. El 28 de Junio Honduras amaneció distinta. Con un silencio que enloquecía. Las hondureñas y hondureños poco a poco fuimos entendiendo. Había un golpe de Estado. Nos golpearon nuestra pequeña democracia incipiente. Nos golpearon la dignidad.

Un presidente en pijama sacado de su casa con arma en la mano y montado en un avión.

Y de pronto… una Honduras que en una noche se empezó a parecer aquella oscura y dolorosa, que pensamos quedo atrás.

Y como dice el cantante: Corren buenos tiempos para la bandada de los que se amoldan a todo con tal de que no les falte de nada Tiempos fabulosos para sacar tajada de desastres consentidos y catástrofes provocadas Tiempos como nunca para el crimen impune y la caza de brujas.

Corren buenos tiempos para esos caballeros locos por salvarnos la vida a costa de cortarnos el cuello Corren buenos tiempos preferentemente para los de toda la vida, para los mismos de siempre.

Democracia, democracia. ¡Cómo duele verte así!

Ay! Utopía, cómo te quiero porque les alborotas el gallinero. ¡Ay! ¡Ay, Utopía, que alumbras los candiles del nuevo día!

Quieren ponerle cadenas Pero, ¿quién es quien le pone puertas al monte?

Para la libertad, mis ojos y mis manos

Ay! Utopía, incorregible que no tiene bastante con lo posible. ¡Ay! ¡Ay, Utopía que levanta huracanes de rebeldía!

Me reconozco en los que quedarán, en las amigas abrigas, locas lindas de la justicia y bichas voladoras de la belleza y demás vagas y mal entretenidas, que andan por ahí y por ahí seguiran, como seguirán las estrellas de la noche y las olas del mar

Me reconozco en los que quedarán, en las amigas abrigas, locas lindas de la justicia y bichas voladoras de la belleza y demás vagas y mal entretenidas, que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas del mar

Caminante son tus huellas el camino y nada mas Caminante no hay camino se hace camino al andar al andar se hace camino y al volver la vista atras se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar caminante no hay camino sino estelas en la mar.

No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca no te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo

" La Iglesia se predica desde los pobres y no nos avergonzamos nunca de decir: la Iglesia de los pobres, porque entre los pobres quiso poner Cristo su cátedra de redención.". (Homilía Romero 24 de diciembre de 1978, VI p. 76).

Vas a parir felicidad yo te lo anuncio tierra virgen tras resecarte dividida y no hallar nada que te alivie como un abono inesperado absorberás la sangre humilde

Soy la mujer que piensa. Algún día mis ojos encenderán luciérnagas.

Defender la alegría como una trinchera defenderla del caos y de las pesadillas de la ajada miseria y de los miserables de las ausencias breves y las definitivas