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LA PALABRA DE DIOS ARCHIVO #30 PROVERBIOS.

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1 LA PALABRA DE DIOS ARCHIVO #30 PROVERBIOS

2 los orientales y toda la sabiduría de Egipto" ( 1 Rey. 5. 10).
LA PALABRA DE DIOS PROVERBIOS El libro de los PROVERBIOS reúne varias colecciones de refranes, comparaciones, máximas, enigmas y alegorías, puestas en su mayoría bajo la autoridad de "Salomón, hijo de David, rey de Israel" (1. 1). Tal atribución se debe a que la tradición israelita consideraba a aquel célebre rey como el sabio por excelencia. Según el primer libro de los Reyes, él "pronunció tres mil máximas" (1 Rey ) y su sabiduría "superaba la de todos los orientales y toda la sabiduría de Egipto" ( 1 Rey ). Consta de 31 capítulos.

3 ELOGIO Y RECOMENDACIÓN DE LA SABIDURÍA A mediados del siglo V a. C
ELOGIO Y RECOMENDACIÓN DE LA SABIDURÍA A mediados del siglo V a. C., un escriba de Jerusalén recopiló varias colecciones de antiguos proverbios y compuso a manera de prólogo una larga exhortación. El maestro se dirige a sus discípulos como un padre a sus hijos y los exhorta a "prestar oído a la Sabiduría" (2. 2), para adquirir el "temor del Señor" y encontrar la "ciencia de Dios" (2. 5). Con especial insistencia, previene a los jóvenes contra el adulterio, que es una manera de quebrantar la Alianza con el Señor (2, 16-19; 5, 3-20; 6, 24–7, 27). Su enseñanza es una síntesis de toda la doctrina de los sabios, enriquecida con aportes originales, en los que se percibe la influencia de la Ley y los Profetas. En el dilema que él propone a sus discípulos, se escucha el eco de la última alocución de Moisés a Israel: "Hoy pongo delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha… Elige la vida, y vivirás" (Deut. 30, 15.19).

4 aún la tierra ni los espacios ni los primeros elementos del mundo"
Otras veces, es la Sabiduría personificada la que "hace oír su voz" (1, 20; 8. 1) para ponderar su inapreciable valor y llamar a todos a seguir sus enseñanzas. Ella fue creada antes que todas las cosas, y estaba al lado de Dios "cuando El no había hecho aún la tierra ni los espacios ni los primeros elementos del mundo" (8. 26). Ya entonces "su delicia era estar con los hijos de los hombres" (8. 31), a fin de mostrarles el camino de la vida. Este célebre poema concluye con una invitación a participar del banquete preparado por la Sabiduría para saciar a todos con sus bienes (Cf ).

5 Dentro de esta amplia gama de géneros literarios, la expresión más frecuente y característica es el aforismo o dicho breve y agudo, que encierra una verdad útil para la vida. En algunos pasajes del libro de los Proverbios, como en otros Libros sapienciales del Antiguo Testamento, se perciben notables influencias de la antigua sabiduría egipcia y oriental, e incluso se encuentran en él varias sentencias de dos sabios extranjeros ( ; ). Esto pone de manifiesto el aprecio que tenia Israel por aquella sabiduría ancestral y su capacidad para asimilarla creativamente, haciéndola compatible con las exigencias de su propia fe.

6 la adquisición de la sabiduría presupone ciertas condiciones morales.
La visión teológica expresada en el Libro es relativamente sencilla. El Señor es el Creador del mundo y todo lo ha hecho con sabiduría. Las huellas de esa sabiduría divina han quedado grabadas en cada una de sus obras. Por lo tanto, aquel que ponga todo su empeño en abrir los ojos a la realidad que lo rodea, encontrará el camino que lo lleva a la vida y lo libra de la muerte. Lo importante es buscar el orden establecido por Dios en el mundo y vivir en conformidad con él. Pero la adquisición de la sabiduría presupone ciertas condiciones morales.

7 Una actitud específicamente sapiencial es prestar atención a las advertencias y exhortaciones de los sabios, que son los portadores de una experiencia acumulada a través de los siglos. El ideal de estos sabios es descubrir y enseñar el arte de vivir bien. Lo que más les preocupa es guiar al individuo hacia la felicidad y el éxito en esta vida. Ningún aspecto de la actividad humana es indigno de su atención. De ahí que las personas de toda condición social encuentren en los Proverbios consejos adecuados a su edad o profesión: reyes, jueces y comerciantes, hombres y mujeres, pobres y ricos, jóvenes y ancianos.

8 Con frecuencia se alude a las relaciones entre padres e hijos,
entre marido y mujer, entre patrones y servidores. Su reflexión se extiende al ámbito religioso, moral, político y social, con el fin de encontrar para cada circunstancia una norma práctica fundada en la sabiduría. Este libro se abre y se cierra con una alusión al "temor del Señor" ( I . 7; ), entendido como una actitud a la vez filial y reverencial con respecto a Dios, que no sólo es el Creador del mundo sino también el Dios de la Promesa y de la Alianza. El "temor de Dios", es el principio y la coronación de la sabiduría por la que debe regirse toda la conducta humana.

