Creció ante Dios como un retoño y fue como raíz en tierra seca. Privado de belleza o apariencia, o aspecto que pudiera impresionarnos.
Despreciado, desecho de la gente. Hombre de dolores, sabedor de sufrimientos…
Y ERA NUESTRA LA CULPA QUE LLEVABA, EL MAL QUE LO APLASTABA, EL PRECIO QUE PAGÓ
Errantes todos como ovejas, marchaba cada cual por su camino. Y descargó el Señor sobre su espalda,
…la multitud de nuestras rebeldías. Humillado, calló y no abrió su boca. Como un cordero llevado al matadero…
Y ERA NUESTRA LA CULPA QUE LLEVABA, EL MAL QUE LO APLASTABA, EL PRECIO QUE PAGÓ
Lo destrozó tanta amargura. Lo quiso Dios así, y Él se ha ofrecido. Siervo inocente, nos hará inocentes.
“Verá la luz mi siervo dolorido y su herencia será una muchedumbre. Por ella, entregado. Para ella, enaltecido”
SU CASTIGO LA PAZ NOS HA ALCANZADO. ¡SUS LLAGAS NOS CURARON! ¡FELIZ QUIEN LO CREYÓ!