Pase de diapositivas manual
LA LECCIÓN PRIMERA DE UN MAESTRO
Un profesor del último curso de Secundaria quiso sorprender a sus alumnos el día de la presentación del curso. Colocó sobre la mesa un frasco grande, de boca ancha y, junto a él, una cesta con piedras de la orilla del río y preguntó: - ¿Cuántas piedras pensáis que caben en el frasco?
Después de que los presentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: - ¿Está lleno? Los alumnos se miraron un poco intrigados y dijeron que sí.
Entonces sacó del cajón de la mesa otra cesta con chinitas Entonces sacó del cajón de la mesa otra cesta con chinitas. Echó parte de aquellas piedras pequeñas en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El profesor sonrió y repitió la pregunta: - ¿Está lleno? Esta vez, los oyentes se hallaron muy confusos y no se decidie-ron a responder nada.
Él puso sobre la mesa una caja con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. - ¿Está lleno? -preguntó de nuevo. - ¡Posiblemente, NO! -exclamaron esta vez los asistentes.
- Bien, -dijo él. Y, tomando una jarra de agua, comenzó a verterla en el frasco. El frasco casi rebosaba. Bueno, ¿qué hemos demostrado? -preguntó el maestro.
Un alumno respondió: - Que, aunque te parezca que no tienes tiempo, si lo intentas, siempre puedes hacer que te quepan más cosas. Puede ser -concluyó el maestro. Pero esta lección sobre todo nos enseña que si no colocas las piedras grandes primero, ya no podrás colocarlas después.
Y ¿Qué son las piedras grandes? Fin de la presentación. ¡Una joya de cuento! ¿No? Y ¿Qué son las piedras grandes? Sí. Lo que más nos vale es lo que pensamos por nosotros mismos Lo que yo digo es que fue muy listo este profesor… si con el cuento del frasco hizo pensar a los alumnos… ¡Exacto! Que no por hablar ellos mucho, aprendemos más