10 de ABRIL.- Pensamiento del día. Cuando ingresé a A.A. llegué a un mundo nuevo. Un mundo de sobriedad, un mundo de paz serenidad y felicidad. Pero sé que si bebo una sola copa volveré directamente a mi antiguo mundo. Aquel mundo alcohólico. Aquel mundo de conflicto y desdicha. Aquel mundo alcohólico no es un lugar agradable para vivir en él. Mirar al mundo a través del fondo de un vaso de alcohol no es divertido cuando ya se es un enfermo alcohólico.- ”¿Quiero yo volver a aquel mundo alcohólico?”
Meditación del día. El orgullo se mantiene como centinela a las puertas del alma, y no deja entrar el amor de Dios. Dios puede solo morar con el humilde y el obediente. La obediencia a la voluntad de Dios es la llave que abre la puerta del reino de Dios. Ningún hombre puede obedecer a Dios hasta el máximo de su capacidad sin percibir, con el tiempo, el amor y la respuesta de Dios a aquel amor. Los duros peldaños de piedra de la obediencia conducen a la altura del amor y el contento. Allí donde está el espíritu de Dios se encuentra nuestro hogar. Allí está el cielo para nosotros.
Oración del día. Ruego porque Dios pueda hacer su hogar en mi alma humilde y obediente. Pido poder obedecer Su dirección al máximo de mi capacidad