Lo que la Biblia dice… EVANGELISMO Cuarta Parte

¿Por qué debemos evangelizar? Debemos evangelizar porque el amor de Cristo nos controla (gr. sunexo = sostener algo junto, mantener unido, controlar, obligar de allí constreñir). (2 Corintios 5:14). Es el amor de Dios por nosotros, no nuestro amor por ÉL. El amor ágape se origina en Dios, nunca en los seres humanos. Nuestra motivación siempre está mesclada con el amor «eros» o con el amor «philos».

¿Por qué debemos evangelizar? No hay mayor motivación para el evangelismo que el amor agape, el amor de Dios. El amor de Dios no es una hermosa emoción. El amor de Dios nos motiva a decir a otros acerca de Dios. El amor de Dios nos motiva a amar al mundo con hechos de amor, de justicia y de misericordia.

¿Por qué debemos evangelizar? El amor de Dios nos motiva a vivir una vida de demostración de amor. D. L. Moody decía que no hay poder donde no hay amor.

¿Por qué debemos hacer discipulos? Porque el amor de Cristo nos lo demanda y Cristo mismo nos lo manda. Hechos 1:8 nos dice lo siguiente: El Espíritu Santo inicia, supervisa, energiza y lleva a cabo el propósito de Dios de edificar su iglesia. Los apóstoles son los representantes de Jesucristo y los agentes iniciales del Espíritu Santo. Testificar es el medio más importante para alcanzar el propósito de Dios. Jesucristo es el contenido mismo del mensaje. El Mundo es la esfera en donde la gracia de Dios debe ser predicada.

¿Por qué debemos hacer discipulos? La autoridad de Jesucristo. (Mateo 28:18) Significa (exousia) = «fuera del ser». Jesús clama autoridad porque el mismo fue resucitado y ha triunfado sobre la muerte. El mandamiento de Cristo. La misión en el Antiguo Testamento fue centripeta. La misión en el Nuevo Testamento es centrifuga.

¿Por qué debemos hacer discipulos? La promesa de la presencia de Dios. Jesús hizo posible que los discípulos salieran a las naciones e hicieran discípulos por su presencia. Mt. 28:19-20. La «Gran Comisión» sería imposible sin la presencia de Cristo con nosotros en la persona del Espíritu Santo.

¿Por qué debemos hacer discipulos? Si nos dedicamos a bautizar sin enseñar, vamos en contra del mandato de Cristo. Hacer nuevos discípulos y enseñar les la verdad a esos discípulos, debería ser nuestra prioridad, no el alcanzar números.