Un día por la calle un ciego se tropezó con un invalido que caminaba arrastras; y le dijo
Discúlpeme amigo, voy apurado por que ya es tarde para el curso de ciegos y tengo hambre y también estoy cansado de tropezar con tantas cosas y personas aun que no se quien es usted le ruego que me guie algunos pasos por favor…
No se disculpe amigo que si se tropieza con tantas cosas es verdaderamente que esta que esta ciego; hay amigo no ha visto a la clase de palo que esta a su lado.
Amigo digo algo. Dijo,el ciego hacemos buena pareja usted un invalido y yo un ciego juntos podemos recorrer el mundo usted me conduce por los caminos que recorramos y yo lo cargo.
Entonces el invalido fue diciéndole y dándole pistas al ciego; hasta que el ciego lo cargo. Y el invalido empezó a darle pistas para ir hacia el restaurante las maravillas
Y así fue el ciego y el invalido por tenerse confianza en si mismos triunfaron y pudieron andar comiendo, echando chistes y descansando.
REFLEXIÓN: Esta historia nos da a conocer que uno en la vida con las personas conocidas o que se le ve el espíritu de bondad uno debe tenerle confianza para así poder recorrer los caminos de la vida.