Te damos las gracias, Señor, por este gran jardín de la tierra, donde frutas y verduras hacen una fiesta.
Te damos las gracias, Señor, por el dormir del sol, que pone el cielo del otoño más bonito de colores.
Y así llega la noche, el plácido tiempo de nuestro descanso
Por esta agua de manantial que pasa fresca y clara, por la brisa que calma el calor del sol, te damos gracias, Señor.
Por los árboles y las flores, te damos gracias, Señor.
Te damos gracias por la mano tendida cuando el desaliento nos acecha, por la generosidad suscitada, por el deseo de ayudar a aquellos que sufren bajo su carga.
Y por la mirada llena de ternura que da calor a nuestro corazón.
Por la amistad, te damos gracias...
Y por la compañía cariñosa de las personas, que despierta nuestro gusto por vivir, te damos gracias, Señor.
Y por el alimento de tu Palabra que satisface nuestra hambre de conocerte.
Y por tu Espíritu, que nos hace superar los miedos y nos da valentía para ser buenos... Te damos gracias, Señor.
Así sea, AMÉN
Hay regalos de parte de Dios ¡reconócelos! ¡reconócelos!
¡GRACIAS!