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Textos y fotos de Chula Vista y San Diego (California) por Francisco Arámburo Salas Textos y fotos de Chula Vista y San Diego (California) por Francisco.

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2 Textos y fotos de Chula Vista y San Diego (California) por Francisco Arámburo Salas Textos y fotos de Chula Vista y San Diego (California) por Francisco Arámburo Salas Nuestra Buena Vecina Nuestra Buena Vecina Portada: Parque Balboa, San Diego Un bello recuerdo... Un bello recuerdo... Música: A mi manera (My way) de Paul Anka

3 Conocimos a Esther en el verano de 1985, cuando ocupamos casi al mismo tiempo nuestras casas recién terminadas en Chula Vista (un suburbio de San Diego), contiguas y separadas tan sólo por un pequeño jardín. (Nosotros ocupamos esta casa sólo algunos meses del año) Semblanza de Esther Burger Semblanza de Esther Burger

4 Era viuda de un ministro protestante que había hecho una buena labor entre los pobres de Haití, ayudado y apoyado siempre por ella. No hablaba español pero se daba a entender muy bien. Era vivaz y expresiva. No hablaba español pero se daba a entender muy bien. Era vivaz y expresiva.

5 Por esos días nos comentó, con toda franqueza y hasta con orgullo diría yo, que tenía 83 años de edad. ¡Debo confesar que a mí me pareció más joven! ¡Debo confesar que a mí me pareció más joven! Ahora comprendo que era precisamente su jovial entusiasmo natural lo que la hacía parecer siempre joven Ahora comprendo que era precisamente su jovial entusiasmo natural lo que la hacía parecer siempre joven

6 De inmediato nos dimos cuenta que Esther era una mujer muy inteligente y tenía una actitud muy sana y positiva, además de un carácter jovial, risueño, optimista y bien definido hacia sus semejantes y hacia la vida misma. Siempre estaba contenta y de buen humor. ¡Daba gusto platicar con ella! Siempre estaba contenta y de buen humor. ¡Daba gusto platicar con ella!

7 Esther Burger, siempre entusiasta, no desaprovechaba ninguna oportunidad para engalanarse y salir a pasear, a las tiendas, a un fino restaurante o a sentarse en el porche de su casa. Tenía una vitalidad asombrosa. Foto tomada en ocasión de cumplir sus 80 años de edad Foto tomada en ocasión de cumplir sus 80 años de edad

8 Vivía sola, aunque tenía dos hijos varones y nietos que poco la visitaban. Nos llamaba la atención que aun así, todas las tardes se arreglaba con todo esmero, se maquillaba y se vestía con ropa fina y un bonito peinado, saliendo luego a la banqueta para saludara los vecinos que pasaran por su casa. Foto tomada desde las cumbres de Terra Nova. En el horizonte puede verse el perfil urbano de San Diego.

9 Un día de tantos que platicamos con ella y le alabamos su bonita costumbre, nos dio a conocer su modo de pensar y las bases de su extraordinaria personalidad. Como considero su filosofía de mucho interés, hoy la transmito a ustedes pues pienso que todos podríamos aprender y sacar algunas conclusiones provechosas. Como considero su filosofía de mucho interés, hoy la transmito a ustedes pues pienso que todos podríamos aprender y sacar algunas conclusiones provechosas. Puerto de San Diego, California

10 “Es cierto” admitió sonriendo Esther, componiéndose el pelo. “Yo pienso que todos debemos cuidar de nuestra apariencia y arreglo personal no para mostrarlo a los demás, sino para nuestra propia autoestima y satisfacción. Es como cuidar una planta, la cual luce mejor cuando cuando la regamos, la abonamos y le quitamos con cuidado las hojas secas y el polvo.” Y continuó...

11 “A medida que pasan los años, admito que me siento muy bien, considerando mi edad. No me preocupo mucho por la limpieza de la casa y me conformo con la venida cada semana de María (su sirvienta), quien mantiene todo inmaculado. Me gusta la nitidez y lavo yo misma mi loza del diario y utensilios de cocina (y sonreía cerrándonos un ojo): Bueno, los coloco en la lavadora de trastes y ella lo hace todo.” “A medida que pasan los años, admito que me siento muy bien, considerando mi edad. No me preocupo mucho por la limpieza de la casa y me conformo con la venida cada semana de María (su sirvienta), quien mantiene todo inmaculado. Me gusta la nitidez y lavo yo misma mi loza del diario y utensilios de cocina (y sonreía cerrándonos un ojo): Bueno, los coloco en la lavadora de trastes y ella lo hace todo.” ¡Y soltaba una alegre carcajada! East Lake

