El secreto de la Señora Luna Cuento escrito por 4to. Grado Profesora: Sra. Lis Ibarrola de Sheehan
Una maestra muy particular Había una vez una escuela muy normal, pero que tenía algo diferente: ¡Una maestra extraterrestre!
Una persona como todas La señora Luna era como todas las demás maestras, excepto que todos los viernes faltaba a la escuela y los niños pensaban que ella estaba enferma o que tenía un problema familiar.
Vamos a investigar… Un día los niños decidieron investigar qué era lo que estaba pasando. Entonces un jueves después de la escuela, subieron a sus bicicletas y siguieron a la maestra hasta su casa.
Llegaron a la casa… Cuando llegaron a la casa vieron desde la ventana que la Sra. Luna se acercaba a algo parecido a una nave y apretaba un botón que la abría. Ahí en un descuido de la señora Luna, los niños entraron a la nave y se escondieron.
Nos enteramos del secreto Cuando la nave despegó, los niños decidieron explorar pero la maestra los descubrió y les dijo: -¡Niños! ¿Qué hacen aquí? -Señora Luna, no se enoje, pero queremos saber ¿Por qué usted siempre falta a la escuela los viernes? - Bueno, es una larga historia...
La Sra. Luna tiene una familia - Por favor señora, ¡necesitamos saber! Allí la señora Luna no tuvo más opción que contarles: - Yo siempre miraba la tierra desde mi casa en la luna y me parecía ¡muy bonita! Un día decidí ir a trabajar y: ¡Encontré la escuela de ustedes! Pero no puedo dejar a mi familia y como el viaje es largo, tengo que salir de la tierra los viernes muy temprano...
Visitamos a la maestra Los niños pidieron a la maestra ir a visitar su casa en la luna. Como ya estaban en camino y el tiempo en el espacio no es el mismo que en la tierra... la maestra los llevó con ella. Entonces los niños fueron a la casa de la señora Luna y conocieron a sus padres y hermanos y estuvieron muy felices, pero pronto se dieron cuenta de que la luna no era tan linda ni divertida como la tierra...
Extrañamos a nuestra familia Y dijeron a la Sra. Luna: - ¿Podemos volver a la tierra? Extrañamos mucho a nuestras familias, amigos, la naturaleza, ¡la escuela! Entonces la Sra. Luna y los niños volvieron a la tierra muy contentos y desde entonces, ya no se preguntan a dónde va la maestra todos los viernes.
Moraleja: Te tiene que gustar tu maestra, ¡no importa de qué planeta sea! (broma....)
Moraleja (de verdad...): No importa de dónde son las personas ni cómo son por fuera, lo importante es cómo son por dentro.