La Ingratitud Habrá hombres amadores de si mismos…Ingratos Timoteo 3:2

El prefijo “in” alude a “falta de”, que en este caso se refiere a la gratitud Por consecuencia el concepto alude al desagradecimiento de alguien que no corresponde en sus acciones y actitudes a los favores que recibió de otro.

En la sociedad actual, el hombre tiene Reglas de etiqueta social La gratitud sin embargo, es una virtud moral que va más allá de una simple retribución por buenos modos. La ingratitud es lo opuesto, es una enfermedad del alma que demuestra el atraso moral en que nos encontramos

La gratitud parte de la humildad de reconocer que todo ser humano puede necesitar ayuda en algún momento pero también, debe de tener la misma humildad para ofrecer esta ayuda. Por el contrario, la ingratitud muestra el deseo de autosuficiencia que surge del orgullo y la soberbia.

Los Espíritus Superiores recomiendan equilibrio . La ingratitud es hija del egoísmo, es causa de muchas frustraciones y decepciones Los Espíritus Superiores recomiendan equilibrio El ingrato es un enfermo digno de piedad, que nos prueba la paciencia, nuestra abnegación y la perseverancia en la práctica del Bien.

En la vida social todos somos deudores unos de los otros. Pero por encima de todo somos deudores del Creador, que nos cubre de bendiciones diarias a las cuales no damos valor por considerarlas triviales en nuestras vidas, como el cuerpo que tenemos, el aire, el agua, alimentos, el cariño de los seres queridos, etc.

Aunque expresemos gratitud a Dios, jamás le retribuiremos como es debido. Sin embargo eso no debe ser obstáculo para continuar expresándole gratitud en todas las circunstancias de la vida, sean ellas buenas o malas. Pero esa gratitud no consiste apenas en alabar, sino y sobretodo en servir a Dios.

¿Y cómo podemos servir a Dios? Debemos comprender lo que significa servir a Dios, que siendo la omnipotencia absoluta e infinita, no necesita nada. Sin embargo desea ser servido indirectamente a través de sus manifestaciones, que son las criaturas animadas e inanimadas.

Cuando servimos a un semejante, un animal, una planta, estamos sirviendo a Dios. Todo aquel que reconoce el bien recibido del otro, demuestra humildad y bondad de corazón (al contrario que el ingrato). Todas las veces que agradecemos sinceramente un beneficio prestado por alguien, crecemos en virtud. Es por esto que el Cristianismo se basa en poder crecer interiormente donándose a los demás

La gratitud puede ser una oración, que irá en pro del bienhechor y de nosotros mismos Las oraciones o las vibraciones de alegría y reconocimiento de todas las criaturas encarnadas o desencarnadas beneficiadas por los que oran, funcionan como abonos muy importantes para cada uno, allí como en cualquier lugar.

Cuando hacemos el bien, estamos sembrando para el futuro, cuyos frutos aparecerán en el momento oportuno. Las personas más endurecidas (aunque no lo demuestren), son impactadas por el ejemplo de aquel que practica el bien, y cuando desencarnan el recuerdo del bien que les hicieron les viene a la memoria, contribuyendo para su despertar espiritual.

AL HACER EL BIEN, NO DEBEMOS ESPERAR NADA A CAMBIO. Un beneficio nunca es practicado en vano. (cap.14- Nuestro Hogar). En el “Evangelio según el Espiritismo” capítulo 13 ítem 19, dice que siempre debemos ayudar a los débiles, aún sabiendo de antemano que no nos agradecerán por eso

Si la persona a quién prestamos un servicio lo olvida, Dios lo llevará más en cuenta. La rabia contra la ingratitud nos muestra que buscamos en la Tierra ser recompensados por nuestros actos, demostrando con eso orgullo y egoísmo. Si nos retribuyen con ingratitud, recordemos que es mejor recibirla que ejercerla en nuestro prójimo.

Dios permite que a veces seamos pagados con ingratitud, para probar nuestra perseverancia en el bien. Por eso bendice a los ingratos y ora por ellos, porque están en peores condiciones de lo que supones y si puedes ayúdalos más, porque la felicidad es mayor en aquel que cultiva el amor y la misericordia y jamás en quién recibe y olvida, se beneficia y desprecia al bienhechor.

La ingratitud de los hijos para con los padres es la más deprimente y que hiere más el corazón. Sin embargo nada sucede por casualidad. Generalmente los enemigos del ayer han sido reunidos por los lazos re encarnatorios, por la ley de causa y efecto para que rescaten en el amor y en el perdón las deudas del pasado.

No todos tienen esa facilidad. La rabia contra la ingratitud equivale a un gesto de venganza contra quién aún desconoce los secretos del amor que nacen de la verdadera caridad ES PRECISO APRENDER A SER AGRADECIDOS. No todos tienen esa facilidad. Muchos ocultan esos sentimientos con recelo de exponer su propia fragilidad, o encuentran que el beneficio recibido no es tan importante para que merezca reconocimiento

No es apenas por cosas materiales que podemos ser gratos a otros. Ante las leyes divinas la felicidad, el cariño y el respeto a quien nos benefició tiene inmenso valor. Hay infinitas formas de expresar la gratitud y las más valiosas son aquellas que brotan de los sentimientos puros del alma

Aprenderá por el sufrimiento lo que es la insensibilidad del corazón. Aunque la ingratitud sea fuente de amargura, debe lastimar al ingrato el cual también algún día recogerá en el dolor, el arrepentimiento por su ingratitud impensada. Aprenderá por el sufrimiento lo que es la insensibilidad del corazón. Recordemos que el propio Jesús fue injuriado y despreciado en este mundo, y no nos admiremos que suceda con nosotros.

La ingratitud es una prueba para nuestra perseverancia en la práctica del bien. Que el bien que hemos hecho sea nuestra recompensa en la Tierra y que no nos importe lo que dicen los que han recibido nuestros beneficios

La ingratitud nos será llevada en cuenta y aquellos que nos despreciaron serán más castigados cuanto mayor haya sido su ingratitud. La gratitud es uno de los caminos que nos llevan a Dios. Entre la gratitud y la ingratitud, quedémonos con la primera, que es aquella que nos garantiza la paz, la armonía y el cariño de los compañeros de jornada evolutiva.

CONCLUSION La gratitud es una experiencia enriquecedora. Estar agradecido es el secreto para ser feliz. Es la virtud por la cual una persona reconoce interior y exteriormente los regalos recibidos y trata de corresponder en algo lo que recibió. La gratitud es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio recibido. La ingratitud es uno de los frutos más inmediatos del egoísmo, subleva siempre a los corazones honrados.

Recordemos que cada vez que agradecemos sinceramente un beneficio recibido, crecemos en virtud Muchas Gracias