12 En otra ocasión nos comentó: “Miren, tengo tantos recuerdos y experiencias agradables en mi vida, que con el sólo hecho de sentarme a hojear mi album de fotografías despues de mis actividadeds diarias, escuchar viejas melodías o evocar los inolvidables tiempos pasados, me entretengo las tardes enteras y vivo todo de nuevo. No me puedo quejar.” En otra ocasión nos comentó: “Miren, tengo tantos recuerdos y experiencias agradables en mi vida, que con el sólo hecho de sentarme a hojear mi album de fotografías despues de mis actividadeds diarias, escuchar viejas melodías o evocar los inolvidables tiempos pasados, me entretengo las tardes enteras y vivo todo de nuevo. No me puedo quejar.” El centro de San Diego

13 En repetidas ocasiones íbamos a su casa, donde tenía en primer término su piano, que tocaba con frecuencia, y sus plantas con flores. A veces nos invitaba a probar algún bocadillo o alguno de los platillos que había cocinado, muy sabrosos por cierto. Al aceptar, sacaba alegremente su fina vajilla de porcelana, sus cubiertos de plata y sus servilletas de lino. Y al decirle que no lo hiciera, que nosotros éramos de confianza, nos decía: “Miren, para mí cada ocasión que vienen amigos a mi casa es una ocasión memorable, y es un placer utilizar mis mejores objetos, pues si no ¿para qué otra oportunidad los quiero?” East Lake

14 “Admito que cada vez disfruto más y trabajo menos. No me preocupo si mañana lloverá o habrá un día soleado. Ya no guardo mis vajillas ni mis copas de cristal cortado para CELEBRAR algo especial, pues lo que celebro ahora son cosas simples como haber rebajado dos libras, haber destapado con éxito el fregadero, haber obtenido resultados satisfactorios en mis análisis clínicos, haber encontrado algún objeto que creía perdido, haber contemplado la salida de la luna tras las montañas, haber hecho nuevos amigos, o que mis rosales renovaron el milagro de la vida despuntando sus primeros botones de primavera”

15 —Todo lo bueno en la vida merece celebrarse —decía— y al hacerlo con alegría y una sonrisa de satisfacción, inclusive con una copa de buen vino, automáticamente salpicamos de dicha nuestra vida más de lo que imaginamos. ¡Hagan la prueba! —Todo lo bueno en la vida merece celebrarse —decía— y al hacerlo con alegría y una sonrisa de satisfacción, inclusive con una copa de buen vino, automáticamente salpicamos de dicha nuestra vida más de lo que imaginamos. ¡Hagan la prueba! (Y nos guiñaba un ojo) Para ella todo era interesante, admirable, sorprendente, digno de contemplación y de alabanza, y fácilmente nos convencía de que participáramos de su contagioso entusiasmo. Para ella todo era interesante, admirable, sorprendente, digno de contemplación y de alabanza, y fácilmente nos convencía de que participáramos de su contagioso entusiasmo.

16 “Yo vivo la vida a mi modo” nos repetía constantemente. Y luego se sentaba feliz de la vida a tocar el piano, especialmente la bella melodía “A mi manera” (My Way) que sirve de fondo a esta presentación, tarareándola y llevando alegremente el ritmo con su cabeza. ¡Cómo me parece que la estoy escuchando! ¡Cómo me parece que la estoy escuchando!

17 “Al caminar por el parque me entretengo en observar a las ardillas correteando con impetuosa inquietud; veo a los niños que juegan con infantil alborozo en los columpios, al barrendero que recoge los papeles, las bolsitas y restos de palomitas de maíz de los andadores entre el césped... si es que no le ganan los pájaros, que se las llevan volando hasta sus nidos.” “Al caminar por el parque me entretengo en observar a las ardillas correteando con impetuosa inquietud; veo a los niños que juegan con infantil alborozo en los columpios, al barrendero que recoge los papeles, las bolsitas y restos de palomitas de maíz de los andadores entre el césped... si es que no le ganan los pájaros, que se las llevan volando hasta sus nidos.” Y terminaba Esther con un suspiro de satisfacción: “¡Estoy rodeada de belleza! Y la belleza, como el amor, no necesita ninguna explicación” Y terminaba Esther con un suspiro de satisfacción: “¡Estoy rodeada de belleza! Y la belleza, como el amor, no necesita ninguna explicación”

18 “Para mi éso no es perder el tiempo, al contrario, es disfrutar el ver pasar tranquilamente el tren arrastrando los lentos vagones de los días luminosos. Los contemplo desde la cómoda banca del andén. ¡Y más sabiendo que ya me queda poco tiempo para hacerlo! Y haciendo una pausa repentina, como recordando algo, esa vez agregó: “Ahora me lamento tardíamente por esas cartas que no escribí a su debido tiempo a mis amigos. Me doy cuenta con tristeza que ya casi todos los destinatarios se han marchado antes que yo. Y haciendo una pausa repentina, como recordando algo, esa vez agregó: “Ahora me lamento tardíamente por esas cartas que no escribí a su debido tiempo a mis amigos. Me doy cuenta con tristeza que ya casi todos los destinatarios se han marchado antes que yo. ¡Mi Lista va quedando vacía!

