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Solemnidad de Pentecostés

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Presentación del tema: "Solemnidad de Pentecostés"— Transcripción de la presentación:

1

2 Solemnidad de Pentecostés
Ciclo A Solemnidad de Pentecostés «Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes. Reciban al Espíritu Santo»

3 manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre;
Ven, Espíritu Divino manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

4 Santos del Día • Santa Calíopa. Mártir
• San Clodulfo. Francia ( †660 ) Obispo • San Fortunato de Fano. Italia Obispo • San Gildardo de Rouen. Francia ( †514 ) Obispo • San Guillermo Fitzherbert. Reino Unido ( †1154) Confesor, Obispo • Beato Jacobo Berthieu. Francia (1838 †1896 ) Jesuita • Beato Juan Davy. Reino Unido ( †1537 ) Diácono, Mártir, Monje • Beata María del Divino Corazón de Jesús. Oporto, Portugal ( †1899 ) Religiosa • Beata María Teresa Chiramel Mankidiyan. Kerala, India ( †1926 ) Ermitaña, Fundadora. • San Maximino. Francia • San Medardo. Francia ( †560 ) Obispo • Beato Nicolás de Gesturi Medda. Italia ( †1958 ) • San Salustiano. Confesor • San Sabiniano. Abad

5 María del Divino Corazón
Droste de Vischering 1863 † 1899 Nació en Münster, Alemania. Sus padres eran el condes. De niña vivió la persecución de obispos y sacerdotes en la Alemania liberal del siglo XIX. A los quince años le impresionaron las siguientes palabras de un sacerdote: “No podemos brindarle a Jesús más que un corazón sincero totalmente entregado.” Cuando terminó su educación quiso ingresar al convento, pero se lo impidió su débil salud. Hizo voto de castidad y comenzó a vivir más intensamente la oración y el apostolado en su familia. Ayudaba a jóvenes abandonadas y a prostitutas en el hospital que atendían las Hermanas del Buen Pastor. A los veinticinco años su salud mejoró para ser admitida en el convento de Münster. Ruega por nosotros Fue superiora y logró un convento ejemplar, pero contrajo una enfermedad que la dejó paralítica Mi misión en la tierra, había dicho, se completará en cuanto se haga la consagración del mundo al Sagrado Corazón y que realizó el papa León XIII el 11 de junio de 1899.

6 En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Espíritu Santo dame un corazón humilde para recibir la Palabra de Dios, y hazme dócil a sus divinas enseñanzas.

7 Primera Lectura - Hechos 2,1-11
1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. 2 De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. 3 Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. 4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.

8 5 Había en Jerusalén judíos piadosos,
Venidos de todas las naciones del mundo. 6 Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. 7 Con gran admiración y estupor decían: «¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? 8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? 9 Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, 11 judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios». Palabra de Dios Te alabamos Señor

9 «Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar»
Esta segunda parte de los hechos de los apóstoles, Lucas relata la Instauración del Reino en Cristo Jesús por obra del Espíritu Santo. Y la Iglesia ha de tomar posesión de él y constituirlo en «kairós» precioso de salvación.

10 Esa es la misión de la Iglesia: encarnar, en su contingencia, una realidad -Reino de Dios-
que pertenece a la eternidad. La Iglesia no puede mirar al futuro y disponer de él, como propiedad suya, ni mantenerse en pie, sin un poder que los supere a sí mismos: el Espíritu Santo. Jesús lo ha prometidos y Dios lo concede en su nombre: un bautismo en el Espíritu Santo. El texto, en efecto, habla de «bautismo». La Iglesia comienza a vivir en la gloria y de la gloria de Cristo Resucitado; en el «bautismo» -recordemos el de Cristo- la unción del Espíritu y la misión en su nombre.

11 y los reúne en convivencia fraterna.
La acción del Espíritu salta al mundo, imponente, como testimonio de salvación para todos los pueblos y los reúne en convivencia fraterna. Son las líneas fundamentales del organismo vivo de la Iglesia: voz creativa de Dios que testifica su voluntad operativa de transformar al hombre, individuo y sociedad, en imagen perfecta del Dios Trino y Uno en Cristo Jesús.

12 Salmo 104(103) 1ab.24ac.29bc-30.31.34 1 Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad 2 y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo. 29 Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. 30 Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. 31 ¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! 34 que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor.

13 «Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra»
Este salmo proclama a Dios admirable en las obras de la creación. Para el creyente, la creación se hace transparente, y ve en ella la mano de Dios. Especialmente, en el misterio de la vida. Una misma palabra, "ruah", designa en hebreo el viento, el aliento y el espíritu vital (los traductores griegos lo llamarán pneuma, y los latinos spiritus).

14 Si un hombre, animal o planta muere, el salmista que contempla la naturaleza entiende que Dios
le ha retirado el ruah, y por eso vuelve al polvo de donde había salido. Pero Dios no cesa de enviar su espíritu a la tierra, renovando así la creación y repoblando la faz de la tierra. Todo aliento de vida de la creación es una participación o reflejo del ruah de Dios. Si hay vida sobre la tierra es porque Dios no cesa de enviar su aliento. Por eso la vida es sagrada. El gesto de Jesús exhalando su aliento sobre los discípulos sugiere el sentido cristiano de este salmo.

