NAVIDAD DE MAR Y SUEÑO Menceyes guanches - CANDELARIA - Tenerife - Islas Canarias – España. – Homenaje a sus pueblos y a sus gentes.
En el horizonte se alza, leve, la primera luz. Amanece … En el horizonte se alza, leve, la primera luz.
Primero se alarga una cinta rojiza y pálida sobre el límite justo del agua, allí donde el mar se hace nube, y el cielo se confunde con la ola, templada y sobria. Apenas un aliento, la brisa se despereza ...
Hasta que, de pronto, un sol, rojamente firme, se alza sobre la majestad del mar …
Una barca breve y de silencio recorre, de puntillas, los umbrales de la playa, y se detiene, esperanzada, sobre un banco de peces ... - “¡Callaos -se gritan- es el hombre!”... Y se pierden en rápidos temblores de espuma.
Hubo un tiempo en que las cosas se sentían seguras en sus manos. “El hombre” … ¡ Y qué palabra ! Hubo un tiempo en que las cosas se sentían seguras en sus manos. Después, la naturaleza toda se pobló de miedos …
las palabras más antiguas y no reconocía su sentido. Gritaba: Escuchaba las palabras más antiguas y no reconocía su sentido. Gritaba: “niño”, “viento”, “mujer”, “entrañas”, “árbol”... y nadie respondía: “soy yo, amigo”.
Hasta que un día...
La luna, con asombro, se detiene en la noche. Mira a los lados, y sólo halla la hoguera mínima de unos pastores vigilantes. En el umbral del alba, se desperezan del sueño...
Mirad ... allí, al otro lado del camino, en el portal viejo... ¿ O no es un sueño ? Mirad ... allí, al otro lado del camino, en el portal viejo... ¡Corramos a ver qué está pasando!
Y así de sencillo fue el primer encuentro. El llanto de un niño descifraba de nuevo el antiguo nombre de las cosas, y acariciaba, por siempre, el frescor último de la mañana. La mañana perenne de la primera Navidad.
¡ Feliz Navidad, amigos ! Texto y fotografía: P. Lorenzo Pascua, o.p. - Menceyes: Esculturas en bronce de José Abad.