Una lección sobre las ofrendas (Mr.12.41-44) -039-Isaí Urbina-19/03/06-
El interés de Dios en nuestra ofrenda Jesús vino al lugar donde estaban las ofrendas. Esa ocasión Jesús había terminado un conflicto con los lideres religiosos (Mr.11.27-12-40). Esperaba encontrar a alguien de sincera voluntad. Pablo ordenó esto por revelación divina (2Co.16.1,2).
Cómo calcula Dios el valor de las ofrendas “dos moneditas de muy poco valor” (NVI). “lo que les sobraba”. Las iglesias primitivas ofrendaban de acuerdo a lo que tenían (Hc.11.28-30;1Co.16.1,2). Dios mide de acuerdo al esfuerzo que implica nuestra ofrenda (2Co.8.1-4). Según la voluntad de cada uno (9.6,7).
Dios quiere que ofrendemos a él primero “lo que les sobraba”. El sacrificio debe ser primero para Dios, como Elías (1Rey.17.13,14). En el tiempo pasado se ofrendaba con: Las primicias (Deut.26.1-10). Los diezmos (Lev.27.30-32). No estamos obligados a dar las primicias ni el diezmo, pero reconozcamos que Dios quiere el primer lugar (Mt.6.33).