EL DESCUBRIMIENTO DE FELIPE

Slides:



Advertisements
Presentaciones similares
Intenta leer sin llorar!!!.
Advertisements

LAS CUATRO VELAS LAS CUATRO VELAS QUEMABAN LENTAMENTE.
LAS CUATRO VELAS LAS CUATRO VELAS SE QUEMABAN LENTAMENTE.
LAS CUATRO VELAS.
LAS CUATRO VELAS LAS CUATRO VELAS QUEMABAN LENTAMENTE.
Qué es la Navidad….… (musical).
Es Navidad, Paco escribe una carta a los Reyes Magos.
Todo comenzó en busca de algo, pues no le encontraba sentido a lo que hacia, desde muy niña sentí el Llamado de Dios para mi el lo era y lo sigue siendo.
El sueño de un niño 1 Un niño tenía un sueño, la gente le decía que no se podía lograr su sueño no era ser rico ni tampoco el triunfar su sueño no era.
PENTECOSTÉS XIX DEL T. O.. DIOS ESTA AQUÍ TAN CIERTO COMO EL AIRE QUE RESPIRO TAN CIERTO COMO LA MAÑANA SE LEVANTA TAN CIERTO COMO QUE ESTE CANTO LO PUEDES.
NUESTRAS EXPERIENCIAS PALABRA DE VIDA «Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos». BUSCAR LA VERDAD ¿JESÚS ES REALMENTE NUESTRO MAESTRO?
UNAS VACACIONES INOLVIDABLES AUTORA RUTH ZAMBRANA.
Hermano mío Hermana mía (Roberto Borda).
Buen momento para meditar
esperado durante siglos Dios escoge un ángel y lo envía a
Amo sin amor, amo sin perro.
ORACIÓN DESDE JERUSALEN
28 de enero de 2017.
José y el ladrillo.
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama
Rey mocho Cuento.
Cuento navideño para niños Charles Dickens
CONSTRUIR UNA MANSIÓN.
Chocolate y la felicidad
¡¡¡¡Suelta las llaves!!.
¡¡¡¡La mentira!!.
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama
Las cuatro velas.
EL JARDIN.
Amor y amistad.
Cuando Dios hubo creado a Adán y Eva les dijo:
Amor y amistad.
El sol El Sol.
Entonces vio que la estatua tenía un chaleco de oro , y pensó en sus amigos pobres. Como era tan lista, pesó que si le cogía una joya de su chaleco no.
Regina Brett “Para celebrar la llegada a mi edad avanzada, escribí
¡NADA SUCEDE PORQUE SÍ! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
Si sucede ....
Mi oración de agradecimiento....
Ruth miró en su buzón del correo, pero solo había una carta.
Las cuatro velas.
EL ESPEJO Una historia de Amor.
NADA SUCEDE POR QUE SI! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
Cuando Dios hubo creado a Adán y Eva les dijo:
La Chica Pobre Un cuento de Navidad.
EL JARDIN.
Mi oración de agradecimiento....
¡NADA SUCEDE PORQUE SÍ! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
¿Que podemos desear para el próximo año?
La persona correcta Quizás Dios quiere que conozcamos unas pocas personas equivocadas antes de conocer a la correcta, para que cuando finalmente conozcamos.
En un pequeño pueblo vivía un rey a quien le faltaba una oreja.
me parece especialmente inspirador y bello.
Las cuatro velas.
LA NAVIDAD EN ESPAŇA.
Las cuatro velas.
La Boutique Del PowerPoint.
EL ESPEJO Una historia de Amor.
¡NADA SUCEDE PORQUE SÍ! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
NADA SUCEDE POR QUE SI! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
NADA SUCEDE POR QUE SI! "...El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón..."
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama
La Boutique Del PowerPoint.net
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama
Mi Oración De Agradecimiento
A SSMM LOS REYES DE ORIENTE
La Navidad en España 1 1.
Frases de Cumpleaños El corazón que ama siempre será joven. Te deseo un año lleno de amor y alegría. Feliz cumpleaños…
EL RICO Y EL POBRE. Lucas 16,19-31.
Rey mocho. EL REY MOCHO En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca.
Cuando Dios hubo creado a Adán y Eva les dijo:
Feliz día del amor y la amistad Patricia Ceballos.
Transcripción de la presentación:

Hoy 9 de enero volvemos al cole tras las vacaciones familiares por excelencia

EL DESCUBRIMIENTO DE FELIPE Felipe era feliz. Sí. No sabía muy bien por qué, aunque sospechaba que su felicidad se debía al amor que recibía de sus familiares, la limpia amistad de sus amigos… Incluso a su nombre, que era el más parecido a la palabra Feliz. Felipe quiso ser más feliz. Y pensó: «Si tuviera un balón de reglamento, un reloj sumergible y un helicóptero teledirigido, mi felicidad sería completa». Escribió la carta a los Reyes Magos con todo aquello que deseaba. Por fin llegó la gran noche, sus ojos se agrandaron al descubrir todos los regalos. No faltaba alguno. Dudaba cuál estrenar primero. Había tantos… su primo se adelantó a coger un supercamión con mando a distancia, y el corazón de Felipe dio un vuelco. ¡Qué horror! Lo estropearía…

No había terminado de arrebatar el camión de las manos de su primo, cuando su hermanillo comenzó a teclear con brusquedad en el órgano electrónico. Un escalofrío recorrió su espalda y apartó a su hermano de un manotazo mientras gritaba: «¡Eso no se toca! ¡Es mío!» La angustia atenazó su corazón. Amontonó los juguetes y se colocó delante para protegerlos. Los dos lo rodeaban amenazantes y sus ojos verdeaban de envidia. Felipe sintió miedo y quiso defenderse gritando: «¡Son todos míos! ¡Solamente míos! ¡Míos! » De repente, su propio grito le despertó. Sudaba. Sobresaltado, corrió hacia el salón. Estaba vacío. Ni uno de los regalos que en su pesadilla habían sido causantes de su disgusto. No acababa de entenderlo. Si las cosas son buenas y útiles, ¿por qué se encontraba triste y solo?

A través del ventanal observó la nieve A través del ventanal observó la nieve. Sigilosamente abrió la puerta y salió a la calle. Cogió una poca en sus manos y comenzó a moldearla. Era tan blanda… Podía hacer un muñeco. Sería tan divertido. Se acordó de sus hermanos, de sus primos, de sus amigos. Si le ayudaran, conseguirían el muñeco más original que se hubiera hecho nunca. Sin dudarlo fue a despertar a los niños de la casa. Al principio creyeron que se había vuelto loco, pero cuando comprendieron la brillante idea nocturna de Felipe, se entusiasmaron con ella. ¡Qué bien lo pasaron! ¡Qué regalo tan fantástico! Y en medio de la alegría reinante, una lucecita se encendió en el cerebro de Felipe: recordó los días en que jugaba en la playa con el agua o con la arena.

Éste fue el gran descubrimiento de Felipe: la nieve, el agua, la arena son magníficos juguetes porque no pertenecen a nadie. Y todos podemos disfrutarlos y compartirlos. Los juguetes y los regalos pueden ayudarnos a ser felices si sabemos compartirlos con los demás. Desde entonces Felipe ya no tiene interés por sentirse único dueño de sus cosas. Y cuando le regalan algo, busca con quien disfrutarlo. Felipe es feliz. Sí.