9 Un aspecto desconcertante es el énfasis puesto en el
propio interés y en el éxito personal como motivaciones del comportamiento moral. Estas motivaciones, lo mismo que la idea de una retribución meramente terrena de las acciones humanas, han quedado superadas por el Evangelio. Pero hay otras riquezas de los Proverbios que mantienen plena vigencia. El amor a la sabiduría, la preocupación por encontrarla y llevarla a la práctica en circunstancias concretas de la vida, la fe en la justicia de Dios y en el gobierno divino del mundo son valores permanentes, asumidos por el Cristianismo. De hecho, el Nuevo Testamento contiene numerosas citas del libro de los Proverbios: entre ellas, merece destacarse la que se refiere a la actitud paternal con que Dios corrige a sus hijos. (Cf. Heb. l2. 5-6).

10 los incautos, y al joven, ciencia
Cap. 1 TÍTULO Y FINALIDAD DE LA OBRA Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel, para conocer la sabiduría y la instrucción, para entender las palabras profundas, para obtener una instrucción esmerada, justicia, equidad y rectitud, para dar perspicacia a los incautos, y al joven, ciencia y reflexión; para entender los proverbios y las sentencias agudas, las palabras de los sabios y sus enigmas. Que escuche el sabio, y acrecentará su saber, y el inteligente adquirirá el arte de dirigir. El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría, los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. 1, 1-7

11 ADVERTENCIA PRELIMINAR. Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre
y no rechaces la enseñanza de tu madre, 1, 8 CONTRA LAS MALAS COMPAÑIAS. Hijo mío, no los acompañes por el camino, retira tus pies de sus senderos, porque sus pies corren hacia el mal y se apresuran para derramar sangre. 1, 15-16 LLAMADO Y AMENAZAS DE LA SABIDURIA Porque a los ingenuos los mata su propio extravío y la desidia pierde a los necios, pero el que me escucha vivirá seguro y estará tranquilo, sin temer ningún mal. 1, 32-33

12 LA PROTECCION QUE DA LA SABIDURIA.
Cap.2 LA PROTECCION QUE DA LA SABIDURIA. Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas contigo mis mandamientos, prestando oído a la sabiduría e inclinando tu corazón al entendimiento; si llamas a la inteligencia y elevas tu voz hacia el entendimiento, si la buscas como si fuera plata y la exploras como un tesoro, entonces comprenderás el temor del Señor y encontrarás la ciencia de Dios. 2, 1-5 Porque el Señor da la sabiduría, de su boca proceden la ciencia y la inteligencia. Él reserva su auxilio para los hombres rectos, es un escudo para los que caminan con integridad; El protege los senderos de la equidad y cuida el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y la equidad, la rectitud y todas las sendas del bien. 2, 6-9

13 LA SABIDURIA Y EL TEMOR DEL SEÑOR.
Cap. 3 LA SABIDURIA Y EL TEMOR DEL SEÑOR. Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo a El en todos tus caminos y El allanará tus senderos. No desprecies, hijo mío, la corrección del Señor, ni te disgustes cuando El te reprende, porque el Señor reprende a los que ama como un padre a su hijo muy querido. 3, VALOR Y FRUTOS DE LA SABIDURIA. Sus caminos son caminos deliciosos y todos sus senderos son apacibles. Es un árbol de vida para los que se aferran a ella y los que la retienen son felices. 3, 17-18 LA SEGURIDAD QUE DA LA SABIDURIA. Conserva, hijo mío, la prudencia y la reflexión; que ellas no se aparten de tus ojos. Ellas serán vida para tu alma y gracia para tu cuello. Entonces irás seguro por el camino y tu pie no tropezará. 3, 21-23

14 El bendice la morada de los justos. Él se burla de los
LA AYUDA AL PROJIMO. No niegues un beneficio al que lo necesite, siempre que esté en tus manos hacerlo. No digas a tu prójimo: "Vuelve después, mañana te daré", si tienes con qué ayudarlo. 3, 27-28 LA SUERTE FINAL DE LOS IMPIOS. La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero El bendice la morada de los justos. Él se burla de los insolentes y concede su favor a los humildes. 3, 33-34

15 LA SABIDURIA, GLORIA DEL QUE LA POSEE.
Cap. 4 LA SABIDURIA, GLORIA DEL QUE LA POSEE. No la abandones, y ella te protegerá, ámala, y ella te cuidará. El comienzo de la sabiduría es tratar de adquirirla; con todo lo que poseas, adquiere la inteligencia. 4, 6-7 LA SABIDURIA, GUIA EN EL CAMINO. La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta que es pleno día. Pero el camino de los malos es como una densa oscuridad: ellos no saben dónde van a tropezar. 4, 18-19 LA SABIDURIA, FUENTE DE VIDA. Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras. Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, porque son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente. 4, 20-22

