Los dones del Espíritu Santo Haz “CLIC” en el que quieras Fin
Piedad: Es la capacidad de hablar con Dios filialmente, tiernamente... de alabarlo y adorarlo Nos hace mirar a Dios con simplicidad filial y con sinceridad Hablar y mirar
Consejo: Nos permite ver todo a la luz de la eternidad. Bajo la voluntad de Dios, nuestro Padre bueno, cesa la angustia y regresa la paz al corazón y la claridad para actuar. Hace personas fuertes, serenas, seguras de sí mismas. Permanece el principio de la alegría.
Fortaleza: Es la capacidad de testimoniar la fe en medio de las contradicciones y de los peligros. Perfecciona la virtud de la esperanza llevándola hasta alcanzar el heroísmo, al desprecio de la muerte y a la superación del miedo a la muerte
Inteligencia: Es descubrir, entre las arrugas de la vida cotidiana la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es fundamentar, para dar claridad, fuerza y serenidad a nuestra acción y para contemplar, en nuestras cruces, la presencia del Resucitado.
Temor de Dios: Es un amor a Dios consciente de la propia fragilidad. Es el miedo de no estar a la altura de tanto amor y el deseo de ser totalmente de Dios
Sabiduría: Es ver todo con los ojos de Dios, con su mirada. Es una penetración amorosa y sabrosa en los misterios de Dios: en el misterio trinitario, en el misterio de la cruz, en los misterios del reino y en el misterio de la historia
Ciencia: Es la capacidad de vivir la naturaleza como don de Dios. Nos permite vivir y gozar la vida porque Dios es nuestro Padre que nos da todo. Dios, nuestro Padre, es el verdadero amor.
También la alegría es un don del Espíritu Santo “Busco el fundamento de esta alegría en el servicio del Señor... ¿No es en verdad digno del mayor gozo y alegría el ser instrumento en manos del Señor... sentirse amada y perdonada por Él? (Josefa Segovia) Alegría También la alegría es un don del Espíritu Santo
ìVen, Espíritu Santo! Pentecostés 2008