Música, KEANE - This Is Last Time
Como siempre al comienzo del verano, los incendios forestales aparecen puntuales como si de una plaga se tratara.
Este verano como no podía ser de otra manera, siguen ardiendo nuestros montes y sierras, arrasando todo lo que pillan a su paso.
En pocas horas se destruyen espléndidos parajes que tardarán decenios en resurgir, y que, en muchos casos ya sólo quedarán en nuestro recuerdo.
Cuando contemplamos sentados delante de la televisión tal devastación, nos acordamos de que no existe un política adecuada para prevenirlos.
Es en invierno cuando hay que poner todos los medios para combatirlos, desbrozando los montes, creando cortafuegos y mejorando los accesos.
Por supuesto, no escatimando en personal cualificado para prevenir y afrontar con garantías estos siniestros.
Las Administraciones deben de invertir más en la prevención y el cuidado de nuestros montes evitando estos incendios, siendo una de las preocupaciones máximas para la mayoría de los ciudadanos.
Así mismo controlar de una forma muy especial los intereses urbanísticos y madereros, que en la mayoría de los casos los incendios responden al puro negocio.
Castigar de una forma severa con prisión, endureciendo las penas a todo aquel que haya provocado de una forma intencionada el incendio.
Cuando el bosque arde, la vida se quema Juan Debemos de crear conciencia de que los montes son un patrimonio de todos, qué deberíamos de dejarlos intactos tal y como los conocemos e incluso mejorarlos para nuestros hijos.