Bautismo de Jesús
Después de las fiestas de Navidad, la Liturgia nos presenta el inicio de la vida pública de Jesús.
La 1ª Lectura habla de un misterioso "Siervo" escogido por Dios y enviado a los hombres para instaurar un mundo de justicia y de paz.
En la 2ª Lectura Pedro nos presenta a Jesús que una vez bautizado en el Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo, y pasó haciendo el bien.
El Evangelio narra el Batismo de Jesús. Jesús aparece como el Hijo enviado por el Padre, sobre quien reposa el Espíritu, y cuya misión es realizar la liberación de los hombres.
Jesús quiso ser bautizado por Juan, para solidarizarse con el hombre pecador, identificarse con él, comenzar con él el camino hacia la Libertad.
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: Yo os bautizo con agua;
pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
En un bautismo general, Jesús también se bautizó.
Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma,
TÚ ERES MI HIJO EL AMADO, EL PREDILECTO. y vino una voz del cielo:
El Señor bendice a su pueblo con la paz. Salmo 28 El Señor bendice a su pueblo con la paz.
El Señor bendice a su pueblo con la paz. Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor, postraos ante el Señor en el atrio sagrado. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
El Señor bendice a su pueblo con la paz. La voz del Señor sobres las aguas, el Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
El Señor bendice a su pueblo con la paz. El Dios de la gloria ha tronado. En su templo, un grito unánime: ¡Gloria! El Señor se sienta por encima del aguacero. El Señor se sienta como rey eterno El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Aleluya Los cielos se abrieron y se oyó la voz del Padre: Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo.