La intuición espiritual de los fundadores LAS CUATRO EDADES La intuición espiritual de los fundadores

FUENTES Constituciones Regla de Vida “El BP, la BM y la comunidad primitiva” (J. V. González) “Las cuatro edades de Jesús” (Mª Javier Echecópar) “El fin de nuestro instituto” (A. Huselmans) “La comunidad quiere evocar las cuatro edades de Cristo” (J. V. González) “Suivre le Christ avec le Bon Père. Retracer les 4 âges de Notre Seigneur Jésus Christ” (B. Couronne)

PERSPECTIVA HISTÓRICA

“[Dios] quiere una orden que esté destinada a adorar su Corazón, a reparar los ultrajes que recibe, que entre en el sufrimiento interior de este Corazón, que evoque las cuatro edades de su vida” BM 33 (Billete dirigido al P. Coudrin) “Desde hace ocho años, hay en la diócesis de Poitiers dos confraternidades bajo el título de celadores del amor de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, adoradores perpetuos, que van al Corazón de Jesús por el Corazón de María..., tratan de realizar en sí mismos las varias edades de Cristo, es decir: la infancia, la adolescencia, la vida apostólica y la vida crucificada, según lo propio de cada sociedad”. (Suplica del B.P. al papa el 2/10/1801) “En compendio, las cuatro edades de Nuestro Señor Jesucristo deben, como ud. lo sabe, formar la base de nuestro Instituto” (BP 473. Carta a HL. 29/08/1814) “El fin de nuestro instituto es: 1º Imitar las cuatro edades de Nuestro Señor Jesucristo; su infancia, su vida oculta, su vida evangélica y su vida crucificada. 2º Propagar la devoción de los Sagrados Corazones de Jesús y de María”. (De las primeras Constituciones de los hermanos y las hermanas, aprobadas en 1817)

Primeras intuiciones de los fundadores. Ser memorial de Jesucristo. “La vida de nuestro divino salvador es el modelo de todos los cristianos y particularmente de las comunidades religiosas. Llenos de este pensamiento hemos concebido el deseo de evocar en el conjunto de nuestro establecimiento las cuatro edades de Jesucristo: su infancia, su vida oculta, su vida evangélica, en fin su vida crucificada .” (HL. Tercera Memoria 24/01/1815) “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Gal. 2, 20) Ideal semejante al de toda vida cristiana Ausencia de un desarrollo sistemático. Búsqueda de una aplicación práctica.

CONSTITUCIONES DE 1825 1. El fin de nuestro instituto es evocar las cuatro edades de nuestro Señor Jesucristo, su infancia, su vida oculta, su vida evangélica y su vida crucificada, y propagar la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. 2. Para evocar la Infancia de Jesucristo, educamos gratuitamente niños pobres de ambos sexos. Abrimos escuelas gratuitas para todos los niños pobres que no pueden ser educados en nuestras casas. Recibimos internos de ambos sexos. Los hermanos en particular, preparan con sus desvelos a las funciones del ministerio sagrado a los jóvenes alumnos del clero. 3. Nos esforzamos en evocar la vida oculta de Jesucristo, reparando por la adoración perpetua del santísimo sacramento, las injurias hechas a los Sagrados Corazones de Jesús y de María por los crímenes enormes de los pecadores. 4. Los hermanos evocan la vida evangélica del Salvador, por la predicación del evangelio y por las misiones. 5. Por fin, tenemos que recordar, en cuanto dependa de nosotros, la vida crucificada de nuestro divino Salvador, practicando con celo y prudencia las obras de la mortificación cristiana, sobre todo, reprimiendo nuestros sentidos.

CONSTITUCIONES DE 1825 Presentación de espacios pastorales. Inclusión de la adoración perpetua. (Formas de mortificación propias de la época) Especificidad / concreción a la misión. Sólo se atiende a la “dimensión exterior” de las cuatro edades. P. Alejandro Sorieul – Conferencia (1845)

SIGLO XX (Mediados del siglo) Diálogo entre el P. Antoine Huselmans y el P. René Baetseliere sobre el fin de la congregación: ¿la consagración a los SS.CC. o la imitación de las cuatro edades?. Ausencia de la cuestión en la Regla de Vida (1970) y las Constituciones (1990) Introducción de la expresión: CONTEMPLAR, VIVIR Y ANUNCIAR EL AMOR DE DIOS (Constituciones Cap. 1 Vocación y Misión. Art. 2)

S. XXI Recuperación del interés por la cuestión de las cuatro edades. Evitar una visión excluyente, que sólo se fije en su “dimensión exterior”. Las cuatro edades como una intuición e itinerario “espiritual”. Manera de vivir la consagración religiosa y de estar en el mundo.

INFANCIA DE JESÚS Una vida de HUMILDAD y ABANDONO

El tiempo de la FILIACIÓN. Confianza y aceptación de la PROVIDENCIA. “Para comprender la manera de honrar o de imitar la Santa Infancia hay que imaginar cómo era [Jesús] de niño, es decir, sus disposiciones interiores y exteriores” (P. Alejandro Sorieul, Conferencia 16/10/1845) El tiempo de la FILIACIÓN. Confianza y aceptación de la PROVIDENCIA. La experiencia de la FRAGILIDAD. Ser de la FAMILIA DE DIOS.

VIDA OCULTA ABAJAMIENTO y ADORACIÓN “Vida oculta de Nuestro Señor Jesucristo. Y les estaba sometido. […] Daba entonces un grande ejemplo de abajamiento”. (P. Alejandro Sorieul, Conferencia 16/10/1845)

El SILENCIO que hace germinar la propia vocación. Evitar la separación entre acción y espiritualidad. Reenamorarse de la Eucaristía. “El precioso don de la presencia de Dios” (BM) Sin el “diálogo íntimo con Dios” no hay verdadera misión. Una vida ausente de silencios es una vida vacía.

VIDA PÚBLICA COMPROMISO POR LA PAZ Y LA JUSTICIA “Nuestra Reverenda Madre supo también que los misioneros debían tener el primer lugar en la Orden, porque la vida apostólica de Jesucristo que deben imitar, encierra el complemento de perfecciones de las otras edades de su vida.” (GB Memorias 71 y 73)

El tiempo del anuncio del Reino. La actividad apostólica como ACTO DE AMOR. Compromiso por la paz y la justicia. Auténtica opción por los pobres. “Estar entre los pobres” como criterio de nuestras estructuras y proyectos. Hermanos que comparten PASIÓN y MISIÓN.

VIDA CRUCIFICADA FIDELIDAD A LA COMUNIDAD Y A LA CONGREGACIÓN “[Dios] quiere que se entre particularmente en la crucifixión interior de su corazón” BM 33 (Billete dirigido al P. Coudrin)

Llamados a adentrarnos en los misterios del sufrimiento de Cristo. “Sea que se nos persiga, sea que se nos deje en paz, seamos hijos de la Cruz. ¡Que nuestros sentimientos ardan del deseo de sacrificarnos… y todo irá a merced de su voluntad que yo siento y quiero sentir hasta mi muerte siempre adorable! (BP. Carta del 4.8.1804)” Llamados a adentrarnos en los misterios del sufrimiento de Cristo. Acoger el sufrimiento cuando llega. Como el Siervo, ser siervos en la comunidad, en la misión, entre los hombres. La OBEDIENCIA como máxima expresión de la Cruz. Vivir en FIDELIDAD.