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al sur del Guadalquivir, había

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Presentación del tema: "al sur del Guadalquivir, había"— Transcripción de la presentación:

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2 al sur del Guadalquivir, había
Historia Temas espirituales tienen relatos sobrenaturales porque el hombre espiritual es un ser sobrenatural y la historia de la imagen del Milagroso Niño Jesús de Praga también tiene el suyo. A fines de la Edad Media, al sur del Guadalquivir, había un monasterio que después de una incursión de los moros, solo cuatro monjes se salvaron. Entre ellos Fray José de la Santa Casa, un lego con corazón de santo, alma de artista, y muy devoto de la Santa Infancia de Jesús.

3 Un buen día Fray José estaba barriendo el monasterio, y de repente
se le presenta un hermoso niño que le dice: -¡Qué bien barres, fray José, y que brillante dejas el suelo! ¿Serías capaz de recitar el Ave María? -Si. -Pues entonces, hazlo. Fray José deja a un lado la escoba, y con los ojos bajos, comienza la salutación angélica. Al llegar a las palabras "y bendito el fruto de tu vientre", el niño le interrumpe y le dice: -¡ESE SOY YO!, y enseguida desaparece.

4 Fray José grita extasiado: -¡Vuelve Pequeño Jesús,
porque de otro modo moriré del deseo de verte! Pero Jesús no vino. Y fray José, seguía llamándolo día tras día, en la celda, en el huerto, en la cocina… en todas partes. Al fin un día sintió que la voz de Jesús le respondía: -"Volveré, pero cuida de tener todo preparado para que a mi llegada hagas una estatua de cera igual a mi".

5 Fray José corrió a contárselo al padre prior, pidiéndole cera,
un cuchillo y un pincel. El Superior se lo concedió y fray José se entregó con ilusión a modelar una estatua de cera del Niño que había visto. Haciendo y deshaciendo una y otra vez, pues nunca estaba conforme, aunque cada una que hacía le salía más bella que la anterior, y así pasaba el tiempo, esperando que regresase su amado Jesusito.

6 en el Divino Modelo y luego en el de cera que tiene delante.
Y por fin llegó el día en el que rodeado de ángeles, se le presenta el Niño Jesús, y fray José en éxtasis, pero con la mayor naturalidad pone los ojos en el Divino Modelo y luego en el de cera que tiene delante. Cuando observa que su estatua es igual al Sagrado Modelo, estalla en risas y llantos de alegría, cae de rodillas delante de ella y posando la cabeza sobre las manos juntas, muere. Los mismos ángeles que acompañaron a su Niño Jesús, recogieron su espíritu y lo llevaron al Paraíso.

7 al Padre Prior, comunicándole: "Esta estatua, hecha indignamente
Los religiosos lo enterraron piadosamente y con particular devoción colocaron la imagen de cera del Niño Jesús en el oratorio del monasterio. Aquella misma noche Fray José se apareció en sueños al Padre Prior, comunicándole: "Esta estatua, hecha indignamente por mi, no es para el monasterio. Dentro de un año vendrá Doña Isabel Manríquez de Lara, a quien se la daréis, quien a su vez se la entregará a su hija como regalo de bodas, quien la llevará a Bohemia y de la capital de aquel reino será llamado -Niño Jesús de Praga- entre los pueblos y naciones.

8 La gracia, la paz y la misericordia descenderán a la tierra,
por El escogida para habitar en ella. El pueblo de aquel reino será su pueblo, y El será su pequeño REY".

9 Y efectivamente al año en punto, Doña Isabel Manríquez de Lara,
en un viaje de recreo por la zona, topó con las ruinas del monasterio, y el prior, ya único sobreviviente le entregó la imagen del Niño Jesús, contándole su fascinante historia. La dama llena de alegría, retornó a su castillo de Sierra Morena, muy cerca de Córdoba. Y aquí la leyenda deja paso a la Historia...

10 Historia de la Devoción
Fernando II, Emperador de Alemania, para manifestar su gratitud a Nuestro Señor por la victoria alcanzada en una batalla, fundó en 1620, en Praga, un convento de Padres Carmelitas. Difíciles eran los tiempos que atravesaba Bohemia cuando llegaron estos religiosos, pues Praga se hallaba asolada por guerras y miserias, a tal punto que el monasterio mismo de Carmelitas carecía de lo indispensable.

11 En esa época, vivía en Praga
la piadosa princesa Polixena Lobkowitz, quien sintió en el alma las necesidad de entregar la estatua de cera a los carmelitas, de 48 cm., de Niño Dios, de pie, con la mano derecha levantada, en actitud de bendecir, mientras con la izquierda sostenía un globo dorado. Su rostro era muy amable y lleno de gracia, la túnica y el manto habían sido arreglados por ella. Al dar la estatua a esos religiosos, les dijo: "Padres míos, os entrego lo más caro que poseo en el mundo: Honrad mucho a este Niño Jesús y nada os faltará."

12 La estatua fue recibida con gratitud
y colocada en el oratorio interior del convento, donde fue objeto de la veneración de todos aquellos buenos Padres, distinguiéndose entre todos el Padre Cirilo, que con toda verdad podría titularse el apóstol del divino Niño. La promesa de la augusta donante se cumplió a la letra, y los maravillosos efectos de la protección del divino Niño no tardaron en manifestarse, pues muy pronto, y en varias ocasiones se verificaron prodigios y fueron socorridas las necesidades del monasterio.

13 Entre tanto, estalló de nuevo la guerra en Bohemia.
En 1631, el ejército de Sajonia se apoderó de la ciudad de Praga. Los Padres Carmelitas creyeron prudente trasladarse a Múnich. Durante esa época tan desastrosa, la devoción al Niño Jesús cayó en el olvido. Los herejes destruyeron la iglesia, saquearon el monasterio.

