Lectio divina del Salmo dominical Domingo IV de Pascua Hch 13, : Sabed que nos dedicamos a los gentiles. Sal 99,2.3.5: Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Ap 7,9.14b-17: El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Jn 10,27-30: Yo doy la vida eterna a mis ovejas.

Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores.

Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.

Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.

Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… Salmo 99 (100) 1 [Salmo. Para la acción de gracias.] Aclama al Señor, tierra entera, 2 servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. 3 Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. 4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre: 5 "El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades". Si quieres escuchar el original hebreo, pincha aquí

Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos º: salmos y 5º: salmos Lectio Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Salmo 99: Alegría de los que entran el en templo. Dentro del cuarto libro, este salmo es la conclusión del grupo de ocho salmos a YHWH-Rey (salmos ).

El salmo 99 es un himno de alabanza y acción de gracias. Es un canto procesional destinado a la entronización del Señor, de ahí su marcado carácter litúrgico. Parece, por su estructura, que era cantado a dos coros cuando se llegaba al templo: -Coro 1º: Alegría por la elección del pueblo. (vv. 1-3) -Coro 2º: Alegría por la bondad divina. (vv. 4-5) Con todo, a pesar de su sencillez, no pasemos de largo ante este breve pero denso salmo. Aclama al Señor, tierra entera: Somos liturgos, mediadores entre Dios y la creación. Por nuestro medio, unidos al gran Mediador que es Jesucristo, toda la creación alaba al Señor. Servid al Señor con alegría: este “servid” denota “culto”. Se trata de una alabanza a Dios que abarca todas las dimensiones de la vida. Y eso, con alegría. El Señor es Dios, Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño: es la fórmula de alianza y profesión de fe. Por tanto, ¡vivamos confiados en las manos del Señor! Entrad con acción de gracias: Necesitamos recordar y vivir la gratuidad. Bendiciendo su Nombre: Ex 34,6. Todo ello encarnado en Jesucristo. Por tanto, toda nuestra vida y liturgia ha de ser: acoger, experimentar y ofrecer la Misericordia. Lectio : ¿Qué dice el texto?

Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Repitamos con gozo la antífona del salmo de este domingo como eco del grito jubiloso de los gentiles de Antioquía de Pisidia: ¡Ellos también son pueblo de Dios, destinatarios de la misericordia de Dios porque Dios también hace alianza con ellos! El Señor también ha hecho alianza con nosotros, ¡sirvamos al Señor con alegría, somos Suyos! Meditatio : Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo.

Entrad en su presencia con vítores. Escuchemos las aclamaciones de la inmensa muchedumbre de toda raza, lengua, pueblo y nación que está de pie, delante del Cordero. Ellos ya están seguros en la Presencia del Pastor de sus vidas, nosotros caminamos hacia allí… Cantemos con gozo este salmo, ensayemos los vítores aquí con nuestra voz y nuestra vida…

Su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. Jesucristo, el Buen Pastor, nos da la vida eterna. A todos nos invita, ¿escuchamos su Voz? Nos dice la 1ª lectura que “los que estaban destinados a la vida eterna, creyeron”. Todos estamos destinados a ella. Es nuestra libertad la que puede rechazar este destino… Basta con reconocer que el Señor es Dios, que Él nos hizo y somos suyos, y nadie podrá arrebatarnos de la mano del Padre.

Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Te damos gracias, Señor, porque con tu Resurrección nos has hecho pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño. Haz que escuchemos siempre tu voz y te sirvamos con alegría porque tu bondad, tu misericordia y tu fidelidad son eternas. Amén. ¡Aleluya!

Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… “Sabed que el Señor es Dios, él nos hizo y somos suyos, no nos hicimos nosotros. Él nos ha creado: Todo ha sido hecho por él, y sin él nada se hizo. Somos su pueblo y ovejas de su redil. Somos muchas ovejas y una sola oveja: todo el rebaño, y una sola oveja. ¡Y qué amorosísimo pastor tenemos! Deja las noventa y nueve, y desciende de lo alto a buscar una; y la carga sobre sus hombros, redimida con su sangre. Murió sin temor por la oveja el pastor que, resucitado, la poseyó. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas proclamando con acción de gracias. Que entre el rebaño por las puertas; no se quede fuera, y vengan los lobos. ¿Y cómo ha de entrar? Por la confesión. Tu puerta, es decir, tu inicio, sea la confesión, el sincerarte con él. Alabad el nombre del Señor, porque es bueno. No creáis que vais a dejar de alabarlo. Vuestra alabanza será como el alimento: cuanto más lo alabéis, tanto más crecerá vuestra energía, y tanto más dulce será aquel a quien alabáis. Alabad su nombre, porque el Señor es dulce. Su misericordia es eterna.» (S AN A GUSTÍN, Comentario al Salmo 99, )S AN A GUSTÍN

Servid al Señor con alegría. Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…