M ENSAJE. A. Suele suceder que en alguna etapa temprana de nuestra vida, a veces con la dirección de nuestros padres, marcamos una ruta que, según nosotros,

Presentación del tema: "M ENSAJE. A. Suele suceder que en alguna etapa temprana de nuestra vida, a veces con la dirección de nuestros padres, marcamos una ruta que, según nosotros,"— Transcripción de la presentación:

1 M ENSAJE

2 A. Suele suceder que en alguna etapa temprana de nuestra vida, a veces con la dirección de nuestros padres, marcamos una ruta que, según nosotros, nos llevará derechito al éxito. B. Lo cierto es que los caminos de nuestra ruta terrenal raras veces son derechos, parejos, fáciles.

3 1. ¿Recuerda usted a Moisés? 2. Vemos este mismo principio en acción en la vida de José. 3. ¿Qué diríamos del Apóstol Pablo? 4. Y lo mismo sucede en nuestra vida. Los caminos de Dios a veces dan giros muy extraños y nuestra ruta pocas veces resulta ser lo que planeamos al principio; pero Dios siempre logra Sus propósitos buenos en nuestra vida, si somos obedientes y pacientes.

4 Éxodo13:17-22

5 El pasaje muestra cómo Dios llevó a Israel a lo largo de una ruta indirecta hacia la tierra prometida para asegurarse de que llegaran a ella. En el camino les proveyó de un constante recordatorio de Sus buenas intenciones y de una evidencia visible de Su presencia entre ellos.

6 Los cristianos necesitamos entender que Dios siempre guía nuestras vidas conforme a Su sabiduría y a Sus propósitos para nosotros.

7 ¿Por qué decimos esto, y cuál es nuestra base para decirlo?

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9 A.- Antecedentes B.- La situación en el momento que narra el pasaje. Si usted examina un mapa que trace ruta del éxodo vería que entre el punto de partida -- al que llamaremos Punto A -- al lugar de destino – que llamaremos Punto B -- la ruta más directa y más fácil era de Tanis a Pelusium, a Rhinocolura, y a Gaza, Ascalón y Asdod, las principales ciudades de los Filisteos.

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11 De ahí a Canaán sólo eran unos cuantos kilómetros más. En condiciones normales, ellos podrían haber cubierto la distancia total -- alrededor de 300 kilómetros – y llegar a su destino en unos seis a ocho días. Sin embargo, ellos no siguieron esa ruta. ¿Por qué no siguieron esa ruta?

12 C.- Antes de responder a esa pregunta, lo cual haremos en nuestro siguiente pensamiento, permíteme recordarte lo que mencionamos en nuestra Introducción.

13 Ahora estamos listos para responder a la pregunta que formulamos hace un instante. Si el propósito de Dios era llevar a Su pueblo a la Tierra Prometida, ¿por qué no los llevó por la ruta más directa y más fácil? La respuesta es que no era la voluntad de Dios que ellos siguieran esa ruta. Pero ¿por qué?

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15 A.- Si volviésemos a examinar el mapa de la salida de Israel de Egipto con rumbo a la tierra de Canaán veríamos que la ruta que siguieron fue de lo más complicada y opuesta a lo racional, que era la ruta directa del comercio. Pero Dios tenía -- y tiene -- un conocimiento perfecto de Su pueblo. Nadie lo conoce mejor que Él.

16 En otras palabras, si Dios los hubiera llevado por la ruta directa, ellos jamás habrían llegado a su destino. Por eso Dios no los llevó por la ruta directa y más fácil, sino que los hizo rodear por el desierto del Mar Rojo. Una cosa debe quedarnos clara: Dios había prometido llevar a Su pueblo a la Tierra prometida, e iban a llegar. De eso Dios se haría cargo, como finalmente lo hizo.

17 B.- Si Aplicando por un momento esta lección a nuestra vida, nosotros los cristianos tenemos que entender que Dios está comprometido a cumplir Sus buenos propósitos en nuestra vida, llevarnos a la “tierra prometida”, a alcanzar una buena preparación académica, a obtener un buen empleo, a formar una familia, y muchas otras cosas.

18 Pero Dios también sabe que si seguimos por la ruta más directa y más fácil, algo en esa ruta podría impedirnos llegar con seguridad a nuestro pretendido destino. 1. A veces los padres se esfuerzan para enviar a los hijos a estudiar en mejores escuelas que son caras… 2. Un joven recibió un auto -- no nuevo pero en buenas condiciones -- de su padre. El padre le dijo “Es todo lo que tengo. Úsalo para trabajar.”

19 3. Aquella joven de mediana edad finalmente se encontró con su príncipe azul. Un joven extranjero culto, bien parecido y de dinero. ¿Podremos entenderlo alguna vez? Que es mejor dejar que Dios nos lleve por Sus caminos, conforme a Sus propósitos. Si no aprendemos la lección estamos en riesgo de caer nuevamente.

20 En el caso de Israel, el texto hace mención de dos características peculiares a esta marcha:

21 A. Dios les dio un recordatorio visible de Sus buenas intenciones. 1. El ataúd con los huesos de José era un recordatorio visible de que, aunque momentáneamente su ruta los llevaba hacia el sur, su destino final era Canaán. 1. El ataúd con los huesos de José era un recordatorio visible de que, aunque momentáneamente su ruta los llevaba hacia el sur, su destino final era Canaán. 2. En medio de nuestro zigzagueante camino, Dios siempre encuentra alguna manera de recordarnos Sus buenas intenciones. ILUSTRACIÓN:

22 B. Dios también les dio evidencia visible de Su presencia con ellos. 1. La nube, que apareció en la vida de Israel en ese momento y permaneció con ellos hasta que terminaron. (Éx. 40:36-38). 1. La nube, que apareció en la vida de Israel en ese momento y permaneció con ellos hasta que terminaron. (Éx. 40:36-38). 2. ¡Qué maravilla! Dios mismo dirigiendo y protegiendo a Su pueblo en su camino a la Tierra Prometida. “Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día ni de noche la columna de fuego.” Y aun hoy, Dios sigue dirigiéndonos y protegiéndonos a Sus hijos y a Su iglesia por Su Espíritu Santo.

23 A. Dios nos conoce como nadie más.. B. Él quiere – y puede – guiarnos con seguridad por los mejores caminos para nosotros, aunque muchas veces nosotros no habríamos escogido esos caminos.

24 C. Será posible que Dios te esté mostrando Su camino y tú estés obstinado en seguir otro. Recuerda: Éste sería un buen momento para ceder tu voluntad a Él.

25 D.- Él guió a Su pueblo personalmente en su ruta por el desierto. Él quiere guiarte a ti en tu ruta por esa vida, por medio de Su Palabra y de Su Espíritu Santo.

26 ¿Eres tú ya un hijo de Dios? Dios no puede dirigirte si no le das a Él control de tu vida personal, y ese control se inicia dándole tu corazón, invitándolo a venir a tu vida y gobernarla completamente. ¿Quisieras tomar esta decisión ahora? Puedes hacerlo diciendo una breve oración en tu corazón en la que te reconmoces como pecador y aceptas que le necesitas más que cualquiera otra cosa o persona en el mundo.

27 ¿Quieres tomar esa decisión? Tómala, y compártela con nosotros.

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