14 Al año siguiente, el enemigo se retiró de Praga y los religiosos
pudieron volver a su convento. Después de 7 años de tanta desolación, volvió a Praga el Padre Cirilo, en el año 1637, cuando Bohemia se hallaba en peligro de sucumbir y hasta de perder la fe, y cuando la ciudad estaba por todas partes rodeada de enemigos.

15 En tales aprietos, les habló
el Padre Cirilo de la inolvidable estatua del Divino Niño y obtuvo licencia de buscarla. La encontró al fin entre los escombros, detrás del altar. La limpió, la cubrió de besos y de lágrimas, y como aún conservaba intacto el rostro la expuso en el coro a la veneración de los religiosos, quienes llenos de confianza en su protección, cayeron de rodillas ante el Divino Infante y le suplicaron fuese su refugio, su fortaleza y amparo en todo sentido.

16 Desde el momento en que fue colocada en su puesto de honor,
el enemigo levantó el sitio y el convento se vio provisto de cuanto necesitaban los religiosos. Encontrábase un día el Padre Cirilo en oración, delante de la estatua, cuando oyó claramente estas palabras: "Tened piedad de mí y yo me apiadaré de vosotros". "Devolvedme mis manos y yo os devolveré la paz. Cuanto más me honrareis, tanto más os bendeciré".

17 En efecto, le faltaban las manos,
cosa que, no había advertido el Padre Cirilo, enajenado como estaba por el gozo. Sorprendido el buen Padre, corrió inmediatamente a la celda del Padre Superior y le contó lo ocurrido, pidiéndole que hiciese reparar la estatua. El Superior se negó a ello, alegando la extremada pobreza del Convento.

18 El humilde devoto de Jesús
fue llamado a auxiliar a un moribundo, Benito Maskoning, quien le dio 100 florines. Se los llevó al Superior con la convicción de que con ellos haría reparar la estatua, pero este juzgó que era mejor comprar otra más hermosa y así lo hizo. El Señor no tardó en manifestar su desagrado; pues el mismo día de la inauguración de la nueva efigie, un candelabro que estaba fijo y muy asegurado en la pared, se desprendió y la redujo a pedazos.

19 Elegido un nuevo Superior,
el P. Cirilo volvió a suplicarle que hiciera reparar la estatua, pero recibió nueva repulsa. Entonces sin desmayar, se dirigió a la Santísima Virgen. Apenas acabada su oración, lo llamaron a la Iglesia; se le acercó una señora de venerable aspecto, que dejó en sus manos una cuantiosa limosna, y desapareció. Lleno de gozo, el P. Cirilo fue a dar cuenta al Superior de lo que pasaba; pero éste no le dio más que medio florín; siendo insuficiente para el objeto esta suma, todo quedó en el mismo estado.

20 El convento se vio sujeto a nuevas calamidades; los religiosos
no podían pagar la renta de una finca que habían arrendado porque no les producía. Los rebaños murieron, la peste desoló la ciudad, muchos carmelitas, Todos acudieron al Niño Jesús. El Superior prometió celebrar 10 misas ante la estatua y propagar su culto. La situación mejoró pero como la estatua continuaba igual, el P. Cirilo no cesaba de orar, cuando oyó estas palabras: "Colócame a la entrada de la Sacristía, y encontrarás quien se compadezca de mí."

21 En efecto, se presentó un desconocido,
el cual, notando que el hermoso Niño no tenía manos, se ofreció espontáneamente a hacérselas poner, no tardando en recibir su recompensa, pues ganó a los pocos días un pleito casi perdido, con lo que salvó su honor y su fortuna.

22 Los beneficios innumerables
que todos alcanzaban del milagroso Niño, multiplicaban día a día el número de sus devotos. Por esto deseaban los carmelitas edificarle una capilla pública, teniendo en cuenta que el sitio había sido ya indicado por la Santísima Virgen al P. Cirilo, pero faltaban los recursos y además los calvinistas arrasaban todas las iglesias. Entonces lo colocaron sobre el altar mayor, y en 1642, la princesa Lobkowitz mandó edificar edificó un nuevo santuario que se inauguró en 1644, el día de la fiesta del Santo Nombre de Jesús.

23 Gran Marqués de Bohemia, regaló una preciosa corona de oro esmaltada
En 1655, el Conde Martinitz, Gran Marqués de Bohemia, regaló una preciosa corona de oro esmaltada con perlas y diamantes. El Reverendo D. José de Corte se la colocó al Niño Jesús en una solemne ceremonia de coronación. Las gracias y maravillas innumerables debidas al "pequeño Grande" (así llaman en Alemania al Niño Jesús de Praga), se divulgaron hasta en las comarcas más lejanas, con lo que su culto se ha extendido en nuestros días de una manera prodigiosa.

24 En todas las naciones fue acogida
con amor la devoción al Niño Jesús de Praga, monasterios, colegios, escuelas, familias le han dedicado magníficos tronos, numerosas parroquias poseen la real estatua y en cuantas partes se le honra, derrama sobre sus devotos un caudal de inestimables favores. El Divino Niño desea colmaros de gracias, venerémosle, hagámosle conocer y amar, y Él nos abrirá los tesoros de su bondad.

25 Oración para enseñar a los niños
Niñito Jesús de Praga, Yo te amo, Yo te adoro, Yo te doy mi corazón. Enciéndeme con tus llagas, y abrázame con tu Amor.

26 Semillitas de Siembra Si deseas recibir archivos sobre Educación Católica para Niños envía un correo sin asunto y sin texto a: Los archivos del mes puedes descargarlos en: Servicio Gratuito


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