José Gorostiza (1901-1973)
Fue también miembro del grupo de los Contemporáneos, aunque no se unió mucho con sus compañeros en razón del desempeño de su trabajo como diplomático adscrito al servicio consular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La obra de Gorostiza es corta, no obstante, respondiendo al ideal de su grupo ésta se realiza con cuidado y pulimento de exquisitos.
Leal a los ideales enunciados, el poeta escribió sólo dos libros: Canciones para cantar en las barcas y Muerte sin fin. En el primero muestra una pureza verbal muy refinada al hablar de las cosas de su tierra y, arrancando de lo tradicional, detenerse con delicadeza y melancolía en los grandes temas vitales como el tiempo, la palabra, la emoción.
Del segundo libro donde la pureza verbal hace más evidente el pensamiento filosófico trascendente, el crítico Octavio Paz ha dicho: “Es homenaje de la palabra a la ausencia, de la presencia a la ausencia, de la forma al vacío… un himno fúnebre”
La orilla del mar (fragmento) No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse en la orilla. Y porque descanse en muelle lugar, no es agua ni arena Las cosas discretas, amables, sencillas; las cosas se juntan como las orillas.
Ventanas ¿No es éste viaje también, tan sólo un viaje por tus ventanas? mira: Toda la cuidad enfrente ¡miope! con sus oscuras antiparras de niebla. ¿O será que respiro tan cerca que te mancho los ojos? Quiero escribir en el cristal: “¡Te quiero!” ¡pero toda la cuidad se enteraría!...