LATÍN Colegio Berrio-Otxoa - Bilbao HISPANIA ROMANA LATÍN Colegio Berrio-Otxoa - Bilbao

Nombres de la antigua Península Ibérica Finis Terrae, el fin del mundo conocido. Hesperia, o tierra de occidente, donde se creía que estaba el mítico Jardín de las Hespérides. Los griegos la llamaron Iberia (los íberos, río Íber, posiblemente el Ebro). El nombre definitivo en las fuentes romanas sería el de Hispania (evolución de un topónimo fenicio que significaría “tierra de conejos”).

PLUS ULTRA: “Más allá”. Lema del escudo de España que viene escrito alrededor de las dos Columnas de Hércules. Con él se quiere desafiar la frase que, según la leyenda, puso Hércules en el estrecho de Gibraltar sobre dos columnas: Non plus ultra, para indicar que no había tierra más allá. Esta leyenda perdió su poder simbólico a raíz de que Cristóbal Colón llegara a las Indias Occidentales cruzando el océano Atlántico en 1492.

LOS PUEBLOS PRERROMANOS: CELTAS E IBEROS

COLONIZACIONES GRIEGA Y CARTAGINESA

PUEBLOS COLONIZADORES

¿Por qué Roma invadió Hispania? Los romanos llegan a la Península Ibérica para combatir a sus enemigos más importantes: los cartagineses. Tras la derrota de los cartagineses en la Primera Guerra Púnica, estos se vieron obligados a lograr sus provisiones en otros lugares: es entonces, hacia mediados del siglo III a.C., cuando la Península Ibérica entra en el punto de mira de Cartago, en un intento de compensar la pérdida de Sicilia, Córcega y Cerdeña. Amílcar convenció al Senado de Cartago y fue enviado a la Península Ibérica. Su yerno, Asdrúbal, fundo Carthago Nova (227 a.C.) y extendió el dominio hasta el Ebro. Tras la muerte de Amílcar, fue puesto al frente del ejército cartaginés su hijo, Aníbal. En el año 226 a. C. Roma y Cartago firmaron un tratado, llamado el Tratado del Ebro, en virtud del cual quedaban establecidas las zonas de influencia de una y otra potencia: Roma, al norte del Ebro; Cartago, al sur. En el 220 a. C. Aníbal planeó la conquista de Roma desde la Península Ibérica, atravesando los Pirineos y los Alpes con una expedición de elefantes. En su avance atacó la ciudad de Sagunto, aliada de Roma, cuyos habitantes fueron exterminados (219 a. C.). La toma de Sagunto fue considerada por Roma como casus belli y Roma declaró la guerra a Cartago. Aníbal derrotó a los romanos en sucesivas batallas en tierras de Italia y llegó con su ejército hasta las proximidades de Roma. En el año 218 a. C. las legiones romanas llegaron por vez primera a la Península para atacar las bases de suministro del ejército cartaginés y vengar la toma de Sagunto. Los hermanos Publio y Cneo Cornelio Escipión desembarcaron en Ampurias, pero fueron derrotados. Entonces el Senado romano envió a Publio Cornelio Escipión (hijo), posteriormente llamado “El Africano”. Éste tomó Carthago Nova, Ilipa, Gades (206 a. C.). El dominio cartaginés de la Península Ibérica había terminado. Se iniciaba entonces la romanización de la Península Ibérica. ¿Por qué Roma invadió Hispania?

A comienzos del siglo II a. C. , concretamente en el 197 a. C A comienzos del siglo II a.C., concretamente en el 197 a.C., los territorios conquistados por Roma en la península Ibérica se extendían por la costa oriental (Hispania Citerior) y por la zona meridional y enclaves en el interior (Hispania Ulterior).

Tras la derrota cartaginesa, Roma inició la ocupación de la península Ibérica en un proceso que duró unos dos siglos, con continuos enfrentamientos con los pueblos indígenas. A mediados del siglo II a.C. el líder lusitano Viriato se convirtió en símbolo de la resistencia contra Roma, hasta su muerte a causa de una traición. Por otra parte, hasta el año 133 a.C. no caería la ciudad de Numancia, capital de la tribu celtíbera de los arévacos, y foco principal de resistencia. En el año 19 a.C. se completó la conquista de la Península con las llamadas guerras cántabras, en las que intervino el propio emperador Augusto.

DIVISIONES ADMINISTARTIVAS DE LA PENÍNSULA

DIVISIONES ADMINISTRATIVAS DE LA PENÍNSULA División en la época del emperador Augusto, hacia el 14 a. C. División de la época del emperador Diocleciano, finales del siglo III.