La Iglesia está organizada para el servicio Señor, toma mi vida nueva, antes de que la espera  desgaste años en mí.  Estoy, dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea, Tú llámame a servir.  LLÉVAME DONDE LOS HOMBRES,  NECESITEN TUS PALABRAS,  NECESITEN MIS GANAS DE VIVIR.  DONDE FALTE LA ESPERANZA, DONDE TODO SEA TRISTE SIMPLEMENTE, POR NO SABER DE TI. Te doy, mi corazón sincero, para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor Señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra  que tenga sed de vos. Y así, en marcha iré cantando, por pueblos predicando, tu grandeza Señor. Tendré, mis manos sin cansancio. Tu historia entre mis labios, tu fuerza en la oración. Alma misionera

La Iglesia está organizada para el servicio VOCACIONES: DIOS LLAMA A SUS HIJOS A DISTINTOS ESTADOS DE VIDA SACERDOCIO VIDA MATRIMONIAL VIDA CONSAGRADA

VOCACIONES – ESTADOS DE VIDA PAPA – Sucesor de Pedro OBISPOS – Sucesores de los Apóstoles SACERDOTES DIÁCONOS PASTORES – JERARQUÍA

VOCACIONES – ESTADOS DE VIDA LOS BAUTIZADOS AMOR ENTRE LOS ESPOSOS PADRE – MADRE – HIJOS Llevan el Evangelio a todos los ambientes donde viven cotidianamente LAICOS

VOCACIONES – ESTADOS DE VIDA VIDA CONSAGRADA Religiosos y religiosas de diversas órdenes Ermitaños Vírgenes consagradas Institutos seculares y sociedades de vida apostólica

Oremos por las Vocaciones Señor Jesús, Pastor y Esposo de la Iglesia: ¡Bendito sea tu Nombre por siempre! Escucha la súplica de tu Iglesia en Mendoza: Despierta la generosidad de nuestros jóvenes y danos abundantes vocaciones. Envíanos pastores según tu corazón, signos de tu amor y de tu entrega. Haz que muchos te sigan en pobreza, castidad y obediencia, atraídos por la belleza de tu rostro. Cuida y fortalece al Papa, a nuestros Obispos, a los sacerdotes, diáconos y seminaristas. Renueva el corazón de los matrimonios y sus familias, de los religiosos y religiosas, de las demás personas consagradas, y de todos los misioneros. Señor, tu eres siempre fiel, ayúdanos a perseverar en la fe y afianza nuestra comunión con el Padre en el Espíritu Santo. Con María, y como los apóstoles te decimos: ¡Confiando en tu Palabra, Señor, echaremos las redes! Amén