación latina, lamentablemente no hace mucho énfasis en la Austeridad.

Cuando todos aportemos y nos comportemos de forma correcta, nuestro país será de primer orden. No somos pobres porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros, simplemente es por nuestra ACTITUD Cuando seamos unos Rinocerontes Constructores de Riqueza, nuestra sociedad funcionará Eduquemos a nuestros hijos de la misma manera.

Dos socios perdieron su empresa y todos los ahorros que habían logrado en años de intenso trabajo. El primer hombre cayó en un profundo desaliento, siguió llorando su pérdida y mala suerte, lo cual derivó matemáticamente en circunstancias aún peores para él. El otro se dijo: la preocupación no me devolverá mis ahorros, pero el trabajo duro si lo hará y se lanzó a realizar un nuevo trabajo con gran vigor. Rápidamente fue capaz de salir adelante y eclipsó sus ganancias anteriores. La pérdida fue una bendición para uno de ellos, mientras que para el otro, la misma pérdida supuso una maldición.

Si tienes la actitud de una vaca quejumbrosa, entre más te quejes, más te apretarán las cadenas que te atan. No hay práctica más destructora del alma que la autocompasión.   Pero si tienes la actitud de un Rinoceronte encontrarás una nueva Meta por la cual trabajar,

No podemos escoger el hogar ni las circunstancias en las que nacemos No podemos escoger el hogar ni las circunstancias en las que nacemos. Pero si podemos decidir no aceptar las cartas con que comenzamos a jugar en el camino de la vida y cambiarlas. Cambiar unas cartas de escasez por unas de abundancia. Tu actitud hacia la vida definirá qué tan rápido conseguirás los resultados que buscas.