“Adán y Eva” Miguel-A. País de locos. Dios había creado al hombre a su imagen y semejanza, y se sentía muy orgulloso. Lo llamó Adán. Adán jugaba en el.

Presentación del tema: "“Adán y Eva” Miguel-A. País de locos. Dios había creado al hombre a su imagen y semejanza, y se sentía muy orgulloso. Lo llamó Adán. Adán jugaba en el."— Transcripción de la presentación:

1 “Adán y Eva” Miguel-A. País de locos

2 Dios había creado al hombre a su imagen y semejanza, y se sentía muy orgulloso. Lo llamó Adán. Adán jugaba en el bosque, nadaba en los ríos, contemplaba los atardeceres, y comía los mejores frutos, que Dios ponía a su disposición. Un buen día, Dios pensó que la vida era muy fácil para Adán. Por lo cual, era necesario añadirle una dosis de sufrimiento. Para ello, decidió crear a la mujer. Adán, h e notado que te sientes muy solo, y te aburres demasiado. Además, a mí me gustaría que te multiplicaras. Por supuesto, tú no llevarías la carga física durante nueve meses, sólo la parte moral.

3 - ¡No te entiendo, Señor! -respondió el hombre. - ¡Ya entenderás a qué me refiero! He decidido crear un ser no perfecto, como tú... pero que te será muy útil... ¡una compañera! ASdemás de proporcionarte compañía, por sus grandes cualidades, te resultará de un servicio de ayuda imprescindible.

4 La compañera tendrá las siguientes características: 1- Siempre te escuchará, sin contradecirte. 2- Cocinará tus alimentos, siempre frescos y con una gran variedad. Serán deliciosos. 3- Te despertará dulcemente para ir al trabajo. 4- Cuando regreses de trabajar, ella estará recién bañada y muy perfumada, para que tu disfrutes con ella de los placeres del sexo. Desde luego, ella comprenderá que tu trabajo es muy arduo, y posiblemente no estés de humor. 5- Lavará tu ropa, y planchará tus camisas. 6- Educará a tus hijos.

5 7- Mantendrá a raya a su madre. 8- Siempre te hará un masajito, cuando lo requieras. 9- No le gustará chismear con sus amigas. 10- No verá las telenovelas. 11- No te comparará con el vecino, ni con su padre. 12- Realizará cualquier actividad física, y nunca tendrá sobrepeso.

6 - ¡Para, para, Señor! ¡Me has convencido! ¡Sí, la quiero!. - Está bien, Adán, pero a cambio de la mujer, tú me tienes que dar tu cerebro. - Pero... Dios. ¿El cerebro? ¡Señor, pides demasiado! Oye... ¿y si, en vez del cerebro, te doy una costilla, qué me das a cambio?.

7 Ahora ya sabemos que si la mujer es como es... es por el regateo de Adán.