Volviendo por otros caminos

Evangelio del próximo Domingo Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 7 de Enero de 2018 La Epifanía del Señor

EVANGELIO: Mateo 2, 1-12

bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén

«¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?

Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo.»

el rey Herodes quedó desconcertado Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.

Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.

porque así está escrito por el Profeta: «En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:

"Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel".»

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén,

«Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje.»

La estrella que habían visto en Oriente los precedía, Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.

Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,

encontraron al niño con María, su madre, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje.

Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.

Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor

MEDITACIÓN

Repetir es de robots, no de pensantes

Hoy vivimos –como todos sabemos, porque vemos a diario las evidencias- un tiempo de crisis de fe, no sólo religiosa, por cierto, sino una más profunda: en las instituciones y hasta en los demás

Y, sin embargo, nosotros, los creyentes, en lo que respecta a nuestra relación como tales ante el mundo, seguimos haciendo lo mismo de siempre

¿Será posible que no tengamos claro cuál es la novedad que podemos ofrecerle al mundo? O, en términos más propios del Evangelio, ¿habremos olvidado qué Buena Noticia podemos darle ante tanta incredulidad que nos rodea?:

y sin preferencias de unos por otros La Buena Noticia de que Dios es un Padre que los ama a todos y cada uno, sin excepción y sin preferencias de unos por otros

hay que tener nuevas actitudes… Pero, para que nuestro mensaje sea efectivo y no sigamos perdiendo el tiempo buscando convencer a los ya convencidos (!), hay que tener nuevas actitudes…

esperarlas, anhelarlas… Antes que todo, entonces, para mejorar nuestra efectividad, hay que estar abiertos nosotros mismos, en primer lugar, a las novedades: esperarlas, anhelarlas…

como los magos de Oriente, que buscaban señales en el cielo y, por eso, pudieron encontrarlo

porque, por ejemplo, si al ver a los necesitados, nos da lástima y sólo rezamos (cf. Stg 2,15-16) , cosa que siempre hemos hecho

(que sirva) por nuestra parte… Ahí no hay buenas noticias en vez de intentar dar algunos pasos que puedan aliviarlos de alguna manera, nadie nos ve realizando nada bueno (que sirva) por nuestra parte… Ahí no hay buenas noticias desde los cristianos

Y, así como fue en las Escrituras (cf Y, así como fue en las Escrituras (cf. Miq 5,1) donde los especialistas buscaron y encontraron la respuesta a la inquietud que traían los extranjeros,

también sería necesario compartirla en comunidad) -y es un requisito para entender todo esto- fortalecer nuestra amistad con la Biblia (leerla, estudiarla, compartirla en comunidad)

No se puede dar aquello que no se tiene, ni dar a conocer Pero si apenas la conocemos nosotros, ¿qué novedad-respuesta sobre la Palabra de Dios podríamos dar? No se puede dar aquello que no se tiene, ni dar a conocer lo que se ignora.

Otro aspecto que podríamos aprender de este relato es que, si bien hay que respetar a las autoridades terrenas, como los magos que se dirigieron primero al rey vigente, sin embargo, sólo ante el verdadero Rey, señalado por el cielo, se postraron

¿Será posible que muchas veces actuemos al revés? O, al menos, que a la gente le parezca ver a los cristianos más preocupados de agradar a los poderosos que de servir a los débiles, como correspondería…

¡qué imagen más frágil se podría alguien imaginar! ya que es con estos últimos con quienes siempre se ha identificado nuestro Dios, tanto que acá se lo reconoce, porque «encontraron al niño con María, su madre», ¡qué imagen más frágil se podría alguien imaginar!

Finalmente, algo que nunca nos debiese suceder es haber tenido un encuentro con el Señor (en el pobre, en el necesitado de cariño, en el desamparado de todo tipo)…

un auténtico encuentro con Él y luego seguir siendo los mismos, porque eso significaría que no ha sido un auténtico encuentro con Él

Siempre hay que imitar a los magos que, después de su extraordinaria experiencia, no siguieron iguales, sino que «volvieron a su tierra por otro camino»

y regalar buenas nuevas más humanas: Comienza un nuevo año, ¿qué tal si lo empezamos haciéndonos el propósito de variar lo de siempre y regalar buenas nuevas más humanas: más amabilidad, más servicio, más esperanza para todos?

Que podamos encontrarnos y reencontrarnos una y otra vez con la novedad del Dios con Nosotros y que eso signifique novedades en nuestra vida y en nuestra relación con los demás, Señor. Así sea.