Domingo 2º Adviento- Ciclo B del retorno a sus tierras de Judá. “Consolad, consolad a mi pueblo” A las gentes que habían sufrido el penoso y humillante exilio en Babilonia se les anunciaba la proximidad del retorno a sus tierras de Judá.
guiar a sus hijos hacia la libertad. El pueblo recordará siempre que esa es su vocación. Abrir caminos para que Dios pueda recorrerlos, guiar a sus hijos hacia la libertad.
“Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos” (Mc 1,3) Juan grita en el desierto: “Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos” (Mc 1,3)
La conversión. Cambio de mentalidad y de costumbres. Esa preparación incluía tres compromisos urgentes: La conversión. Cambio de mentalidad y de costumbres. Una nueva creación de la persona.
La confesión pública de los pecados. El reconocimiento del propio error y el extravío de la persona para alcanzar el perdón de Dios.
El bautismo en las aguas del Jordán. Es decir, la renovación de la memoria y la purificación del corazón.
“Detrás de mí viene el que puede más que yo”. Juan se ha mostrado como un profeta convincente y respetado. Pero él no es el final del camino. El que ha de venir es más poderoso que Juan.
“Yo no merezco desatarle las sandalias” Juan habla con autoridad. Sin embargo solo se considera un esclavo.
“Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.” El bautismo definitivo purificaría con el Viento Santo que creó los mundos.
al que viene a librarnos del mal. Amén. Señor Jesús, fuente de la libertad y del perdón. Que nuestra fe nos lleve a esperar con amor al que viene a librarnos del mal. Amén.
José Román Flecha Andrés Texto: LA SEMILLA, Ciclo B –Editorial Monte Carmelo 2017 Presentación: Antonia Castro Panero