Muestras para el diagnóstico de una infección. A. Muestra directa Muestras para el diagnóstico de una infección. A. Muestra directa. Se localiza el patógeno en un sitio por demás estéril y se debe traspasar una barrera, como la piel, para tomar la muestra. Esto se puede realizar por métodos quirúrgicos o por punción-aspiración con aguja como se muestra. El espécimen recolectado contiene sólo al patógeno. Ejemplos son abscesos profundos y líquido cefalorraquídeo. B. Muestra indirecta. El patógeno se localiza como en el caso de A, pero para recolectarse debe pasar a través de un sitio que contiene flora normal. La muestra contiene al patógeno, pero se encuentra contaminada con flora no patógena. A menudo, el grado de contaminación se relaciona con la habilidad con la que se “evadió” el sitio de localización de la flora normal al tomar la muestra. Ejemplos son esputo expectorado y orina tomada por micción. C. Muestra de un sitio con flora normal. El patógeno y la flora no patogénica se encuentran mezclados en el sitio de la infección. Ambos se recolectan y el no patógeno se inhibe por medio del uso de métodos de cultivo selectivo o bien se descuenta en la interpretación de los resultados del cultivo. Algunos ejemplos son exudado faríngeo y heces. De: Principios de diagnóstico por laboratorio de las enfermedades infecciosas, Sherris. Microbiología médica, 6e Citación: Ryan KJ, Ray C. Sherris. Microbiología médica, 6e; 2017 En: http://accessmedicina.mhmedical.com/DownloadImage.aspx?image=/data/books/2169/sherrises6_ch04_fig-04-01.png&sec=162979349&BookID=2169&ChapterSecID=162979342&imagename= Recuperado: November 02, 2017 Copyright © 2017 McGraw-Hill Education. All rights reserved