16 LOS FALSOS ENCANTOS DE LA MUJER ADULTERA.
Cap. 5 LOS FALSOS ENCANTOS DE LA MUJER ADULTERA. Porque los labios de la mujer ajena destilan miel y su paladar es más suave que el aceite, pero al final, ella es amarga como el ajenjo, cortante como una espada de doble filo. 5, 3-4 LOS PELIGROS DEL ADULTERIO. Aleja de ella tu camino y no te acerques a la entrada de su casa, no sea que entregues a otros tu honor y tus años, a un hombre cruel; que gente extraña se sacie con tu fuerza y tus trabajos vayan a parar a casa ajena, y que al fin tengas que gemir, cuando estén consumidos tu cuerpo y tu carne. 5, 8-11

17 LA FIDELIDAD CONYUGAL. Bebe el agua de tu cisterna y la que fluye de tu propio pozo. Que tus fuentes no se dispersen hacia afuera ni tus corrientes de agua, por las calles. Que ellas sean para ti solo y que no haya extraños junto a ti. ¡Bendita sea tu fuente, y encuentra tu alegría en la mujer de tu juventud, cierva amable, graciosa gacela! Que en todo tiempo te embriaguen sus amores y estés siempre prendado de su afecto. 5, 15-19

18 PELIGROS DE LAS FIANZAS.
Cap. 6 PELIGROS DE LAS FIANZAS. Hijo mío, si te has hecho garante de tu prójimo y has estrechado tu mano en favor de otro, si te has enredado con tus palabras te has dejado atrapar por tu propia boca, líbrate como una gacela de la red y como un pájaro de la mano del cazador. 6, 1-2.5 CONTRA LA PEREZA. Fíjate en la hormiga, perezoso, observa sus costumbres y aprende a ser sabio: ella, que no tiene jefe ni capataz ni dueño, se provee de alimento en verano y junta su comida durante la cosecha. 6, 6-8 CONTRA LOS MALVADOS Y SIMULADORES. En su corazón depravado maquina el mal, siempre está sembrando discordias. Por eso, llegará su ruina de repente, será destrozado de improviso y sin remedio. 6, 14-15

19 ¿Puede un hombre ponerse fuego en el pecho sin que
LAS SIETE COSAS ABOMINABLES. Hay seis cosas que detesta el Señor, y siete que son para El una abominación: los ojos altaneros, la lengua mentirosa y las manos que derraman sangre inocente; el corazón que trama proyectos malignos, los pies rápidos para correr hacia el mal, el falso testigo que profiere mentiras, y el que siembra discordias entre hermanos. 6, 16-19 CONTRA EL ADULTERIO. ¿Puede un hombre ponerse fuego en el pecho sin que se inflame su ropa? ¿Se puede caminar sobre brasas sin quemarse los pies? Eso le pasa al que se acuesta con la mujer de su prójimo: el que la toque no quedará impune. 6, 27-29

20 CONTRA LAS SEDUCCIONES DE LA MUJER ADÚLTERA.
Cap. 7 CONTRA LAS SEDUCCIONES DE LA MUJER ADÚLTERA. Observa mis preceptos, y vivirás, guarda mi enseñanza como la pupila de tus ojos. Átalos a tus dedos, escríbelos sobre la tabla de tu corazón. Di a la Sabiduría: "Tú eres mi hermana", y llama "Amiga“ a la Inteligencia, para preservarte de la mujer ajena, de la extraña que se vale de palabras seductoras. Así lo persuade con su gran desenvoltura, lo arrastra con sus labios seductores. En seguida, él la sigue, como un buey que es llevado al matadero, como un ciervo que cae en el lazo, hasta que una flecha le atraviesa el hígado, como un pájaro que se precipita en la trampa, sin advertir que está en juego su vida. 7,

21 EL LLAMADO DE LA SABIDURIA.
Cap. 8 EL LLAMADO DE LA SABIDURIA. Todas mis palabras son conformes a la justicia, no hay en ellas nada retorcido o sinuoso; todas son exactas para el que sabe entender y rectas para los que han hallado la ciencia. Adquieran mi instrucción, no la plata, y la ciencia más que el oro acrisolado. Porque la Sabiduría vale más que las perlas, y nada apetecible se le puede igualar". 8, 8-11 LOS TESOROS DE LA SABIDURIA. Yo, la Sabiduría, habito con la prudencia y poseo la ciencia de la reflexión. El temor del Señor es detestar el mal: yo detesto la soberbia, el orgullo, la mala conducta y la boca perversa. A mí me pertenecen el consejo y la habilidad, yo soy la inteligencia, mío es el poder. 8, 12-14

22 LA SABIDURIA EN LA CREACION.
El Señor me creó como primicia de sus caminos, antes de sus obras, desde siempre. Yo fui formada desde la eternidad, desde el comienzo, antes de los orígenes de la tierra. 8, 22-23 FELICIDAD DEL QUE ENCUENTRA LA SABIDURIA. Y ahora, hijos, escúchenme: ¡felices los que observan mis caminos! Escuchen la instrucción y sean sabios: ¡no la descuiden! 8, 32-33

