SILENCIO 29.03.2017 12:36:47
Dejemos que se posen nuestras aspiraciones, nuestras carencias, nuestras abundancias. Son demasiado punzantes y nos aíslan, nos desmayan, nos extravían, nos alejan. Texto: José F. Moratiel – Presentación: Asun Gutiérrez – Música: The sounds of silence.
Amenazan esta vida frágil que yace dentro casi adormecida. Andamos embebidos en nuestras cosas. Nos cercan. Nos acosan.
Dejemos que el silencio invada nuestra intimidad, que acaricie las heridas cotidianas, el cansancio.
El silencio es el triunfo de la vida, de la proximidad, de la cercanía.
Hacer silencio, hacer sitio a los otros, es ceder el espacio más soleado del corazón a alguien que llega y llama; hacer silencio es abrir, hacer silencio es bajar la guardia y dejar de estar a la defensiva.
Como lo único que hay que tener en cuenta es el Señor, hay que entregarse con pasión al silencio.
Andamos embebidos en nuestras cosas. Dejemos que se posen nuestras aspiraciones, nuestras carencias, nuestras abundancias. Son demasiado punzantes y nos aíslan, nos desmayan, nos extravían, nos alejan. Amenazan esta vida frágil que yace dentro casi adormecida. Andamos embebidos en nuestras cosas. Nos cercan. Nos acosan. Dejemos que el silencio invada nuestra intimidad, que acaricie las heridas cotidianas, el cansancio. El silencio es el triunfo de la vida, de la proximidad, de la cercanía. Hacer silencio, hacer sitio a los otros, es ceder el espacio más soleado del corazón a alguien que llega y llama; hacer silencio es abrir, hacer silencio es bajar la guardia y dejar de estar a la defensiva. Como lo único que hay que tener en cuenta es el Señor, hay que entregarse con pasión al silencio. José F. Moratiel
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