Primer día EN LA EUCARISTÍA ESTÁ LA PRESENCIA DE DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO

EXPERIENCIA HUMANA

¿Qué significa para nosotros la presencia de estas personas? ¿Por qué? En nuestra vida hay personas muy queridas y muy significativas para nosotros, por ejemplo: papá, mamá, tío, padrino, madrina, abuelita, maestro, amigo, etc. ¿Qué significa para nosotros la presencia de estas personas? ¿Por qué?

ILUMINACIÓN

Dios es comunión perfecta de amor En nuestra vida hay una presencia muy grande y muy significativa que encontramos en cada uno de los sacramentos, especialmente en la Eucaristía.

El sacerdote inicia la Misa “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. En cada Misa nosotros nos ofrecemos junto con Cristo Jesús al Padre, por la acción del Espíritu Santo

Los cristianos adoramos a un solo Dios en tres Personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que viven en perfecta comunión de amor y que se hace presente en cada Eucaristía que celebramos

En la Eucaristía encontramos la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo En Misa nos encontramos en la presencia de Dios Padre que recibe nuestra oración como Iglesia, a través de Cristo y el Espíritu Santo que transforma el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo

Jesús es el Pan verdadero, ya no es el pan que comió en el desierto el pueblo de Israel Es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo Jesús dice: YO SOY EL PAN DE VIDA

La Eucaristía es un regalo que Dios Padre nos da a través de la entrega de su Hijo Jesús y del Espíritu Santo. Es acción de gracias, alabanza y adoración. Por eso, el sacerdote al elevar el Cuerpo y la Sangre de Cristo dice: “Por Cristo, con Él y en Él a Ti Dios padre Todopoderoso, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”

La Eucaristía es un misterio del amor trinitario En la Eucaristía, Dios Trinidad, que en sí mismo es amor, se une plenamente a nuestra condición humana. En el pan y en el vino, Cristo se entrega y comparte con nosotros, en forma de Sacramento. Dios es comunión perfecta de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (Cfr. Sacramentum Caritatis, 8).

Cuando participamos en la Misa el amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se derrama en nosotros dándonos su vida divina, invitándonos a tener un encuentro con Él. Al escuchar su Palabra y recibir el Cuerpo de Cristo, nos unimos con Él y entre nosotros.

Este amor de Dios en la Eucaristía se sigue haciendo presente en cada momento de nuestra vida . Nos comprometemos a compartir con los demás lo que hemos vivido y celebrado

NOS COMPROMETEMOS

Podemos elegir alguna de estas acciones para llevarlas a cabo de ahora en adelante: Participar plena y activamente en la santa Misa, de preferencia en familia. Estar muy atentos en cada momento de la Celebración Eucarística Vivir en gracia de Dios, para recibir a Jesús Eucaristía cada vez que asistimos a Misa. Visitar a Jesús en el sagrario para escucharlo y para hablar con Él, cada vez que pase por una Iglesia y me sea posible. Hablarles a mis amigos del gran amor de Dios, para que lo conozcan y también se enamoren de Él.

ENCUENTRO CON DIOS EN LA ORACIÓN

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y alma. Por ser Tú mi Padre, mi Señor y mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas, te alabo y te doy gracias por darnos el don de la Eucaristía.   Dame tu ayuda para que valore todas las gracias que nos das en el Sacramento de la Eucaristía, para que participe de una manera gozosa y activa en ella, junto con mi familia y para que sepa responder a este amor tuyo. De hoy en adelante, ayúdame a agradarte en todos mis actos, a vivir en obediencia y amor a mis padres, maestros y hermanos. Pongo en tu presencia a todas las personas que necesitan de mi oración y a todos los niños más necesitados. Amén.