PRESENTAMOS... " Las Diez Ciudades más Grandes del Mundo " Para su conocimiento PRESENTAMOS... ¿Les gustaría saber cuáles son? Síganme por aquí, si les parece bien... PERO USANDO EL RATÓN

es TOKIO, Japón, con 35,676.000 habitantes. La número UNO, la indiscutible campeona, es TOKIO, Japón, con 35,676.000 habitantes. ¡Una verdadera explosión demográfica!

La número DOS es la Ciudad de México con 19,040,000 (Estos habitantes son los que tenía toda la República Mexicana en 1939)

La número TRES es Nueva York con 19,028,000

La número cuatro es Bombay (India) con 18,978,000 (Toda la India tiene una población de 1,100 millones de habitantes)

La número CINCO es Sâo Paulo (Brasil) con 18,845,000 Una ciudad que crece a pasos agigantados. La número CINCO es Sâo Paulo (Brasil) con 18,845,000

La número SEIS es Delhi (India) con 15,426,000

Número Siete es Shangai (China) con 14,987,000 Como país, China tiene 1,300 millones de habitantes, la misma población que en 1939 tenía todo el MUNDO

Número OCHO es Calcuta (India) con 14,787,000

Número NUEVE es Dakar (Bangladesh) con 13,485,000 habitantes

Y la número DIEZ es Buenos Aires, (Argentina) con 12,795,000 habitantes

Hacemos ahora aquí algunas observaciones importantes: - Ninguna ciudad europea figura en la lista. - La ciudad de México le lleva ya la delantera a Nueva York con 12 millones. - En la India hay dos ciudades millonarias: Bombay con 18,978,000 y Delhi con 15,426,000 habitantes. Veamos ahora algunos aspectos de las condiciones en que se vive en las grandes ciudades, sobre todo en las asiáticas...

Aquí viven miles de familias Los multifamiliares semejan enormes panales de abejas Los transportes y las unidades habita-cionales hacen que la gente se sienta comprimida, amontonada, reducida, ahogada en un pequeño espacio. Una playa saturada de bañistas

¿Desean tomar un autobús o un taxi? Y no tenemos que viajar mucho para ver algunas escenas increíbles en nuestra propia Ciudad de México El Mercado de Abastos El “deshuesadero”

crispan los nervios, los ruidos aturden y EN CAMBIO en ciudades más pequeñas, por ejemplo LA PAZ (nuestra ciudad) con sólo 190,000 habitantes (todo el estado de Baja California Sur apenas tiene poco más de medio millón), la vida se desliza tranquila y placenteramente reflejada en las cristalinas aguas de la bahía. ¿Pero qué andan buscando en esas sobre pobladas megalópolis donde las prisas crispan los nervios, los ruidos aturden y los problemas alteran los sentidos? Da gusto pasear por la orilla del mar contemplando el paisaje. Música: “Cuando escuches este Vals”

Carretera Transpeninsular Camino de Loreto Camino de Balandra Carretera Transpeninsular ¡QUE HORROR! Vean esta saturada autopista y digan con sinceridad cuánto darían por poder salir de ella y estar en una de estas, nuestras tranquilas carreteras. Camino de Palmira = San José del Cabo =

¡Aquí hay tiempo para todo! Siéntense tranquilamente en una banca de la plazuela y vean pasar la vida en forma serena y placentera. ¡Aquí hay tiempo para todo!

Nuestros escasos “mini rascacielos” no obstruyen la vista. “LA PAZ” hace honor a su nombre Los problemas de tránsito no existen La playa está constantemente a la vista y a nuestro alcance

Ahora comparen nuestra soledad con esta concurrida playa de Tel Aviv ¿Playas dicen? Vean estas bellas extensiones solitarias Ahora comparen nuestra soledad con esta concurrida playa de Tel Aviv

Luego entonces, no busquen en las grandes urbes lo que pueden encontrar fácilmente en las pequeñas ciudades. Si la serenidad de espíritu y el estado de ánimo son importantes, entonces dirijan sus pasos hacia la dulce tranquilidad de las pequeñas comunidades, que lo único que tienen grande es el corazón.

¡Reaccionen! Despídanse de las las autopistas, de las prisas, de los sobrepoblados conjuntos multifamiliares. Díganle adiós a los tumultos, a las exaltadas manifestaciones, a los congestionamientos de tránsito. Aléjense de la violencia, de los plantones y de los gritos destemplados... y en cambio sientan como la vida se desliza serenamente en este pacífico rincón frente al mar, mientras contemplamos una fabulosa puesta de sol. F i n J. D. Así pues, despójense ya de las tensiones y dense tiempo para pensar, para meditar, para vivir y disfrutar de la vida.