Sebastián Valencia Zapata
En el lejano Oriente ha habido historias de jinetes, personajes malevos y damiselas en apuros, pero también hay otros personajes diferentes…
Paquito era un chico normal, trabajaba en el campo y se le destacaba por su fuerza y su amor por los animales, es más, tenía un vaca-perro.
Le gustaba hablar con las personas más allegadas a él, entre estas de abuelo.
Su mundo normal era muy feliz pero pensaba que le hacía falta un poco de emoción a su vida…
Su familia estaba conformada por sus padres y su hermana, pero no tenían una buena situación económica.
Sus amigos eran rápidos y delgados; pero no tan fuertes como él.
Su abuelo era un anciano con muchas experiencias y consejos vividos.
Un día Paquito fue a jugar fútbol con sus amigos, pero se desanimó porque jugó pésimo.
Por la noche visitó a su abuelo para contarle la trágica historia.
Allí ven por TV un torneo de boxeo aficionado para pasar el rato.
Viendo esto su abuelo le contó a Paquito que él cuando joven era boxeador.
Su abuelo sabiendo que él era fuerte le propuso ser boxeador.
Al otro día su abuelo lo llevó donde su antiguo manager, quién le propone a Paquito pelear para demostrarle que tan bueno era.
En esa pelea Paquito ganó con gran diferencia a su oponente y todo el pueblo lo aplaudió.
Paquito decidió entrar a un torneo que empezaba en 3 meses, mientras peleaba en las apuestas.
Al empezar el torneo ganó a su primer rival y cambió su nombre artístico a Pacquiao.
En los cuartos de final le ganó a su rival y este “colgó los guantes”, pero tranquilos, no lo mató.
En la semifinal la tensión aumentaba, pero Pacquiao se las arregló para ganar.
La final fue Pacquiao Vs Mayweather, que fue muy igualada pero por una injusticia Pacquiao perdió.
Aunque Paquito perdió la final; ganó mucho dinero y con eso ayudó a su familia y vivió con historias para contarle a nosotros, sus nietos. Fin!