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AmbientacióN Decimos que los cristianos no tienen formación religiosa, que muchos jóvenes abandonan la fe, que nuestros emigrantes, al llegar a.

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4 AmbientacióN Decimos que los cristianos no tienen formación religiosa, que muchos jóvenes abandonan la fe, que nuestros emigrantes, al llegar a nuestros barrios suburbiales, pierden su bagaje cristiano. Pero debemos hacernos una pregunta más elemental: ¿Es que han sido debidamente evangelizados? A los fieles que acuden a nuestras asambleas, ¿se les ha presentado sistemática y suficientemente todo el mensaje cristiano?

5 ¿Qué importancia concedemos a las actividades del servicio de la Palabra? ¿Que valor damos al testimonio, como signo más autentico de credibilidad? Nos falta tal vez tomar el pulso a nuestras comunidades con valor y sinceridad para descubrir los problemas, revisar nuestro programa pastoral, escuchar a todos los miembros, atender a los signos de los tiempos. En la Asamblea Eucarística vamos a reflexionar sobre la Comunidad Cristiana como Comunidad Misionera.

6 Todo anuncio misionero tiene como meta lograr la conversión de los oyentes. Pero ¿cuántas veces nos reunimos sin pensar en cambiar nuestras actitudes internas frente a Dios y a los hermanos? Es necesario renovar primero nuestro corazón para sentirnos después enviados por el Señor a ser sus testigos por nuestras obras. Como Comunidad Cristiana se nos pedirán cuentas de qué hicimos del don de la fe, como empleamos la lámpara de nuestra fe.

7 Para ORAR y VIVIR la PALABRA «Paz a ustedes» 5. CONTEMPLACION ACCION
4. ORACION 3. MEDITACION 2. LECTURA 1. PREPARACION «Paz a ustedes»

8 PREPARACION INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

9 Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetras las almas; fuente del mayor consuelo. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vació del hombre si tu le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus sietes dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su merito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén

10 LECTURA ¿QUÉ DICE la PALABRA?

11 «El Dios de nuestros padres ha glorificado a su Siervo Jesús»
PRIMERA LECTURA Hch. 3,

12 Generalmente los Hechos de los Apóstoles, al introducir su predica introducen también muy buenos modelos de evangelización. Esto es, como efectuar el primer anuncio del Evangelio. El texto de hoy es un muy buen ejemplo. Los puntos álgidos de su anuncio: Jesús de Nazareth, que fue ejecutado, está hoy vivo.

13 Por lo tanto El es el verdadero Hijo de Dios
Por lo tanto El es el verdadero Hijo de Dios. Su enviado y nuestro Salvador, de acuerdo a las Escrituras. El borrara nuestros pecados; por lo tanto «arrepiéntanse y cambien sus vidas». Nos encontramos con uno de los primeros discursos misioneros de los apóstoles ante los judíos. Entre los ocho que recoge Lucas en los Hechos, seis van dirigidos a miembros del pueblo elegido y dos a los paganos.

14 Todos tienen una introducción partiendo de los hechos que provocan su intervención, aquí el de la curación del cojo de nacimiento. Seguidamente viene un relato de la muerte y resurrección de Cristo sobre el mundo y un llamamiento a la conversión. Este discurso es una pieza-tipo que nos ayuda a acercamos a la predicación misionera de los apóstoles, a sus primeros contactos con los grupos judíos y paganos.

15 En el fondo del discurso se descubre una alusión a los poemas del Siervo paciente de Isaías.
Los apóstoles y la comunidad primitiva leen los acontecimientos de la pasión y muerte a la luz del Antiguo Testamento. No en vano era el alimento que nutria a la comunidad. Y ve a Cristo como instrumento inocente que se entrega por nosotros, gracias al cual Dios realiza su designio de salvación.

16 Para apreciar el universalismo misionero y la restauración universal, es necesario leer todo el discurso de Pedro. Lucas es siempre el autor que recoge mejor estas ideas. En el animo de todos los judíos estaba la esperanza del retorno de Elías y la restauración de Israel. En labios de Pedro esta esperanza se logra en la resurrección de Jesús, preludio de una restauración universal.

17 El núcleo de este discurso se centra en la resurrección de Jesús.
Pero no se trata de un simple retorno a la vida, sino de la glorificación de su Siervo por el Dios de los Padres. Esta exaltación es como la entronización de Jesús de Nazaret Mesías. Jesús glorificado sigue siendo solidario de toda la humanidad, cuyo proceso de glorificación será realidad a través del acceso de las naciones al beneficio de las promesas.

