VEN SEÑOR QUE TE ESPERAMOS Y TE NECESITAMOS ¡Una gran noticia … ! Dios no solamente nace en diciembre. Nace todos los días. Con esto no estoy negando que en Navidad nazca Jesús, el Redentor del mundo, todo lo contrario, es tan hermosa esta experiencia del nacimiento de Dios que deseo que nazca siempre y maravillosamente lo hace para el bien de todos. VEN SEÑOR QUE TE ESPERAMOS Y TE NECESITAMOS

Isaías 9, 1… "El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande, los que vivían tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos...Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre 'Maravilla de Consejero', 'Dios Fuerte', 'Siempre Padre', 'Príncipe de Paz'. Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y considerarlo por la equidad y la justicia" Esto fue lo que había ofrecido Dios por medio de los Profetas en la liberación de todo el pueblo. Es pues, un pueblo que sabe esperar. Por eso en María, la Virgen, encuentra gracia y hace nacer a Jesús, todo hombre y todo Dios. Sigue naciendo en: 1. Las personas de paz y bien que le aceptan en su corazón. Es decir, cada vez que uno de nosotros le permite a Dios entrar en su vida se produce un nacimiento. Nacer de una nueva vida en Jesucristo que lo puede y lo da todo.

2. En los alegres que saben sonreír con la alegría de los otros para hacer de sus palabras canciones de encuentro y de paz. Para hacer de sus días notas de armonía que acompañan con la sonrisa que anima y abraza. 3. En los caritativos y amantes de la ayuda solidaria que saben ver a los otros como hermanos y los llaman prójimos. Son los que sientes que los otros necesitan de sus manos para levantarse, de sus pies para caminar, de sus ojos para ver y de su amor para poder vivir. 4. En cada hogar de amor y esperanza donde los padres y los hijos forman una cadena de encuentro y crecimiento. Son los hogares de sólido fundamento cristiano donde cada uno hace lo mejor por el otro y juntos aprenden, cada día, a convivir en la moral y la fe.

5. En los puros y limpios de corazón que aparte de ver a Dios pueden ver su cuerpo y sus sentidos como regalos de Dios para el servicio de lo grande y hermoso. Constituyen legiones de moral y buenas costumbres que dan testimonio en el recto obrar para vivir en la gracia de Dios. 6. En los Eucarísticos que a diario se deleitan con el sagrado Cuerpo de Cristo. Haciendo de cada misa un encuentro que se necesita y no se merece. Un alimento que les llevará hasta la vida eterna. 7. En todas partes donde se profundiza el esfuerzo y la lucha por el trabajo, el estudio. Ellos le dan ánimo y energía a cada día para transformar y crear. Para hacer y entregar. Para construir y reparar. Para …

Dios nace y seguirá naciendo para esos días en que te levantas sin ánimo y pereza. Sin agua y luz eléctrica. Sin gas y nada que comer. Cuando no se tiene nada en el bolsillo y la gente te mira con desprecio. Cuando haces el mejor esfuerzo y tu jefe te desconsuela con la crítica y el regaño. Cuando buscas al amigo y sale con una mala respuesta sin encontrar la calidad humana que tanto necesitas. Dios tiene que estar ahí, porque si no, desesperaremos y al perder la esperanza atentaríamos contra el principio de la vida y del anhelo. De esos momentos llevamos muchos contados y casi siempre son difícilmente olvidados. Dios está ahí y solamente ahí saca el mejor provecho. Es la mano de Dios que nos saca y nos alza para señalarnos otro camino y otra forma de ver la situación. Dios permite la tentación para hacer surgir la prueba de que podemos vencer. De seguro nos dará la gracia para salir victoriosos. Padre Marcelo Rivas S