La voz que viene El miedo ha dejado su sombra en la ribera

No hay lugar donde esconderse, ni amparo fiel que te persiga de noche No hay lugar donde esconderse, ni amparo fiel que te persiga de noche. Es mi sangre.

Levanta el vuelo, aún podemos ir lejos, retomar la historia de un amor antiguo. Eterno.

Respira , que no se entere el aire. Acúnalo en la garganta, siéntelo en el corazón. Aún está por amanecer

Persigue la sombra, atrapa el cielo, recoge tu sueño. No duermas, estamos hechos el uno para el otro

No te rindas, por favor resiste, que no te encumbren a la nada. Estuvo en nuestras manos y se asemeja a la muerte. Mi muerte

Sacúdete el frío de las manos, aunque te ciña la cintura, no dejes que su voz te envuelva. El sol está esperando detrás de los olivos amarillos.

Ahora no puedes llorar. En tus manos están tus sueños. Abre tu corazón, aún hay vida. Sobrevive.

No remanses el gozo ni la esperanza, La esperanza es tuya. Que nadie borre tu nombre porque está escrito en el agua y en los labios del viento.

Y no te cerraré los ojos, ni te pondré tu traje nuevo de mortaja. Porque no quiero. Porque te quiero

Porque tu cuerpo, aunque herido, no sangra y no hay muertos sin sangre y sin tiempo. No puedo dejar que el tiempo cure las heridas ni confío en el hombre que las provoca. No confío en él. No vaya a ser que se me mueran.

Los gritos se escapan por noche cerrada. Ya hay manos de sangre. Pero no corro. Espero con las uñas clavadas en el aire.

¿Dónde está el mar? ¿Quién ha visto el mar? Aún no hemos dicho la última palabra. No quiero tener hijos en el mar.

La noche ha tomado el puente y lo ha cubierto de escarcha La noche ha tomado el puente y lo ha cubierto de escarcha. Espera el alba. Amanece, despliega las alas, aún queda un mundo por recorrer.

Has abierto el horizonte y te he creído. Yo no soy como tu. Todavía creo en cuentos de hadas.

Y si no vuelas, déjame a mi tus alas. Todavía sueño volar hasta las montañas y desparramarme por sus laderas y saciarme con la tierra y con el agua. Emborracharme con su aliento. Extasiarme.

Ve hacia el nido, allí te esperan. No hay nada que te haga más feliz. Vamos a volar, tenemos todo el día. Juntos.

Porque hoy puede comenzar el silencio. Porque quizás sea sólo un suspiro. Porque puede ser un nuevo sueño. Esta es la hora. Este es el momento.

Porque somos más. Porque somos muchos. Porque siempre lo hemos querido Porque siempre nos han engañado. Porque es tiempo de rebelarse. Hoy es un buen día.

Ahora o nunca. Hoy declaro mi amor y mi lucha por ti

Si llego a morirme que sea contigo en los brazos, que sea con tus aguas en mis venas y mis palabras en tus Ojos.

Y llegaré a ti porque te quiero

Ángel Arcís García-Muñoz. A los amantes de las Tablas