18 «Haz brillar sobre nosotros el resplandor
Salmo Responsorial «Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro» Sal. 4,

19 La estructura del salmo presenta tres partes:
- súplica (v. 2), - interpelación a los adversarios (vv. 3-6) - y declaración de confianza (vv. 7-9). El salmo 4 es un salmo de confianza. Algunos autores, basados en las insinuaciones de los vv. 5 y 9 han querido ver en el una «oración de la tarde»: «Reflexionen en el silencio de su lecho... En paz me acuesto y en seguida me duermo».

20 No hace falta interpretar a la letra esas frases pero lo cierto es que ellas han motivado el uso del salmo en la liturgia de la Iglesia. En el salmo 3 el salmista se ha visto custodiado por alguna protección nocturna y esta experiencia le ha dado seguridad para comenzar el nuevo día. Aquí, en el salmo 4, el salmista ha experimentado algún favor a lo largo del día y así se ha confiado sereno en brazos de la noche.

21 El orante es una persona pobre y sin influencia; no abunda en trigo, ni en mosto, tiene que levantar la vista para mirar a las «personas distinguidas» que reclaman para si los privilegios del poder y del derecho. Sin embargo, el salmista es un hombre feliz porque cuenta con Dios. Ha experimentado el gozo que lo colma por dentro: «Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino» (v. 8).

22 El «En paz me acuesto y en seguida me duermo» (v. 9).
Una cosa es dormir y otra descansar. Para dormir bien no sólo hace falta sueño, sino paz y tranquilidad en el alma. El salmista no necesita pastillas para dormir. Sabe reposar su cabeza en la mejor almohada: Dios.

23 «Dios nos da la holgura liberándonos por Cristo de la constricción de la ley, escuchando el sentido de la Escritura, ensanchando por dentro nuestra capacidad. Dando otro paso, podemos meditar que Dios es nuestro espacio, en el que nos movemos y existimos: un espacio infinito que hemos de recorrer perpetuamente sin encontrar fronteras: sea El después de esta vida nuestro lugar». (San Agustín)

24 «En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamiento»
SEGUNDA LECTURA 1Jn. 2, 1-5a

25 Juan está presentando la vocación cristiana como un caminar en la luz, lo opuesto al pecado o caminar en tinieblas. En el capitulo anterior ha proclamado el poder purificador del sacrificio de Cristo. El texto de Juan, en esta 1ª Carta, es tan imperioso como lleno de compasión. - Imperioso porque aquéllos que han sido salvados por la Sangre de Dios no deben cometer pecado nunca más.

26 - Lleno de compasión porque aun en caso de que pequemos, no debemos jamás perder la confianza en la amistad de Jesús y su perdón. En esta segunda lectura Juan hace una presentación misionera de Jesús como abogado ante el Padre, a quien después de la resurrección puede solicitar el perdón de los pecados, puesto que se entregó, siendo justo, como víctima de propiciación por nuestros pecados.

27 Esta redención de Jesús no tiene límites, se extiende a los hombres del mundo entero. Tan solo es necesario aceptar nuestra condición de pecadores y la mediación de Cristo. A partir del versículo 3 Juan afronta el problema que plantean los gnósticos: que basta sólo el simple conocimiento para lograr la perfección cristiana. Para Juan no basta conocer en teoría el Evangelio: es necesario reconocer a Jesús, y esto implica guardar sus mandamientos.

28 Decir que se conoce a Jesús y no ser fiel a sus mandamientos encierra una contradicción, una mentira; en cambio, el que guarda su palabra no sólo está en la verdad, sino también en la caridad. «Conocer», para los semitas, es más bien un acto del corazón que de la mente. «Conocer a Dios», del v 3, es la fe que compromete toda la persona.

29 De ahí que para San Juan «conocer a Dios», «andar en verdad», «estar en comunión con Dios», «permanecer en El», «imitarlo», «cumplir su voluntad», son expresiones sinónimas o equivalentes. A través de sus escritos, Juan gusta de emplear los términos: guardar sus mandamientos, caminar en la luz, guardar la palabra, en oposición al orgulloso «conocer al Señor».

