C Al llegar al aula, el profesor pide una explicación y luego dice: "Usted puede reportar el incidente al director y pedir una indemnización por los lentes - así que me da un lápiz y papel y añade -, pero reflexione sobre lo que haces". "Es verdad -pienso-: estoy aquí, delante de la cátedra, con la posibilidad de suspender a un compañero“. Levanto mis ojos, todos me miran, pero no como yo fuera el culpable - aunque en realidad un poco de culpa ¡yo también lo tengo! Comprendo que tengo el apoyo de toda la clase cualquiera que sea la decisión que tome. En este momento pienso en la Palabra de Vida, a todo lo que estoy viviendo, en la primera persona, con otros chicos y decido: quiero que este compañero se sienta amado. Doy gracias al maestro, pero no tengo ninguna intención de presentar la denuncia. Vuelvo al banco y limpio los lentes tratando de enderezarlos. Lo logro, ¡Qué satisfacción! En el recreo todos me preguntan cómo estoy, pero por dentro siento que ahora me toca a mí dar un paso. Así que me acerco a ese compañero: "¡Discúlpame!" Espero que se me ría en la cara y en cambio, me contesta: "No importa, estas cosas pasan". Bien, hice lo que tenía que hacer y ahora falta sólo una cosa: disfrutar de la merienda con mis amigos! Estoy feliz. Entonces oigo que alguien me llama. Me doy la vuelta, es él que increíblemente me dice: "¡Discúlpame, también tu!" G. - Italy uando había iniciado la escuela, llegó un nuevo compañero. No le iba bien, a pesar de las numerosas ayudas de los profesores; no es fácil para que él encajar en la clase. Durante una reunión, empieza a darme empujones repetidamente. Esto me irrita mucho y yo intento varias veces decirle que se detenga, pero fue en vano. Entonces extiendo el brazo para alejarlo, pero con la intención de defenderme, sin querer, le doy una bofetada. Mi compañero no duda en devolverlo y mis lentes, después de un largo vuelo, ¡caen al suelo! Cualquier otra persona en mi lugar habría empezado un combate de boxeo, pero quiero mantener la calma. En el silencio general de la clase que mira la escena, respondo a sus provocaciones sólo con palabras. EL PERDÓN ¡VENCE! A partir de un comentario de Chiara Lubich - Adaptación Centro Gen 3 “P ERDONA LA OFENSA A TU PRÓJIMO Y, CUANDO RECES, TUS PECADOS TE SERÁN PERDONADOS ” D IOS PERDONA PORQUE, COMO CUALQUIER PADRE Y CUALQUIER MADRE, QUIERE A SUS HIJOS, Y POR ESO LES DISCULPA SIEMPRE, CUBRE SUS ERRORES, LES DA CONFIANZA Y LOS ALIENTA SIN CANSARSE NUNCA. >> ¡Multiplico el perdón! A D IOS NO LE BASTA CON AMAR Y PERDONAR A SUS HIJOS E HIJAS. S U GRAN DESEO ES QUE SE TRATEN COMO HERMANOS Y HERMANAS, QUE ESTÉN DE ACUERDO, QUE SE QUIERAN, QUE SE AMEN. L A FRATERNIDAD UNIVERSAL : ESTE ES EL GRAN PROYECTO DE D IOS SOBRE LA HUMANIDAD. D IOS NOS ESCUCHA Y NOS PERDONA EN LA MEDIDA EN QUE SEPAMOS PERDONAR. PALABRA DE VIDA Si 28,2 P ERDONAR ES LA EXPRESIÓN DE UNA VALENTÍA EXTREMA, ES AMOR VERDADERO, EL MÁS AUTÉNTICO PORQUE ES EL MÁS DESINTERESADO. VALOR QUIERE DECIR PERDONAR A TODOS TENER CADA MAÑANA VERÉ CON UNA MIRADA NUEVA A TODOS AQUELLOS CON QUIENES ME ENCUENTRE – EN LA FAMILIA, EN CLASE, CON LOS AMIGOS –, DISPUESTO A PASAR POR ALTO LO QUE NO ESTÉ BIEN EN SU MODO DE ACTUAR, DISPUESTO A NO JUZGAR … MARCO UNA LENTE LAS VECES QUE HE PERDONADO A ALGUIEN.