15 Segunda Lectura - I Corintios 12,3b-7.12-13
3 Hermanos: nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado por el Espíritu Santo. 4 Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. 5 Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. 6 Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. 7 En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común. 12 Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. 13 Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y hombres libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. Palabra de Dios Te alabamos Señor

16 «Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo»
El Apóstol no habla sólo del Espíritu, sino también de Jesucristo, a quien atribuye los “ministerios”, y del Padre, a quien atribuye las “operaciones”. Sin embargo, llama a los carismas “manifestaciones del Espíritu,” atribuyéndolos solo al Espíritu. Y es que Padre, Hijo y Espíritu Santo constituyen un solo Dios con un único principio de acción, que es la naturaleza divina.

17 Los carismas, pues, proceden en realidad de las tres divinas personas, y es lo que el Apóstol resalta, pero son atribuidos de modo particular al Espíritu Santo, que es espíritu de amor y de santificación. Enumera primeramente el Apóstol el carisma de sabiduría, que correspondería a un don para penetrar en los misterios divinos; sigue el carisma de ciencia, que parece inferior al precedente, y correspondería a un don para saber exponer cual conviene las verdades elementales del cristianismo.

18 los mismos términos son ya suficientemente claros.
Habla luego del carisma de fe, en grado extraordinario, de plena y viva confianza en Dios, capaz de trasladar montañas. En cuanto a los carismas de curaciones y de milagros, los mismos términos son ya suficientemente claros. La profecía, mencionada también en el correspondiente pasaje de la carta a los Romanos, no aludiría tanto a la predicción del futuro, aunque tampoco eso se excluya, cuanto a poder hablar en nombre de Dios “para edificación, exhortación y consolación” de los fieles.

19 de lenguas, sería un don complemento al don de lenguas.
La “discernimiento de espíritus” parece corresponder a un don para poder determinar el origen de los fenómenos carismáticos, si proceden del bueno o del mal espíritu. Y en cuanto a la interpretación de lenguas, sería un don complemento al don de lenguas. Finalmente, queda determinar la naturaleza de los carismas: el de que el Espíritu los distribuye a cada uno según quiere en orden a la común utilidad.

20 Lectura del Santo Evangelio - Juan 20,19-23
19 Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». 20 Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. 21 Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes» 22 Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. 23 Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan».

21 Palabra de Dios Gloria a Ti, Señor Jesús

22 «Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes
«Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes. Reciban al Espíritu Santo» Cristo es el centro de la creación. Siendo Señor, se hizo siervo; dio la vida por los demás. Por ello fue exaltado. Sentado a la diestra de Dios Padre; tiene todo poder en el cielo y en la tierra; todos doblan la rodilla ante Él; Él es el Señor y Él ha de juzgar a las gentes.

23 Cristo Resucitado posee la plenitud del Espíritu.
De Él, Cristo hombre, nos viene toda gracia y todo don. Él es cabeza de la Iglesia; en torno a Él se reúnen los hombres, formando un Cuerpo. A través de Él opera la salvación. Resucitado, tiene poder para transmitir y dar este Espíritu, que perdona los pecados. Por Él se nos perdonan los pecados, rehaciendo la doble unión, que el pecado destruye, unión con Dios y unión con los hombres.

24 Él nos capacita para amarnos unos a otros como el Señor nos amó.
Él resucitará nuestros cuerpos mortales. Ésta es la maravilla que opera el Espíritu en nosotros. Él edifica la Iglesia en forma múltiple. Él infunde la gracia, Él reparte los carismas. Él mantiene y alimenta la vida de la Iglesia. Todo ello lo realiza el Espíritu que nos viene de Cristo Resucitado.

25 Gracias Señor por tu Palabra purificadora,
que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella. Señor, envíanos tu Santo Espíritu, para que renueve e ilumine nustras vidas.

26 Madre de Dios y Madre Nuestra, Virgen del Rocío,
a quien con devoción veneramos, en la entrañable advocación del Rocío: Manifiesta a tus hijos tu ternura, amparando a quienes hoy, te invocan de todo corazón. Socórrenos en nuestras necesidades, consuélanos en nuestra aflicción. Danos el auxilio de tu ayuda para salir del pecado. Y alcánzanos del Señor el perdón de las muchas culpas, con que hemos ofendido a tu Hijo Jesús. Señora Madre Nuestra :Intercede por nosotros, para que, libre de los males espirituales y temporales, sirvamos al Señor en Santidad y justicia ,todos los días de nuestra vida. Así, bajo tu amparo y patrocinio, llegaremos a tener parte contigo en el gozo del reino de los Cielos. Amén.

27 Si deseas recibir el Evangelio del Domingo
Siembra Sagrada Si deseas recibir el Evangelio del Domingo envía un correo a: Con el título: “Suscripción a Siembra Sagrada” Los archivos del mes los puedes descargar en: Servicio Gratuito con Fines Educativos


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