Con asombro me entero que en mi país, se envían millones de mensajes de texto al mes. Hasta fines del 2005 habían teléfonos celulares y en menos de cinco años, la cantidad de cibers creció el 1333%. Las computadoras se venden en cuotas en la misma tienda donde venden colchones y en cualquier casa humilde pueden tener un par de televisores. A l o, t e e s t a s c o m u n i c a n d o ?
Pero al final de todo este derroche de sistemas de comunicación, cabe la pregunta: ¿Con quién nos estamos comunicando? Si usted camina por las calles y escucha las quejas de la gente, los argumentos son muy parecidos: -Mi marido casi no me habla, se la pasa pegado al Tele! -Dicen las esposas… -No puedo hablar con mis padres, para ellos todo lo que hago es malo! -Dice un joven… -Mi jefe nunca escucha mis quejas- -Dice el empleado… -Los diputados no se ponen de acuerdo para crear leyes- Dicen las noticias… -Casi no tengo tiempo para hablar con mis amigos- -Dice un profesional…
Entonces para qué nos sirven tantas líneas de celulares y tantos s? ¿En qué las estamos utilizando? Si nos vamos a pedir la opinión de psicólogos y psiquiatras, ellos nos dicen: “Mis pacientes sufren de aislamiento”. El fruto de esto es palpable: divorcios, abusos domésticos y todo tipo de violencia emocional. Parece que una gran mayoría de los problemas de nuestro país son un subproducto de “la poca comunicación”.
…Sin tiempo para llamar al abuelo o al hijo, mucho menos conversar con aquel amigo que está en el hospital. La gente corre de aquí para allá con el celular pegado a la oreja y no tenemos tiempo para detenernos y decir cosas tan simples como: “Gracias”… Nos olvidamos del pobre que vive bajo el puente, del anciano en el asilo que nadie visita, del huérfano que no recibe regalos… Lástima tanto gasto en celulares ! Lástima tanto !
Haga el intento, un día a la semana apague el celular y la TV, siéntese con su familia o con sus amigos y hábleles bastante, averigüe como está la vida de su gente querida… Texto: El fanático electrizado 2006