Se van haciendo pocos los instantes y cortos los momentos que le restan a este apartado de nuestra historia, que se llamó Un período cargado de aprendizajes, de anécdotas, de descubrimientos de seres, lugares y acontecimientos que marcaron nuestra pequeña historia, de-vida. Poco a poco las imágenes se desdibujan en nuestros sentidos y se convierten, tan solo, en recuerdos. Es tiempo de cernir las experiencias, de dejar pasar solo lo que nos alimenta; de desechar lo que nos hizo y nos hace daño. Es el momento de agradecer a los que nos acompañaron de corazón, pero mucho más a los que lo hicieron de obligación.
De recordar con emoción cada instante: los alegres, los tristes, los de concentración, los de ofuscación... Los malentendidos. Por supuesto, los que nos integraron en medio de sonrisas e inolvidables conversaciones... En pocos días, el 2005 hará parte del pasado. Ante nosotros se impone un nuevo año cargado de momentos por vivir, de lugares por habitar, de seres para acompañar, de experiencias para afrontar con intensidad. Vamos a recibir el 2006 con la firme convicción de que será el periodo de cristalización de nuestras esperanzas, de nuestros sueños. El mejor año de nuestra historia.
Feliz Navidad Próspero 2006 ELIGIO PALACIO