23 EL BANQUETE DE LA SABIDURIA.
Cap. 9 EL BANQUETE DE LA SABIDURIA. "Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que yo mezclé. Abandonen la ingenuidad, y vivirán, y sigan derecho por el camino de la inteligencia". 9, 5-6 LA CORRECCION DE LOS SABIOS Y DE LOS NECIOS. No reprendas a un insolente, no sea que te odie; reprende a un sabio, y te amará. Da al sabio y se hará más sabio aún, instruye al justo y ganará en saber. El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor, y la ciencia del santo es la inteligencia. 9, 8-10 LA INVITACION DE LA NECEDAD. La señora Necedad es turbulenta, es estúpida y no sabe nada. "El que sea incauto, que venga aquí". Y al falto de entendimiento, le dice: "¡Las aguas robadas son dulces y el pan quitado a escondidas, delicioso!". 9,

24 PROVERBIOS SALOMÓNICOS. Caps. 10-22
PRIMERA COLECCIÓN DE PROVERBIOS SALOMÓNICOS. Caps En esta segunda sección se han reunido, sin ningún orden lógico, 375 máximas breves relacionadas con los temas más diversos. Cada sentencia consta de dos miembros paralelos, que se contraponen o se complementan recíprocamente. Muchos de estos proverbios no expresan un ideal de vida, sino que ponen de manifiesto objetivamente la suerte que espera a las personas de toda condición, sexo y edad, según se comporten necia o sabiamente. Una parte de esta colección se remonta a la época de Salomón, pero fue enriquecida durante el período monárquico posterior, como lo muestran las repetidas alusiones a la figura del rey (16, 10-15; 19, 12; 20, 2; 21, 1).

25 Cap. 10 PROVERBIOS DE SALOMON.
Un hijo sabio es la alegría de su padre, pero un hijo necio es la aflicción de su madre. El Señor no deja que el justo sufra hambre, pero rechaza la avidez de los malvados. El odio provoca altercados, pero el amor cubre todas las faltas. El que respeta la instrucción camina hacia la vida, pero el que rechaza la reprensión se extravía. Donde abundan las palabras nunca falta el pecado, el que refrena sus labios es un hombre precavido. La bendición del Señor es la que enriquece, y nada le añade nuestro esfuerzo. Al malvado le sucederá lo que teme, y a los justos se les dará lo que desean. Pasa la tormenta, y ya no existe el malvado, pero el justo tiene cimientos eternos. El camino del Señor es refugio para el hombre íntegro, y ruina para los que hacen el mal. 10,

26 El Señor aborrece las balanzas falseadas,
Cap. 11 El Señor aborrece las balanzas falseadas, pero le agradan las pesas exactas. La justicia del hombre íntegro allana su camino, pero el malvado cae por su maldad. El que desprecia a su prójimo es un insensato, y el hombre inteligente sabe callar. El chismoso revela los secretos, pero el hombre fiel guarda la debida reserva. Así como la justicia conduce a la vida, el que va detrás del mal camina hacia la muerte. Uno da generosamente y acrecienta su haber, otro ahorra más de la cuenta y acaba en la indigencia. El hombre generoso prosperará, y al que da de beber le saciarán la sed. El que busca ardientemente el bien se gana el favor, pero al que busca el mal, el mal lo alcanzará. El que confía en su riqueza se marchita, pero los justos crecerán como el follaje. El fruto de la justicia es árbol de vida, y el sabio cautiva los corazones. 11,

27 Cap. 12 Nadie se afianza por medio de la maldad,
pero la raíz de los justos será inconmovible. Una mujer perfecta es la corona de su marido, la desvergonzada es como caries en sus huesos. Más vale hombre sencillo que se basta a sí mismo, que jactancioso al que le falta el pan. El que cultiva su tierra se saciará de pan, pero el que persigue quimeras es un insensato. Al necio le parece que su camino es recto, pero el sabio escucha un consejo. El necio manifiesta en seguida su disgusto, pero el hombre prudente disimula una afrenta. El hombre prudente disimula lo que sabe, pero el corazón de los necios proclama su insensatez. La inquietud deprime el corazón del hombre, pero una buena palabra lo reconforta. En el sendero de la justicia está la vida, y el camino que ella sigue no lleva a la muerte. 12,

28 pero el deseo de los laboriosos
Cap. 13 Un hijo sabio ama la corrección, pero el insolente no escucha el reproche. El perezoso codicia y su deseo es vano, pero el deseo de los laboriosos será colmado. La luz de los justos resplandece, pero la lámpara de los malvados se extingue. El fatuo provoca discordias con su presunción, y la sabiduría está con los que se dejan aconsejar. La esperanza diferida enferma el corazón, el deseo colmado es un árbol de vida. El que desprecia la palabra se perderá, pero el que respeta los mandamientos será recompensado. El hombre prudente sabe bien lo que hace, pero el necio va ostentando su insensatez. Acude a los sabios, y te harás sabio, pero el que frecuenta a los necios se echa a perder. El que mezquina la vara odia a su hijo, el que lo ama se esmera por corregirlo. 13,

