Introducción Pablo reitera en 1Co 8:1, que hemos sido llamados a edificar y nos recuerda que por encima de nuestra libertad y del conocimiento, la herramienta efectiva para edificar es el amor. Romanos 15:2 “Cada uno de vosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.” Filipenses 2:4 “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás.” Recordemos por un momento (1Co 3:10-15) en aquel pasaje se nos hablaba de la necesidad de mirar cómo sobreedificamos nuestras vidas, no obstante al mismo tiempo, observábamos a Pablo como perito arquitecto poniendo el fundamento de Cristo para nuestras vidas y a otros edificando nuestras vidas en Cristo, poniéndonos ejemplo para que nosotros, no sólo mirásemos por la sobre-edificación de nuestras propias vidas, sino también por las de los demás.

Versículo a memorizar “Si pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” 1 Co 10:31

v.23-24 1 Corintios 10:23-24 23Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. ¿Para qué debemos escoger por encima de lo que es lícito, lo que conviene y lo que edifica?

v.25-30 1 Corintios 10:25-30 25De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 29La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias? La palabra “conciencia”, aparece en estos versículos cinco veces, mostrándonos lo importante que es para un siervo de Dios, mantener limpia su conciencia (Hch 24:14-16), y así mismo cuidar la conciencia de sus consiervos. Nuestra conciencia puede ser nuestro mejor aliado, así como nuestro peor enemigo (Ro 2:14-16), sobre todo cuando damos testimonio de la esperanza que hay en nosotros (Hch 23:1). La respuesta al versículo 30 se encuentra en 1Co 9:12.

v.31 1 Corintios 10:31 31Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. ¿Cómo debemos comer, beber o hacer cualquier otra cosa los que conocemos al Señor?

v.32-33 1 Corintios 10:32-33 32No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos. ¿Qué debemos cuidar siempre? ¿Qué es lo que debemos procurar? ¿Con qué objetivo?