PALABRAS de VIDA
Seguir a Jesús es vivir como vivió Él Juan 10,27-30 IV domingo de Pascua -C-
Mis ovejas escuchan mi voz También hoy nos llamamos y somos seguidores de Jesús. El seguimiento no consiste en primer lugar en aprender y en enseñar las enseñanzas de Jesús. El seguimiento de Jesús no es ideología, no es moralismo o mera imitación de conductas. ¿Qué es seguir? Es tener con Jesús una relación estrecha. Es que su memoria y su presencia estén muy vivas en nosotros. Es hacer de su fe nuestra fe y hacer de su esperanza nuestra esperanza. Es apropiarnos de sus criterios, de sus actitudes y de su conducta y adecuándolas a nuestro tiempo. José Arregi
Yo las conozco y ellas me siguen Su voz no puede dejarnos indiferentes. Nos habla del amor generoso. Seguirle es acoger su causa, escuchar las alegrías, tristezas y esperanzas de todas las personas. Tomar la opción de transformar el mundo, hacerlo más habitable, más humano, más Reino de vida.
Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas La vida que le comunica a Jesús su Padre, la comunica él a tod@s. Cuando el Espíritu reza en nosotr@s, cuando sentimos bien-estar desde dentro, cuando sentimos la presencia del Padre... estamos saboreando la vida eterna. Jesús salva a tod@s. Quien quiera seguir a Jesús tendrá que tomarse en serio la salvación de la humanidad.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de manos de mi Padre. No sólo nos conoce, nos da vida y nos protege, sino que además nos introduce en la unidad de amor con el Padre. Jesús siempre es la Gran Noticia y el seguirle llena la vida de paz, alegría y gratitud. A pesar de las dificultades, no tenemos nada que temer.
El Padre y yo somos uno. Mensaje fundamental para nuestra fe: conocemos a Dios en Jesús. No se trata sólo de admirar y aceptar a Jesús, sino de creer que Él es el Único en quien podemos ver y oír a Dios. ¿Cómo muestro el rostro de Jesús, en mis relaciones familiares; laborales, comunitarias....?
En la comunidad de Jesús no hay dirigentes y dirigidos, pastores y ovejas. ¡Todos somos hermanos y a todos nos incumbe la responsabilidad! El pasaje evangélico nos habla del Buen Pastor que es Jesús y del pueblo de Dios, n el que todos somos corresponsables. Si malo es sentirse “pastor”, considerando a l@s demás miembros de la comunidad “ovejas”, no es mejor sentirse “oveja”, considerando a otr@s miembros “pastores”. Esas falsas actitudes no ayudan a construir ni la comunidad ni el Reino de Jesús. “Uno sólo es vuestro Padre, el del cielo, y todos vosotros sois hermanos” (Mt 23,9)
Aquí estoy Señor, con hambre y sed de vida Aquí estoy Señor, con hambre y sed de vida. Mas sin pedirte mucho, para no desatar tu osadía; amando sólo a sorbos, para no crear lazos; rebajando tu Evangelio, para hacerlo digerible... Y mi hambre y sed no desaparecen. Silba, Señor, tu canción, como buen pastor; que se oiga por lomas y colinas, barrancos y praderas. Despiértanos de esta siesta. Defiéndenos de tanta indolencia. Condúcenos a los pastos de tu tierra. Danos verdadera vida. F.Ulibarri Amén