29 Cap. 14 El que camina con rectitud teme al Señor,
el que va por caminos tortuosos lo desprecia. De la boca del necio brota el orgullo, los labios de los sabios son su defensa. La casa de los malvados será destruida, pero la carpa de los rectos florecerá. Hay caminos que parecen rectos, pero al final son caminos de muerte. El sabio teme el mal y se aparta de él, el necio es temerario y se siente seguro. El iracundo comete locuras, el hombre reflexivo sabe aguantar. El que desprecia a su prójimo peca, pero ¡feliz el que se apiada de los humildes! El temor del Señor es un refugio seguro, que sirve de defensa para los hijos. El que tarda en enojarse muestra gran inteligencia, el iracundo pone de manifiesto su necedad. Un corazón apacible es la vida del cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. 14,

30 Una respuesta suave aplaca la ira,
Cap. 15 Una respuesta suave aplaca la ira, una palabra hiriente exacerba el furor. En casa del justo hay mucha riqueza, en las ganancias del malo hay turbación. El Señor abomina la conducta del malvado, pero ama al que va tras la justicia. Un corazón contento alegra el semblante, un corazón afligido abate el espíritu. Más vale poco con temor del Señor, que un gran tesoro con inquietud. El Señor derriba la casa de los soberbios, pero mantiene en pie los linderos de la viuda. Las malas intenciones son abominables para el Señor, pero le agradan las palabras puras. El que obtiene ganancias deshonestas perturba su casa, el que detesta el soborno vivirá. El que rechaza la corrección se desprecia a sí mismo, el que escucha una reprensión adquiere sensatez. El temor del Señor es escuela de sabiduría, y la humildad precede a la gloria. 15,

31 Encomienda tus obras al Señor, y se realizarán tus proyectos.
Cap. 16 Encomienda tus obras al Señor, y se realizarán tus proyectos. Cuando el Señor se complace en la conducta de un hombre, lo reconcilia hasta con sus mismos enemigos. Más vale poco con justicia que abundantes ganancias con injusticia. Adquirir sabiduría vale más que el oro fino, adquirir inteligencia es preferible a la plata. La senda de los hombres rectos es apartarse del mal, el que vigila su camino preserva su vida. Antes de la catástrofe está el orgullo, y antes de la caída, el espíritu altanero. El que está atento a la Palabra encontrará la dicha, y ¡feliz el que confía en el Señor! El que sabe discernir tiene fama de inteligente, y las palabras dulces son más persuasivas. Las palabras amables son un panal de miel, dulce al paladar y saludable para el cuerpo. 16,

32 Cap. 17 Mejor un mendrugo seco con tranquilidad que una casa llena de banquetes con discordia. Hay un crisol para la plata y un horno para el oro, pero el que prueba los corazones es el Señor. El que disimula una ofensa cultiva la amistad, volver sobre la cosa separa del amigo. Si alguien devuelve mal por bien, la desdicha no se apartará de su casa. Iniciar un altercado es abrir una compuerta: retírate antes que estalle la disputa. El amigo ama en cualquier ocasión, y un hermano nace para compartir la adversidad. El malvado acepta regalos bajo cuerda para torcer los senderos de la justicia. Delante del hombre inteligente está la sabiduría, pero el necio mira a cualquier parte. El que mide sus palabras es un hombre que sabe, y el que mantiene su sangre fría es inteligente. 17,

33 Cap. 18 El insensato no desea comprender,
sino revelar sus propias opiniones. La boca del insensato es su ruina y sus labios, una trampa para su vida. El nombre del Señor es una torre fortificada: el justo corre hacia ella y se pone a salvo. La fortuna del rico es su plaza fuerte, se la imagina como un muro inexpugnable. El que responde antes de escuchar muestra su necedad y se atrae el oprobio. El espíritu de un hombre lo sostiene en su enfermedad, pero ¿quién levantará a un espíritu abatido? Un corazón inteligente adquiere conocimiento, y el oído de los sabios busca la ciencia. Hay compañeros que llevan a la ruina y hay amigos más apegados que un hermano. 18,

34 La necedad del hombre pervierte su camino, y luego su corazón
Cap. 19 La necedad del hombre pervierte su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor. El testigo falso no quedará impune y el que profiere mentiras no escapará. El buen juicio de un hombre aplaca su ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa. Casa y fortuna son herencia de los padres, pero una mujer prudente es un don del Señor. El que se apiada del pobre presta al Señor, y él le devolverá el bien que hizo. Escucha el consejo y acepta la corrección, y al fin llegarás a ser sabio. Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo se realiza el designio del Señor. Lo que se espera de un hombre es la fidelidad y más vale ser pobre que mentiroso. El que maltrata a su padre y echa a su madre es un hijo que causa vergüenza y deshonor. 19,

