CRECED EN MISERICORDIA
Exposición Ojos que no quieren ver Cuentan que un hombre se perdió en el desierto. Y más tarde, refiriendo de su experiencia a sus amigos, les contó cómo, absolutamente desesperado, se había puesto de rodillas y había implorado la ayuda de Dios. - “¿Y respondió Dios a tus plegarias?”, le preguntaron. - “Oh, no. Antes de que El pudiera hacerlo apareció un explorador y me indicó el camino”.
Reflexión Muchas veces cuando nos encontramos perdidos, pedimos ayuda a Dios. Esperamos ansiosamente una respuesta Suya y nos decepcionamos cuando no la encontramos. Pero, ¿somos capaces de ver que siempre hay alguien a nuestro lado que quiere ayudarnos? Se acercan a nosotros en forma de padres, abuelos, hermanos, profesores, amigos,… Ellos son la respuesta que Dios nos envía. ¿Seremos capaces de aceptar Su ayuda, de verla?