19 “A hora uso mi mejor ropa, mis alhajitas y mis perfumes finos (mientras me duren) para ir al banco, a las tiendas o al supemercado. ¿Para qué más las quiero? Y a no espero ninguna ocasión especial, pues quizá esa ocasión ya nunca llegará.” Y luego continuaba: “Expresiones tales como “algún día” o “un día de éstos” han desparecido de mi vocabulario, pues lo importante ya no es el MAÑANA, sino el HOY… especialmente a mi edad.” “Expresiones tales como “algún día” o “un día de éstos” han desparecido de mi vocabulario, pues lo importante ya no es el MAÑANA, sino el HOY… especialmente a mi edad.”

20 Y finalmente recalcaba: “A estas alturas ya no debo pensar en el porvenir, pues para mí, así como para todos los de mi edad, el supuesto porvenir es ya el presente” Y finalmente recalcaba: “A estas alturas ya no debo pensar en el porvenir, pues para mí, así como para todos los de mi edad, el supuesto porvenir es ya el presente” Como pueden ver, su filosofía, aunque sencilla, era única, genial, extraordinaria. Como pueden ver, su filosofía, aunque sencilla, era única, genial, extraordinaria.

21 “Diariamente me alegro, al despertar y abrir los ojos, de estar viva. Disfruto más que nunca del firmamento, del mar, de los sonidos, de la música de Mozart, de Chopin, de Schubert, porque tengo más tiempo para escucharla con calma y apreciarla mejor.” “No me apresuro ya para nada. Siento que nada vale la pena el andar de prisa. Después de todo, viéndolo bien... ¿prisa para qué?” Plaza Terranova

22 “¿Saben? Finalmente llego a la conclusión de que a estas alturas cada día, cada minuto, cada respiro, cada latido del corazón es un verdadero regalo de Dios, y siento la necesidad, la obligación de agradecérselo y de sentirme afortunada.” (Y devotamente elevaba la vista y se santiguaba) (Y devotamente elevaba la vista y se santiguaba) Luego se quedaba pensativa como meditando en voz alta... Luego se quedaba pensativa como meditando en voz alta... Panorama de Chula Vista desde las lomas vecinas

23 En el verano de 1996, al regresar de un viaje de La Paz, nos dimos cuenta que Esther ya no vivía en su casa. Se había mudado. Se la había llevado una nieta a una ciudad cercana para cuidarla mejor. Esther volvió un par de veces a visitarnos, alegre y sonriente como siempre, y nos dijo que nos quería mucho y que nos extrañaba. En el verano de 1996, al regresar de un viaje de La Paz, nos dimos cuenta que Esther ya no vivía en su casa. Se había mudado. Se la había llevado una nieta a una ciudad cercana para cuidarla mejor. Esther volvió un par de veces a visitarnos, alegre y sonriente como siempre, y nos dijo que nos quería mucho y que nos extrañaba. Y se le humedecieron los ojos. = Epílogo = Pero en esta ocasión percibimos cierto tono triste en su voz. Pero en esta ocasión percibimos cierto tono triste en su voz.

24 Le aseguramos que nosotros también la queríamos y la extrañábamos mucho, y que le correspondíamos sinceramente sus sentimientos. Y nos despedimos con un beso. Yo tuve la sensación de que ya no volveríamos a vernos, pero no dije nada porque sentía un nudo en la garganta.

25 Después no volvimos a saber de ella. Los teléfonos de sus hijos no contestan, quizá cambiaron de número. Su presencia se ha esfumado físicamente de nuestras vidas, pero no la esencia de su personalidad y de sus maravillosos pensamientos, que fueron inspiración y verdaderas lecciones que recordaremos mi familia y yo mientras tengamos vida. Después no volvimos a saber de ella. Los teléfonos de sus hijos no contestan, quizá cambiaron de número. Su presencia se ha esfumado físicamente de nuestras vidas, pero no la esencia de su personalidad y de sus maravillosos pensamientos, que fueron inspiración y verdaderas lecciones que recordaremos mi familia y yo mientras tengamos vida. Para nosotros, nuestra querida e inolvidable vecina Esther sigue viviendo Para nosotros, nuestra querida e inolvidable vecina Esther sigue viviendo Y así es como la recordamos

26 Ahora que evocamos esta nostálgica añoranza, le deseamos a Esther que dondequiera que se encuentre haya continuado disfrutando la dicha y la alegría que ella siempre esparció aquí, cuando éramos vecinos, y que goce de la felicidad y el optimismo que inculcó generosamente en los que tuvimos la dicha de conocerla. F i n F i n Una realización de Francisco Arámburo Salas faramburo@prodigy.net.mx


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