35 El vino es excitante y la bebida turbulenta:
Cap. 20 El vino es excitante y la bebida turbulenta: el que se embriaga no se hará sabio. Es un honor para el hombre evitarlas disputas, pero el necio provoca su estallido. ¿Quién puede decir: "Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado"? Por su manera de obrar, el niño ya da a conocer si su conducta será pura y recta. No ames el sueño, para no empobrecerte, abre bien los ojos y te saciarás de pan. El calumniador descubre los secretos, no tengas nada que ver con un charlatán. Al que maldice a su padre y a su madre se le apagará la lámpara en plena oscuridad. No digas: "Voy a pagar mal con mal", espera en el Señor y El te salvará. La gloria de los jóvenes es su vigor, y el esplendor de los ancianos, los cabellos blancos. 20,

36 Al hombre le parece que todo su camino es recto, pero el Señor
Cap. 21 Al hombre le parece que todo su camino es recto, pero el Señor pesa los corazones. Practicar la justicia y el derecho agrada al Señor más que los sacrificios. Los ojos altaneros, el corazón arrogante, la luz de los malvados: todo eso es pecado. Más vale habitar en un rincón del techo que compartir la casa con una mujer pendenciera. El que cierra los oídos al clamor del débil llamará y no se le responderá. El que va tras la justicia y la fidelidad encontrará vida, justicia y honor. El que guarda su boca y su lengua guarda su vida de las angustias. El deseo mata al perezoso, porque sus manos se niegan a trabajar. El malvado ambiciona todo el día, pero el justo da sin rehusar jamás. 21,

37 Vale más el buen nombre que las muchas riquezas, y ser estimado vale
Cap. 22 Vale más el buen nombre que las muchas riquezas, y ser estimado vale más que la plata y el oro. Premio de la humildad son el temor del Señor, la riqueza, el honor y la vida. Inicia al niño en el camino que debe seguir, y ni siquiera en su vejez se apartará de él. El rico domina a los pobres y el deudor es esclavo del acreedor. El que siembra injusticia cosechará desgracias y la vara de su furor lo aniquilará. El hombre generoso será bendecido, porque comparte su pan con el pobre. Los ojos del Señor vigilan la ciencia, y El confunde las palabras del traidor. Fosa profunda es la boca de las mujeres ajenas: el que irrita al Señor caerá en ella. La necedad está adherida al corazón del joven: la vara de la corrección la alejará de él. 22,

38 SENTENCIAS DE LOS SABIOS
Caps Esta nueva colección de proverbios difiere notablemente de la anterior. En vez de sentencias aisladas, contiene una serie de estrofas de varios versos cada una. El lenguaje adquiere un tono más personal, y los proverbios están redactados en forma de exhortación. Además, la presente sección ofrece muchas analogías con la "Instrucción de Amenemope", obra de un sabio egipcio que escribió probablemente entre los siglos VIII y VII a. C. El autor de los capítulos siguientes tomó aquella obra como modelo, pero no se limitó a copiarla, sino que la reelaboró a la luz de la tradición israelita. Al final de esta sección, hay otra breve colección de proverbios de carácter bastante heterogéneo, que también son presentados como "palabras de los sabios" (24. 23).

39 Inclina tu oído, escucha mis palabras, y presta atención a mi experiencia: será una delicia conservarlas dentro de ti y tenerlas siempre a punto sobre tus labios. 22, 17-18 Para que pongas tu confianza en el Señor, hoy te voy a instruir también a ti. ¿Acaso no te he escrito treinta discursos, que contienen consejos e instrucciones, para hacerte conocer con exactitud las palabras verdaderas, y así puedas responder fielmente al que te envía? 22, 19-21 No robes al débil porque es débil, ni atropelles al pobre en la puerta de la ciudad, porque el Señor defenderá su causa, y a los que lo despojan, los despojará de la vida. 22, 22-23 No te juntes con un hombre irascible ni vayas con un hombre iracundo, no sea que aprendas sus costumbres y te pongas una trampa a ti mismo. 22, 24-25

40 Cap. 23 No hables a los oídos de un insensato, porque despreciará
el buen sentido de tus palabras. No desplaces los linderos antiguos, ni te metas en los campos de los huérfanos, porque su Vengador es poderoso y defenderá su causa contra ti. 23, 9-11 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también se alegrará mi corazón: mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen con rectitud. Que tu corazón no envidie a los pecadores, sino que siempre tema al Señor. Así, ciertamente, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada. Escucha, hijo mío, y te harás sabio, y enderezarás tu corazón por el buen camino. 23, Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea vieja. Adquiere la verdad y no la vendas, lo mismo que la sabiduría, la instrucción y la inteligencia. El padre de un justo se llena de gozo, el que tiene un hijo sabio se alegra por él: ¡que se alegren tu padre y tu madre y se llene de gozo la que te hizo nacer! 23, Para los que se la pasan bebiendo y van en busca de vino aromatizado. No mires el vino: ¡qué rojo es! ¡Cómo centellea en la copa! ¡Cómo fluye suavemente! Pero al fin muerde como una serpiente y pica como una víbora. Tus ojos verán cosas extrañas, tu corazón hablará sin ton ni son; 23, 30-33

