LA BELLA DURMIENTE

Hace mucho tiempo nació una princesita. Sus padres decidieron llamarla Aurora y anunciaron que cuando creciera, se casaría con Felipe, príncipe de un reino vecino….

Para festejar su nacimiento, los reyes hicieron una gran fiesta Para festejar su nacimiento, los reyes hicieron una gran fiesta. Tres hadas buenas le otorgaron a la princesita dones especiales. Una le regalo belleza, otra le regalo una melodiosa voz.. Pero antes de que hablara la tercera…

Apareció maléfica y dijo, despechada por no haber sido invitada, “¡a los dieciséis años te pincharás con la guja de una rueca y morirás!” El regalo de primavera, el hada que faltaba, fue cambiar el hechizo de maléfica: la princesa no morirá solo dormirá hasta que un beso de amor la despertara de su profundo sueño.

Por su seguridad, la princesa se marchó a vivir con las hadas. El día que aurora cumplió 16 años la enviaron al bosque para preparar una sorpresa..

Aurora paseaba por el bosque con sus amigos los animalitos. De pronto se apreció un apuesto joven. Aurora jamás se imagino que él era ¡el príncipe Felipe!

Esa tarde, Aurora regreso al palacio a vivir con sus padres. Pero por la noche, mediante un hechizo, maléfica llevó a la princesa hasta una torre solitaria.

Una vez allí, la princesa toca la aguja de la rueca y se pincho el dedo. En el acto cayo en un profundo sueño. Para enviar la terrible tristeza de los reyes, las hadas durmieron a todos los habitantes del castillo.

Maléfica, mientras tanto, encerró al príncipe Felipe en un calabozo. Con ayuda de las hadas, el logro salir de ahí, y ellas le entregaron una espada y un escudo mágico. Al llegar a las puertas del castillo, el hada malvada se convirtió en ¡Un horrible dragón!, pero el príncipe logro vencerlo…

Finalmente, Felipe llego a la torre y encontró a la bella durmiente. El príncipe la beso con amor, ¡entonces Aurora despertó!. De inmediato todos recobraron la conciencia, ¡y los reyes sintieron una gran alegría al ver a su hija sana y salva!.

Poco después, se anuncio la boda de la princesa aurora y el príncipe Felipe. El castillo se lleno de música y de alegres risas con motivo de la boda.los reyes y la gente del pueblo celebraron regocijados. ¡Y así, todos fueron muy felices!