La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Vimos que en todas las religiones hay sacrificios y que los había en el Antiguo Testamento. A Dios no le satisfacían los sacrificios del Ant. Testamento,

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Vimos que en todas las religiones hay sacrificios y que los había en el Antiguo Testamento. A Dios no le satisfacían los sacrificios del Ant. Testamento,"— Transcripción de la presentación:

1

2

3 Vimos que en todas las religiones hay sacrificios y que los había en el Antiguo Testamento. A Dios no le satisfacían los sacrificios del Ant. Testamento, y menos los de otras religiones.

4 La palabra “sacrificio” significa hacer sagrado algo que no es sagrado. La humanidad no lo era, pues se había desacralizado por el pecado. En el sacrificio de Jesús en la cruz está toda la grandiosidad de lo que habían sido, en su mínima expresión, otros sacrificios.

5 Lo primero que debemos tener por cierto es que el sacrificio de Jesús en el Calvario es el único verdadero sacrificio de toda la creación, de toda la humanidad, a Dios.

6 El único sacrificio que podía ser verdadero y satisfactorio era que Dios mismo se sacrificase. Esto era porque los pecados tienen una repercusión infinita, porque infinita es la distancia entre el hombre y el creador. Esa ofensa del hombre contra Dios sólo se podía satisfacer con un verdadero sacrificio de valor infinito.

7 Alguno tendrá dificultad para ver cómo en la muerte de Jesucristo hubo un verdadero sacrificio, pues la ocasionaron los verdugos. Jesús era la víctima y el sacerdote; pero no podía darse a sí mismo la muerte, pues hubiera sido un suicidio. Debemos entender bien esto para luego entender el sacrificio de la Misa.

8 El sacrificio no consiste precisamente en la muerte de la víctima o no lo realiza quien mata a la víctima. Consiste en la ofrenda ritual hecha a Dios de una cosa sensible, reducida por la inmolación al estado de víctima. Así en el Ant. Test. muchas veces no era el sacerdote quien mataba el cordero (u otro animal) sino un ayudante, pero era el sacerdote quien lo ofrecía con diversos ritos.

9 La esencia del sacrificio consistía en la ofrenda del sacrificio agradable a Dios. En la muerte de Jesús fueron manos sacrílegas las que hicieron la inmolación. Pero Él, el supremo sacerdote, fue quien se ofreció como víctima santa para aplacar al Padre ofendido.

10 La muerte de Jesús en la cruz fue un verdadero sacrificio, porque murió libremente. Si Él hubiera querido, hubiera bajado sano de la cruz. O antes hubiera hecho que los que habían ido a prenderle en Getsemaní no se hubieran levantado del suelo o hubiera llamado a legiones de ángeles o tantas cosas. Jesús se ofreció al Padre y se sacrificó derramando su sangre por nuestra salvación.

11 Con su muerte nos justificará y nuestras culpas soportará. Automático

12 Con su muerte nos justificará y nuestras culpas soportará.

13

14

15 Son nuestras dolencias las que Él llevaba

16

17 Con su muerte nos justificará y nuestras culpas soportará.

18 Con su muerte nos justificará y nuestras culpas soportará. Hacer CLICK

19 Desde el principio decimos que la santa Misa es el verdadero sacrificio de nuestra religión. También decimos que el sacrificio de Jesús en la cruz fue el único verdadero sacrificio. Un sacrificio que fue total y absoluto. Por lo tanto no tiene porqué repetirse. En realidad Jesús no vuelve a morir.

20 Todo esto aparece en san Juan cuando nos dice que Jesús es “propiciación por los pecados”. Y más extensamente lo expone san Pablo en la carta a los romanos y a los gálatas. Y más claramente se dice en la carta a los hebreos. La primera carta de san Pedro (cap.13) nos dice que “Cristo se ofreció una vez para siempre”. No es como los sacrificios paganos que debían repetirse. El sacrificio de Jesús no se puede repetir.

21 Y no se puede repetir el sacrificio de Cristo, porque es perfecto, tan perfecto que no necesita repetición. La señal de que el Padre Eterno aceptó este sacrificio de Jesús es la Resurrección, la Ascensión y Pentecostés. El sacrificio de Cristo en la cruz tiene un valor tan grande que alcanza a todos los tiempos y a todos los seres humanos.

22 ¿Y qué pasa con la Misa, que hemos dicho que es un verdadero sacrificio? ES EL MISMO SACRIFICIO DE LA CRUZ. No es que se repita el sacrificio y menos que Jesús vuelva a morir. En la Eucaristía Jesús se hace presente en estado de víctima. Es el mismo Cristo redentor que se ofrece por nosotros en esta nueva presencia.

23 Vimos ampliamente que Jesucristo está presente en la Eucaristía. Ahora decimos que está como sacrificio redentor por nosotros, como entregándose en sacrificio a Dios Padre. Está como sacrificio, porque se hace presente el mismo sacrificio de la cruz, aunque ahora está glorioso y triunfante en el cielo. Pero está con nosotros y por nosotros.

