La granja del abuelo
Había una vez un niño de 6 años llamado Toño, que vivía con su papá y su mamá.
Un día mamá tuvo una gran idea… ¡Podemos ir a visitar la granja del abuelo!! ¡¡¡Siiiiiiii!!!! ¡Vamos a la granja del abueloooo! ¡¡¡Excelente idea cariño!!!
Toño, papá y mamá se subieron a su coche y partieron rumbo a la granja, iban muy contentos observando el paisaje en la carretera…
Ya estando en la granja, Toño pudo ver todos los animalitos que el abuelo tenía allí y descubrir sus sonidos… Coc Be e e e e e e Mmmm uuuuu Guau guau...
Al entrar al gallinero, Toño descubrió que las gallinas habían puesto huevos…
¡Entonces observó que un enorme gallo se acercaba, se le notaba una cresta muy grande y roja que se le movía mucho cuando cantaba… Ki ki ri kiiiii
El abuelito llevó a Toño a donde se encontraban los cerdos… ¡Que feo huele! Son estos puerquitos que siempre se la pasan aquí.
Después fueron al establo donde estaban entre tantos animales: un hermoso caballo con pelo de puntas blancas, un simpático burrito y un bonito caballito poni que siempre cargaba un sombrero vaquero. ¡Qué bonitos animales tienes abue…! Qué bueno que te hayan gustado los animalitos de mi granja…
¡Te prometo que voy a venir más seguido a tu granja para seguir conociendo a los animalitos… ! Pues yo aquí te estaré esperando y te recibiré con gusto cada vez que puedas venir con tus papás…
Toño, papá y mamá se subieron a su coche y partieron rumbo a la ciudad donde vivían, iban muy contentos de haber disfrutado de un grandioso día en la naturaleza…