EL NUEVO CONTRATO SOCIAL DEL SIGLO XXI

Música: Astrakan Café, de Anouar Brahem TrioAnouar Brahem Trio

NUEVO CONTRATO SOCIAL: ¿Lo acepto? ¿No lo acepto?... No sé, no sé... ¡Pero si ya lo está aceptando cada día... con sólo levantarse e ir a trabajar!

1. Acepto la despiadada competitividad como base de nuestro sistema, aunque soy consciente de que la misma engendra dolor, ira y frustración a la inmensa mayoría de los perdedores. Nuestro Nuevo Contrato Social dice:

2. Acepto que diariamente me humillen o me exploten, a condición de que se me permita humillar o explotar a otro que ocupe un lugar inferior en la pirámide social.

3. Acepto remunerar generosamente a los bancos para que inviertan mis ingresos a su antojo y no me den ninguna parte de sus gigantescas ganancias. Acepto también que me descuenten una fuerte comisión por prestarme dinero, el cual proviene exclusivamente de los otros clientes.

4. Acepto que congelemos o tiremos diariamente toneladas de comida para que los índices bursátiles no se derrumben..., aunque a la larga, como lo constatamos ahora, acaben derrumbándose.

5. Acepto que, en caso de irreversibles daños físicos, sea ilegal poner fin a mi propia vida, rápidamente y sin sufrimiento inútil. Tolero, en cambio, que se me mate lentamente, inhalando o ingiriendo sustancias tóxicas autorizadas por los poderes públicos.

6. Acepto que el principal gasto público esté destinado a las guerras tecnificadas en las que no se dirime nada relacionado con nuestro destino, y una de cuyas finalidades es fomentar la prosperidad de la industria armamentística, la cual puede de este modo deshacerse de su enorme stock de armas y facilitar el desarrollo de la economía mundial.

7. Acepto el amplio dominio ejercido por el petróleo en nuestra economía, por costosa, sucia y contaminante que sea dicha energía, y estoy totalmente de acuerdo en impedir todo intento de sustituir al petróleo. Si acaso se descubriera algún medio gratuito e ilimitado de producir energía, es evidente que su gratuidad constituiría nuestra perdición.

8. Acepto que se divida a la opinión pública mediante partidos de derecha y de izquierda, cuyo principal pasatiempo consiste en pelearse entre ellos, haciéndome creer de esta manera que el Sistema está mejorando y avanzando.

9. Acepto que el poder de forjar y difundir ideas y creencias, antes ostentado por la religión (cuya validez como credo privado de quienes creen en ella está fuera de duda) se encuentre hoy en manos de hombres de negocios, quienes disponen con su dinero del poder de controlar los Estados y ponerlos a su servicio.

10. Acepto que la idea de la felicidad se reduzca a la comodidad; que la idea del amor se reduzca al sexo, y la de libertad, a la satisfacción de todos los deseos. Esto es, en efecto, lo que me repite la publicidad cada día, pues cuanto más infeliz soy, más consumo. Estoy plenamente de acuerdo con ello, pues así cumplo mi papel contribuyendo al sano y buen funcionamiento de nuestra economía.

11. Acepto que el valor de una persona sea siempre proporcional a su cuenta bancaria, apreciándose su utilidad en función de su productividad y no de sus cualidades, y quedando cualquier persona excluida del sistema si no produce lo suficiente.

12. Acepto que se recompense exageradamente a los deportistas famosos y a los actores taquilleros, mientras se premia mucho menos a los profesores y a los médicos encargados de la educación y de la salud de nuestras futuras generaciones.

13. Acepto que se destierre de la sociedad a las personas mayores, cuya experiencia y sabiduría podría sernos útil, pues somos la civilización más evolucionada de toda la Historia y no necesitamos ni de esa experiencia ni de esa sabiduría. Por ello, todos los ancianos sobran.

14. Acepto que todos los días se me muestren las noticias más negativas y aterradoras del mundo, para que así pueda apreciar hasta qué punto mi situación es normal, y cuánta suerte tengo de vivir en una sociedad tan moderna. Sé que mantener el miedo en nuestros espíritus es realmente beneficioso para todos nosotros.

15. Acepto que los industriales, militares y jefes de Estado celebren reuniones regularmente para adoptar decisiones que comprometen el porvenir de la vida, la salud y el bienestar del planeta y de todos nosotros.

16. Acepto consumir gustosamente la carne vacuna tratada con abundancia de hormonas sin que se me avise claramente del riesgo que corro.

17. Acepto que se establezca en el mundo entero el cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), permitiendo así a las multinacionales agroalimentarias modificar genéticamente las plantas, patentar nuevos seres vivos, amasar ganancias considerables y tener bajo su yugo a toda la agricultura mundial.

18. Acepto que los bancos internacionales presten dinero a los países que quieren más armas, y que sean los bancos quienes determinen de tal modo qué países se harán la guerra y cuáles no. Soy consciente de que es mejor financiar a los dos bandos en conflicto, pues así se está seguro de ganar el máximo dinero prolongando largo tiempo los conflictos.

19. Acepto la búsqueda desesperada del beneficio económico como fin supremo de la existencia, y la acumulación de riqueza como la máxima realización de la vida humana, la cual se encuentra de este modo rebosante de grandeza y de sentido.

20. Acepto como algo necesario, útil y natural la destrucción de los bosques, la casi desaparición de los peces en los ríos, y de la vida en los océanos. Acepto la extinción de las especies animales y el aumento de la contaminación industrial, así como la dispersión de venenos químicos y de elementos radiactivos en la naturaleza.

21. Acepto la utilización de toda clase de aditivos químicos en las máquinas, en la tierra y en mi alimentación, porque estoy convencido de que, si se añaden, es porque, como dice la publicidad, son útiles e inocuos.

22. Acepto esta situación y todas las del Sistema actual, porque corresponde a las máximas cotas de progreso, libertad y democracia de que han disfrutado nunca los hombres.

23. Acepto ser a diario tratado como ganado en todas mis actividades, pues así lo aceptan todos los demás lo aceptan, ateniéndome de tal modo a la norma primera de un sistema democrático: las mayorías deciden, y lo hacen siempre con enorme sabiduría y razón.

24. Acepto el sistema sin plantear ninguna objeción. Estoy de acuerdo, asimismo, en no formular ninguna oposición verdadera, pues estoy demasiado ocupado con mi subsistencia y con el resto de mis preocupaciones. Incluso acepto defender a muerte este Nuevo Contrato Social si cualquier persona me lo pide o si alguien lo ataca.

25. Acepto en mi alma, mente y conciencia la realidad de este Contrato que el Sistema coloca hoy ante de mis ojos, pues siempre he preferido ver la realidad de las cosas tal como quienes mandan me las presentan.

Líderes políticos del mundo: sé que todos ustedes sólo actúan por mi bien, por el de todos y por el del Sistema. Por eso les doy las gracias.

NUESTRO SILENCIO... ES NUESTRO SUICIDIO Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos. (Miguel de Unamuno) ¡No sea cómplice! ¡No se calle! Haga que sus amigos reciban este mensaje. Envíeselo con sólo pulsar en el logo.