41 Cap. 24 Con la sabiduría se construye una casa y con la inteligencia se mantiene firme; con la ciencia se llenan las despensas de todos los bienes preciosos y agradables. Más vale un sabio que un hombre fuerte y un hombre instruido que uno muy vigoroso, porque la guerra se gana con estrategia y la victoria, con el número de consejeros. La sabiduría es demasiado elevada para el necio: en la puerta de la ciudad, él no abre la boca. 24, 3-7 Libra a los que son arrastrados a la muerte, salva a los que van con pasos vacilantes al suplicio. Si dices: "¡Este no es asunto mío!", ¿no lo tendrá en cuenta el que pesa los corazones? Aquel que te observa lo sabrá y retribuirá a cada uno según sus obras. 24, Si cae tu enemigo, no te alegres, y si tropieza, no te regocijes, no sea que el Señor lo vea y lo tome a mal, y aparte de él su indignación. 24, También estas son palabras de los sabios. No está bien hacer acepción de personas en el juicio. Al que dice a un culpable: "Tú eres inocente", lo maldicen los pueblos y lo execran las naciones; a quienes lo condenan todo les va bien y serán bendecidos con la felicidad. 24, 24-25

42 SEGUNDA COLECCION DE PROVERBIOS SALOMONICOS Esta colección fue reunida por los escribas de la corte de Ezequías, rey de Judá, que reinó entre los años 716 y 687 a. C. Después de la destrucción de Samaría, este rey promovió una profunda reforma religiosa y se preocupó por conservar los libros y tradiciones sagradas de los dos reinos, el de Israel y el de Judá. Entre la actividad literaria realizada en esa época, está la de los escribas de la corte real, que coleccionaron estas sentencias transmitidas de generación en generación por la tradición oral o escrita. Por su forma literaria, dichas sentencias se asemejan bastante a las de la primera colección salomónica si bien son mucho más frecuentes los proverbios que constan de varios versos, dando así lugar a hermosas comparaciones. También son más numerosos los consejos de carácter religioso y moral.

43 Manzanas de oro con filigranas de plata es la palabra dicha
Cap. 25 No te des importancia en la presencia del rey ni te pongas en el lugar de los grandes: más vale que te digan: "Sube aquí", que verte humillado ante un noble. 25, 6-7 Nubes y viento, pero sin lluvia, es el que se jacta de dar y no da nada. 25, 14 Manzanas de oro con filigranas de plata es la palabra dicha oportunamente. Anillo de oro y collar de oro fino es el sabio que reprende al que sabe escuchar. 25, 11-12 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: así acumulas carbones encendidos sobre su cabeza y el Señor te recompensará. 25, 21-22 No es bueno comer mucha miel ni buscar excesivos honores. Ciudad desmantelada y sin muralla es el hombre que no domina su genio. 25, 27-28

44 ¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio
¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Se puede esperar más de un necio que de él. 26, 12 Cap. 26 Como el perro vuelve sobre su vómito, así el insensato reincide en su necedad. 26, 11 El que cava una fosa caerá en ella, al que hace rodar una piedra, se le vuelve encima. 26, 27 Sin leña se apaga el fuego, y si no hay un detractor se apacigua la pelea. Carbón para las brasas y leña para el fuego es el pendenciero para atizar una disputa. 26, 20-21 No respondas al insensato según su necedad, no sea que también tú te asemejes a él; 26, 4 El que odia finge con sus labios, pero alberga engaño en su interior: si adopta un tono amable, no te fíes, porque hay siete abominaciones en su corazón; 26, 24-25

45 Más vale una reprensión abierta que un cariño
Cap. 27 No te gloríes del día de mañana, porque no sabes lo que depara cada día. Que te alabe otro, no tu boca, que sea un extraño, no tus propios labios. 27, 1-2 Más vale una reprensión abierta que un cariño disimulado. Leal es la herida que inflige el amigo, engañosos los besos del enemigo. 25, 5-6 El aceite perfumado alegra el corazón, y la dulzura de un amigo, más que el propio consejo. No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni acudas a tu hermano en el día de tu infortunio: más vale vecino cerca que hermano lejos. 27, 9-10 El que cuida una higuera comerá de su fruto y el que respeta a su patrón recibirá honores. 27, 18