30 Doctrina que va de acuerdo con toda la tradición primitiva cristiana que une inseparablemente la fe y las obras.

31 EVANGELIO «La paz con ustedes»
Lc. 24, 35-48

32 EVANGELIO DE JESUCRISTO,
SEGÚN SAN LUCAS R/. Gloria a Ti, Señor. Aparición a los discípulos (cfr. Mt. 28,16-20; Mc. 16,14-20; Jn. 20,19-23; Hch. 1,7s) 35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo lo habían conocido al partir el pan.

33 36 Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo:
– La paz con ustedes. 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: – «¿Por qué se turban? ¿Por qué se suscitan dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo.

34 Pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos, como ven que yo tengo».
40 Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Como no acababan de creerlo, a causa de la alegría y estaban asombrados, les dijo: –«¿Tienen aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron un trozo de pescado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos.

35 44 Después les dijo: – «Estas son aquellas palabras mías que les dije cuando todavía estaba con ustedes: «Es necesario que se cumple todo lo que está escrito en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí». 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo:

36 – «Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día; 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas». Palabra del Señor. R/. Gloria A ti, Señor Jesús.

37 Día de PASCUA: Del Sepulcro sale la nueva Creación Jn. 20,1-9
CINCUENTENA PASCUAL Día de PASCUA: Del Sepulcro sale la nueva Creación Jn. 20,1-9 Domingo 2º: CREER sin ver Jn. 20,19-31 Domingo 4º: El PASTOR nos ama: Jn. 10,11-18 Domingo 5º: PERMANECER en Él Jn :15, 1-8 Domingo 6º: Dar la VIDA por los amigos :Jn .15, 9-17 Domingo 7º: SUBIÓ a los Cielos: PENTECOSTES: Señor y dador de Vida: Domingo 3º: RECONOCERLO: Lc. 24, 35-48

38 Re-leamos el texto para interiorizarlo
v. 35: El resumen de Emaús. Viendo este relato como una continuación de la aparición a los discípulos de Emaús, la fe en la resurrección de Cristo parece que está indicando que prolonga su existencia de resucitado entre nosotros: - en el servicio de la Palabra, - en la Fracción del Pan - y en la Comunidad.

39 Ellos comparten la experiencia de haberlo rconocido «al partir el pan» y la comunidad reunida les comunica, a su vez, cómo Jesús apareció a Pedro. Fue un compartir mutuo de la experiencia de resurrección, como hasta hoy acontece cuando las comunidades se reúnen para compartir y celebrar su fe, su esperanza y su amor. En el Evangelio, Lucas nos señala que es en la experiencia comunitaria de «compartir el pan» como los discípulos abren su entendimiento y reconocen al Señor resucitado caminando y compartiendo con ellos.

40 vv. 36- 37: La aparición de Jesús causa espanto en los discípulos.
En este momento, Jesús se hace presente en medio de ellos y dice: «¡La Paz con vosotros!» Es el saludo más frecuente de Jesús: «¡La Paz esté con ustedes!» (Jn 14,27; 16,33; 20, ). Pero los discípulos, viendo a Jesús, quedan con miedo.

41 Ellos se espantan y no reconocen a Jesús.
Delante de ellos está el Jesús real, pero ellos se imaginan que están viendo un espíritu, un fantasma. Hay un desencuentro entre Jesús de Nazaret y Jesús resucitado. No consiguen creer. El pasaje de este domingo está marcado por su carácter apologético, que ofrece un conjunto de pruebas a unos apóstoles que no creen y lo toman por un Espíritu.

42 vv. 38- 40: Jesús los ayuda a superar el miedo y la incredulidad.
Las pruebas que Jesús les ofrece van dirigidas a disipar su miedo, sus dudas. Se deja tocar, les muestra las manos y los pies, come delante de ellos. vv : Jesús los ayuda a superar el miedo y la incredulidad. Jesús hace dos cosas para ayudar a los discípulos a superar el espanto y la incredulidad.

43 Les muestra las manos y los pies, diciendo: «¡Soy yo
Les muestra las manos y los pies, diciendo: «¡Soy yo!», y manda palpar el cuerpo, diciendo: «Porque un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Jesús muestra las manos y los pies, porque en ellos están las marcas de los clavos (cf. Jn. 20,25-27). Cristo resucitado es Jesús de Nazaret, el mismo que fue muerto en la Cruz, y no un Cristo fantasma como imaginaban los discípulos viéndolo.