24 Con nosotros está el Señor, con nosotros; Automático

25 su palabra es camino y verdad.

26 Y en la mesa del altar nuestra vida, nuestra vida.

27 Por nosotros está en el altar,

28 por nosotros su cuerpo es manjar,

29

30

31 Con nosotros está el Señor, con nosotros

32

33 Hacer CLICK

34 El concilio de Trento llama a la Eucaristía: “Memorial de la muerte de Cristo”. No es sólo memoria, recuerdo; es “memorial”. Siempre lo ha entendido así la Iglesia: Memorial y representación del sacrificio de la cruz. Un memorial anticipado que se estaba ya realizando en la Última Cena.

35 En la Última Cena Jesús decía: “Esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros”. Era el mismo cuerpo que se iba a entregar, pero ya en estado de entrega. Estaba ya presente de una manera anticipada el mismo sacrificio de la cruz. Estaba presente, como dicen: en estado sacrificial de la cruz. La santa Misa es la misma representación (volver a estar presente) como en la Última Cena.

36 San Pablo nos dice: “Cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que Él venga”. Está diciendo que cuantas veces se celebra la santa Misa, estamos anunciando la muerte del Señor, estamos como reviviendo, haciendo presente su sacrificio. Entre muchos autores antiguos que hablaban de esto, hay un comentario famoso de san Juan Crisóstomo que dice:

37 “¿Acaso no presentamos oblaciones todos los días? Ciertamente, pero al hacerlo, hacemos conmemoración de su muerte, y esta oblación es una, no muchas. ¿Cómo puede ser una y no muchas? Porque fue ofrecida una sola vez, como aquella que se ofrecía en el Sancta Sanctorum. Esto es tipo de aquélla, y ésta de aquélla, pues siempre ofrecemos el mismo Cordero, no hoy uno y mañana otro, sino siempre lo mismo. Y por esta razón el sacrificio es siempre uno; de lo contrario, ya que se ofrece en muchas partes, tendría que haber también muchos Cristos. Pero de ningún modo, sino que en todas partes es uno el Cristo, que está entero aquí, y entero allí, un solo cuerpo. Pues como Cristo, que se ofrece en muchas partes de la tierra es un solo cuerpo y no muchos cuerpos así también es uno el sacrificio. Nuestro Pontífice es aquel que ofreció la hostia que nos purifica: Y ahora ofrecemos también aquella misma hostia que entonces fue ofrecida y que jamás se consumirá; esto se hace en memoria de lo que entonces sucedió: Haced esto, dice, en memoria mía. No hacemos otro sacrificio, como lo hacía entonces el pontífice, sino que siempre ofrecemos el mismo, o mejor, hacemos conmemoración del sacrificio”. (San Juan Crisóstomo).

38 Por lo tanto la Eucaristía es sacrificio, porque es la memoria realizada ahora del sacrificio de la cruz. No es sólo un recuerdo, sino que se realiza o más bien se hace presente el mismo sacrificio de la cruz. En toda obra humana normalmente lo pasado es pasado y lo presente es presente. Pero en la Eucaristía lo pasado se hace presente. Esto es lo que significa ser memorial.

39 Ciertamente que en la Misa también hay una memoria o recuerdo. Por eso es obligatorio, siempre que se pueda, poner una cruz que sea visible junto al altar (o en el altar o detrás del altar). Una cruz con el crucificado. De alguna manera tenemos una represen- tación externa de la pasión de Jesús.

40 En la Misa no se trata de tener una representación dramática de la Pasión del Señor, sino que hay una realidad. Y esa realidad encierra todo el vigor y esencia de lo que tenía la muerte de Jesús en la cruz para redimirnos de los pecados. Y así se hace presente en todas las misas que se celebran en todo el mundo.

41 Este hacerse presente Jesús en la misa con todo su vigor sacrificial de la cruz los santos Padres lo decían con palabras diversas, pues les era difícil expresarlo. Alguno habla de: imitar, o símbolo, o tipo y copia. Pero fue aclarándose, como lo hace san Gregorio Magno.

42 Quede en claro que la Misa es un verdadero sacrificio, porque se hace nuevamente presente el único verdadero sacrificio de Cristo en la cruz. Hay dos conclusiones concretas para nuestra vida. Una es que en la Misa se nos están dando las mismas gracias que mereció Jesús en la cruz. Recibirlas dependerá de nuestra participación, como iremos diciendo más adelante.

43 La segunda es nuestra actitud externa ante la Misa. Hay personas que piensan cómo estarían de fervorosas si hubieran podido estar externamente ante Jesús crucificado, juntamente con la Santísima Virgen. Pues así debemos estar en la Misa. Terminamos recordando las palabras de san Pablo: “Cada vez que comemos de este pan…”

44 y bebemos de este cáliz, Automático

45 anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

46

47

48

49 por la que hemos de resucitar

50

51

52 Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,

53 anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

54 AMÉN


Descargar ppt "Vimos que en todas las religiones hay sacrificios y que los había en el Antiguo Testamento. A Dios no le satisfacían los sacrificios del Ant. Testamento,"

Presentaciones similares


Anuncios Google