Domingo XI del Tiempo Ordinario 16 de junio de 2013
Una mujer llena de amor y de arrepentimiento se acerca a Jesús.
En prueba de su enorme amor En prueba de su enorme amor. No todos, entonces, entendieron ese gesto y desconfiaron del Maestro.
Hay dos clases de cristianos
Los que se parecen más al fariseo Simón: hacen el bien por cumplir, casi como una rutina o un deber, regateándole al Señor tiempo y cariño.
Y los que se parecen más a la mujer: comulgan de corazón y todo les parece poco para agradar a su Señor…
Aprendamos hoy con la pecadora, y junto a Jesús, a amar
El amor debe estar presente en nuestras vidas y cambiarlas profundamente