44 vv. 41-43: Les abre el entendimiento
El mandó palpar el cuerpo, porque la resurrección es resurrección de la persona toda, cuerpo y alma. La resurrección no tiene nada que ver con la teoría de inmortalidad del alma, enseñada por los griegos. vv : Les abre el entendimiento Jesús, mostrando a sus discípulos las huellas de sus heridas, y compartiendo con ellos el alimento, les abre su entendimiento para que comprendan las Escrituras.

45 Los discípulos de Jesús convivieron con Él y participaron activamente en su misión; sin embargo, su ceguera era similar a la de cualquier judío. No comprendieron sus enseñanzas ni sus gestos, y mucho menos su muerte en la cruz. Se hizo necesario que el mismo Señor, resucitado, les «abriera» el entendimiento, para que lo reconocieran y Io experimentaran VIVO de un modo nuevo.

46 Vemos un progreso en los once en el conocer al resucitado.
Primero sólo ven un espíritu y después lo reconocen como un ser físico. Esto para decirnos que la resurrección es un hecho real y no una simple «supervivencia espiritual» del Señor: «Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean, un fantasma no tiene carne y hueso, como ven que yo tengo»(v. 39).

47 vv. 44-45: Comprender las Escrituras
Jesús da a los Apóstoles una clave de lectura para comprender el sentido nuevo de la Escritura. Una de las mayores dificultades de los primeros cristianos fue aceptar a un crucificado como siendo el Mesías prometido, pues la ley misma enseñaba que una persona crucificada era «un maldito de Dios» (Dt. 21,22-23).

48 Por eso, era importante saber que la Escritura había anunciado ya «que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones». Jesús les mostró que esto ya estaba escrito en la Ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos. Jesús resucitado, vivo en medio de ellos, se vuelve la clave para abrir el sentido total de la Sagrada Escritura.

49 vv : En ambas apariciones (a los discípulos de Emaús y ésta) destaca la exposición de las Escrituras que Lucas pone en labios del Señor, como argumento a favor de la Pasión y Resurrección. Verdadera catequesis sobre la muerte de Jesús y el escándalo de la cruz, a las que les da sentido salvífico a la luz del Antiguo Testamento:

50 «tenía que cumplirse en mí todo lo escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos... Está escrito: que el Mesías tenía que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día». Tal vez Lucas insiste en esta catequesis porque aquellas comunidades tenían dificultades en superar el complejo de seguidores de un crucificado.

51 vv : Pregón misionero Esta lectura constituye verdadero pregón misionero que acaba haciendo una llamada a la conversión: «en su nombre se predicaría penitencia y perdón de pecados a todas las naciones, empezando por Jerusalén» (v.47). De nuevo la idea misionera de Lucas, el discípulo de Pablo: Este kerigma, esta conversión y perdón se ofrecen a todos los pueblos.

52 La palabra de Jesús, pronunciada en la historia, no se para
La palabra de Jesús, pronunciada en la historia, no se para. Tiene necesidad de anunciadores. Y los apóstoles van, mandados en el nombre santo de Dios. Van a todas las gentes. No ya a un pueblo elegido, sino a todos los hombres elegidos.

53 Van a anunciar a todas las gentes, a cada uno de los oyentes:
«Jesús ha muerto y resucitado por ti! No es una invención la fe. Vengo de Jerusalén. He visto con mis ojos, lo he experimentado en mi vida. No te cuento otra cosa que mi historia, una historia de salvación».

54 v.48. «Ustedes son testigos de estas cosas».
A Dios se lo conoce por experiencia. Ser testimonio quiere decir llevar escrita en la piel, cosida sílaba por silaba, la palabra que es Cristo. Cuando un hombre ha sido tocado por Cristo, se convierte en una lámpara y, aunque no quiera, resplandece. Y si la llama quisiese apagarla, se vuelve a encender, porque la luz nos es de la lámpara, sino del Espíritu, centrado en el corazón que irradia sin fin la comunión eterna.

55 MEDITACIÓN ¿QUÉ NOS DICE la PALABRA?

56 Que nuestra vida sea verdad
Todos sabemos lo que es una mentira y procuramos evitarla. Sin embargo, el apóstol San Juan nos muestra una clase de mentira sobre la que no sentimos demasiado rubor el cometerla: «el decir que conocemos a Jesucristo, que somos cristianos, pero ponemos poco esfuerzo en cumplir los mandamientos del Señor» (cfr. 1Jn. 2, 5a)

57 ¡Que nuestra vida no sea una mentira!
De ahí que nuestras mentiras, en este terreno, sean demasiado frecuentes y van sembrando la desorientación a nuestro alrededor. Una vez mas tenemos que esforzarnos para que nuestra vida de cada día se ajuste, y este en armonía, con nuestra fe cristiana. ¡Que nuestra vida no sea una mentira!