46 el que los confiesa y abandona, obtendrá misericordia.
Cap. 28 Los malvados no entienden lo que es recto, los que buscan al Señor lo entienden todo. Más vale un pobre que camina con integridad que un rico de caminos tortuosos. El que observa la Ley es un hombre inteligente, el que frecuenta a los libertinos deshonra a su padre. 28, 5-7 Cuando triunfan los justos, hay gran fiesta; cuando se imponen los malvados, todos se esconden. El que encubre sus delitos no prosperará, pero el que los confiesa y abandona, obtendrá misericordia. 28, 12-13 El que cultiva su suelo se saciará de pan, el que persigue quimeras se hartará de pobreza. El hombre sincero será colmado de bendiciones, el que quiere hacerse rico de golpe no quedará impune. 28, 19-20 Si uno aparta su oído para no oír la Ley, hasta su plegaria es una abominación. El que extravía a los rectos por el mal camino caerá él mismo en su propia fosa, pero los hombres íntegros heredarán la felicidad. 28, 9-10

47 te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. 29, 16-17 Cap. 29
Cuando se multiplican los malvados, aumentan los crímenes, pero los justos verán su caída. Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. 29, 16-17 Cap. 29 El insensato da libre curso a su mal humor, pero el sabio lo refrena y apacigua. 29, 11 La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el joven consentido avergüenza a su madre. 29, 15 El orgullo lleva al hombre a la humillación, el de espíritu humilde alcanzará honores. 29, 23 Muchos buscan el favor del que gobierna, pero el derecho de cada uno viene del Señor. 29, 26 El miedo tiende al hombre una trampa, pero el que confía en el Señor se pone a salvo. 29, 25

48 maravillas de la naturaleza y las costumbres de los animales.
OTRAS COLECCIONES DE PROVERBIOS El libro de los Proverbios incluye en su parte final dos series de sentencias, tomadas de la tradición sapiencial del Antiguo Oriente. La primera es atribuida a Agur y la segunda a Lemuel, dos personajes probablemente imaginarios, pertenencientes a una tribu del norte de Arabia. También figuran en esta parte varios proverbios "numéricos", que llaman la atención sobre las maravillas de la naturaleza y las costumbres de los animales. Cap. 30 Palabras de Agur, hijo de Iaqué, de Masá. Oráculo de este gran hombre: ¡Me he fatigado, Dios, me he fatigado, Dios, y estoy exhausto! Sí, soy demasiado torpe para ser un hombre y no tengo la inteligencia de un ser humano; nunca aprendí la sabiduría, ¡y qué puedo saber de la ciencia del Santo! ¿Quién subió a los cielos y descendió? ¿Quién recogió el viento en sus puños? ¿Quién contuvo las aguas en su manto? ¿Quién estableció los confines de la tierra? ¿Cuál es su Nombre y el Nombre de su hijo, si es que lo sabes? Toda palabra de Dios es acrisolada, Dios es un escudo para el que se refugia en El. 30, 1-5

49 PROVERBIOS NUMERICOS Hay cuatro seres, lo más pequeños de la tierra, que son sabios entre los sabios: las hormigas, pueblo sin fuerza, que aseguran sus provisiones en verano; los damanes, pueblo sin poder, que instalan sus casas en la roca; las langostas, que no tienen rey, pero avanzan todas en escuadrones; la lagartija, que puedes agarrar con la mano, pero habita en los palacios de los reyes. 30, 24-28

50 Cap. 31 SENTENCIAS DE LEMUEL Palabras de Lemuel, rey de Masá, que le inculcó su madre: ¡No, hijo mío! ¡No, hijo de mis entrañas! ¡No, hijo de mis votos! No entregues tu vigor a las mujeres, ni tu vida a las que corrompen a los reyes. No es propio de los reyes, Lemuel, no es propio de los reyes beber vino, ni de los príncipes desear bebidas fuertes, no sea que por beber se olviden de los decretos y traicionen la causa de los desvalidos. 31, 1-5

51 POEMA ALFABÉTICO: ELOGIO DE LA BUENA AMA DE CASA Un famoso poema alfabético sirve de broche de oro a este Libro sapiencial. En él se describe y enaltece a la mujer ideal, en su condición de esposa, de madre y de ama de casa hábil y previsora. Por encima de todas sus cualidades sobresale el "temor del Señor" (v. 30), que es "el comienzo de la sabiduría" (1. 7; 9. 10). Alef Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. Bet El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Guímel Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Dálet Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. He Es como los barcos mercantes: trae sus provisiones desde lejos. Vau Se levanta cuando aún es de noche, distribuye la comida a su familia y las tareas a sus servidoras. Zain Tiene en vista un campo, y lo adquiere, con el fruto de sus manos planta una viña. Jet Ciñe vigorosamente su cintura y fortalece sus brazos para el trabajo. Tet Ve con agrado que sus negocios prosperan, su lámpara no se apaga por la noche. Iod Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Caf Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. 31, 10-20

52 leerlabiblia@gmail.com Toda Escritura es inspirada por Dios
y útil para enseñar, para arguír, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena. 2 Tim. 3, 14-17 Puedes solicitar el envío de esta serie de archivos, o bien ser removido de la lista de envíos, a: ESTE ES EL MENSAJE #30


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