El koala y el delfín Karen Daniela Gómez Álvarez Paulina Hidalgo Foronda 9°a

O Hubo una vez en Australia un joven y rebelde Koala que huía de su familia, él se encontraba perdido en la costa y desesperado por comida, mientras hurgaba en una palmera dejo caer un coco al mar, y golpeó a un delfín que paseaba por ahí.

-Oye! Pequeño intruso me has golpeado en la cabeza. -No me importa… tengo mucha hambre.

- Tal vez yo puedo ayudarte. -¿Por qué quiere usted ayudarme? -¿Por qué no habría de hacerlo? Contesto amablemente el delfín.

O Aquella tarde los intereses de ambos eran muy cercanos, pues se encontraban en una búsqueda de vida o muerte. Aunque el koala no daba muy buena impresión, el delfín sabía en el fondo que podían ayudarse mutuamente.

O -Escucho ofertas. Dijo con apatía el Koala moribundo. O -Sube a mi lomo, te llevaré a dar un paseo por los increíbles corales marinos y luego puedo compartirte algo de mi almuerzo. O -No. Mi pelaje es demasiado bello y suave y el agua marina puede hacerme daño.

O Ante el rechazo del Koala, el Delfín se quedó en silencio un momento esperando otra respuesta y efectivamente al cabo de unos segundos el joven rebelde cambio de parecer.Está bien el hambre me ha derrotado, pero ojalá que el paseo sea breve ¡quiero comida! -Sube rápido yo también ando de afán.

O Mientras tanto el delfín se ingeniaba una manera para que su amigo turista aceptara una proposición que salvaría la vida de su hija enferma. Lastimosamente este no se veía para nada solidario y la idea de regresar a la isla en busca de una medicina para alguien que él Koala no había visto jamás en su vida lo saco en poco de quicio.

Tú estás completamente loco! En estos momentos muero de hambre, estoy solo en el mar y acepte mojar mi pelaje para esto. -Necesito tu ayuda, pues yo no puedo trepar a los árboles, mi hija está muy mal y creo que toda esta comida va a darte las energías suficientes.

O El Koala al ver una pequeña cueva repleta de manjares, postres y tortas de eucalipto no paro de comer como loco, mientras tanto el delfín solo lloraba con su familia sin perder la esperanza. Frente a la escena tan nostálgica el Koala recordó su hogar y con la panza llena pudo pensarlo mejor, al final trajo la medicina y pudo ayudar a la familia delfín luego regreso con la suya y siguió comiendo pero en los gigantescos arboles australianos.

O MORALEJA: Recuerda siempre ayudar a quien lo necesite, pues nunca se sabe quién va a estar ahí en un momento de necesidad.