58 Hoy también nosotros tenemos que hacer aquella oración de los discípulos de Emaús:
¡«Quédate con nosotros, Señor», para que seamos capaces de dar testimonio de tu resurrección y de tu presencia en un mundo descreído!

59 Vivimos un contraste Una vez más el tema del Evangelio es la fe en el Jesús viviente transmitido por la Iglesia. El relato del Evangelio es un contraste. Por un lado, Jesús tratando de confirmar la fe en sus discípulos, por su presencia (una vez resucitado de entre los muertos), por sus palabras animosas y sus actitudes.

60 La actitud de los discípulos representa la nuestra.
Por otro lado, sus discípulos están llenos de dudas y recelos; están como con miedo de creer. Este contraste es un buen símbolo de lo que sucede con nuestra propia fe. La actitud de los discípulos representa la nuestra.

61 La FE tiene razón ¿Qué es lo que a menudo experimentamos acerca de nuestra fe?: - Primero: tenemos muchas razones sólidas para creer (más que para no creer). - Segundo: el Espíritu de Jesús está continuamente inspirando y guiando nuestra fe como un regalo. - Tercero: nuestra fe es algunas veces -dependiendo del momento que vivimos- asaltada por dudas. Esto es normal.

62 La fe sufre toda forma de tentación; de otra manera no sería realmente fe, y realmente libre.
Una fe sin tentaciones es pueril Una fe abrumada por tentaciones es inmadura. Una fe capaz de sobrepasar tentaciones es una fe adulta. De alguna manera la fe es una convicción capaz de sobrepasar cualquier duda.

63 El optimismo y el pesimismo exagerados nos acechan siempre.
La fe cristiana, centrada en la Resurrección, es muy realista: está fundada en un ser real, no en un fantasma. Por eso, la comunidad que la vive no puede ser algo estático, sino dinámico. Entender la realidad El optimismo y el pesimismo exagerados nos acechan siempre.

64 Los que se dan por vencidos y los impacientes no tienen en cuenta la realidad.
La realidad es que no todo se puede hacer, ni todo se puede dejar de hacer. Nuestros tiempos no están para ilusiones, cuentan las «realidades».

65 - Jesús anuncia por tres veces que tiene que ser entregado a los gentiles, padecer, morir y resucitar, pero los discípulos no entienden, ni aceptan la realidad de la cruz. Cuando sucedió entraron en profunda depresión y abandonaron toda esperanza

66 Es necesario superar pesimismos y optimismos
- Ante optimismos utópicos y pesimismos inoperantes, Jesús da una lección de realismo. Jesús muere, pero resucita. - La paciencia en el obrar es la esperanza en acción. Por ello el realista es un hombre que cuenta y asume la realidad con todas las posibilidades e imposibilidades, cuenta con lo que tiene que ser y no se olvida de lo que debe ser. Carga con la cruz y avanza paso a paso.

67 Conciencia misionera Para que una comunidad sea verdaderamente misionera, es necesario que todos sus miembros tomen conciencia de su condición de portadores de una «misión» o envío. Todos son responsables de presentar comunitariamente el mensaje cristiano con la palabra y el testimonio de sus vidas.

68 El discurso misionero de Pedro y la Catequesis de Jesús nos impulsan a convencernos que no basta escuchar la homilía para educar nuestra fe. Hay que programar Catequesis de adultos, grupos de renovación conciliar, reuniones de reflexión cristiana, con objeto de crear unos criterios cristianos básicos de cara a los problemas que plantea el hombre y el mundo de hoy.

69 Esto es dar prioridad a la evangelización.
Y junto a este esfuerzo de proclamar el misterio cristiano, es necesaria la cercanía de las obras y el actuar. Cabe el peligro de que caigamos en nuevo «gnosticismo», de quienes consideran la Iglesia como un grupo de hombres perdidos en discusiones y teorías; pero que no «hincan el diente» en los problemas del pueblo.

70 ORACIÓN ¿QUÉ LE DECIMOS NOSOTROS a DIOS?

71 Concede, Padre, a tu Pueblo, que tome conciencia de que es enviado
por tu Hijo al mundo a continuar la misión liberadora de la humanidad. Que los organismos internacionales, atendiendo a las necesidades urgentes de los pueblos, hagan lo posible por desterrar el hambre, el analfabetismo y la guerra. Que todos los desengañados de la Iglesia, los defraudados, los que la han abandonado, puedan ver en ella signos de que sí está presente en las angustias y en las esperanzas de los hombres.

72 Danos sensibilidad ante las necesidades de los hermanos
y ayúdanos a ser portadores de tu mensaje de paz, de justicia y de solidaridad. Concédenos que seamos auténticos evangelizadores en medio de nuestro mundo, y aleja de nosotros la rutina y la comodidad. Que todos nosotros sintamos la inquietud misionera y demos signos auténticos de nuestra fe, como testigos creíbles de la Pascua. Amén.

73 CONTEMPLACIÓN ACCIÓN ¿QUÉ NOS PIDE HACER la PALABRA?

74 Conversión y testimonio
El Padre nos llama a conversión. Y Él, que es compasivo y misericordioso, nos concederá el perdón merecido por la muerte y resurrección de Jesús. No es cristiano ir por el mundo haciendo de acusador. Pero tampoco es cristiano que una neurótica misericordia o tal vez el miedo, impidan decir con claridad a los hombres los males que se siguen de una ignorancia u olvido de los caminos de Dios.

75 Que nuestra vida sea verdad
El pecado no se borra disimulándolo. En un episodio del Evangelio de Juan, por ejemplo, Jesús dijo a la adultera «yo tampoco te condeno, pero no peques mas» (Jn. 8,11). La mujer había pecado realmente, pero el perdón de Jesús fue más fuerte que el pecado cometido. Que nuestra vida sea verdad Todos sabemos lo que es una mentira y procuramos evitarla.

76 Para orar y vivir la palabra:
«Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el Espíritu; y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente... Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante de gozo; y pues en la resurrección de tu Hijo nos diste motivo para tanta alegría, concédenos participar de este gozo eterno... Mira, Señor, con bondad a tu pueblo; y ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele también la resurrección gloriosa» (Oraciones Domingo 3º de Pascua)

77 Relación con la Eucaristía
En la Eucaristía vivimos la experiencia actual y siempre renovada de esta Pascua del Señor, que nos ilumina la comprensión de las Escrituras y n os permite reconocerlo una vez más en la Fracción del Pan. Desde la comunión en el Misterio de su Pascua, el Señor Jesús nos comunica la paz para que podamos compartirla con los hermanos.

78 Secuencia de Pascua Un sacrificio de alabanza
Un sacrificio de alabanza ofrezcan juntos los cristianos a la Víctima de la Alianza. El Cordero salvó a l rebaño. Cristo inocente reconcilia al Padre Dios y al que hizo el daño.

79 Muerte y vida trabaron duelo y muerto el dueño de la vida
gobierna, vivo, tierra y cielo. Dinos, María, lo que has visto. - La gloria del Resucitado, la tumba abierta, y vivo a Cristo. Angeles, vendas mortuorias. Vive el Señor, que es mi esperanza. En Galilea verán su gloria.

80 para pensar durante la semana
Algunas preguntas para pensar durante la semana ¿Cuál es mi actitud cuando mi fe es tentada? 2. ¿Cuál es mi reacción cuando eventualmente fallo como cristiano? 3. ¿Cómo expreso mi conciencia misionera? 4. Mi conocimiento de Dios ¿cómo cambia mi conducta?

81 5. El salmo me invita a ver la dicha
5. El salmo me invita a ver la dicha. Cuando yo hablo de Dios, ¿de qué Dios estoy hablando? ¿Del Dios de los filósofos y los sabios... o del Dios revelado en Jesús y hecho experiencia gozosa y personal en mi?

82

83 Reina del cielo, alégrate, aleluya, porque el Señor,
a quien has merecido llevar, aleIuya, ha resucitado, según su palabra. AleIuya. Ruega al Señor por nosotros. Aleluya. V/. Alégrate, Virgen María. R/. Porque ha resucitado el Señor. Aleluya

84 Felices Pascuas

85 Libro virtual:

86 P. Carlos Pabón Cárdenas, CJM.


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